¡Golpea, golpea, golpea
el estambre azul de un tiempo derramado!
la corola verde
de una musa semiinspirada
golpea cada vez más fuerte
con un sonido de la calma interior
que es la nada
Desasosiego rabioso
que tiembla para conseguir morir
Vacío de muerte de sentimiento
que una vez ha mentido
escapa entre los rayos fosforescentes
de una bombilla
con no pocos desengaños
Ese ardor, es descargado sobre la nada
porque desaparece en cuento lo mentas
Sube y baja el volumen de una calma
de una rabia inexistente
pero que por costumbre solia dormitar
entre mis brazos
Todo el mundo me es vacío
y de una simple y asqueante calma
Es la calma del vacío
la que me hace desear
la rabia
Penart 1991