para un amor imposible
como nuestro destino
Tan lejos, tan cerca.
Los días transcurren
y no descubro si estoy viva,
o vivo mi muerte.
Tan lejos, tan cerca,
ese último recuerdo.
La sangre bañaba nuestros cuerpos
sumergiendo el éxtasis
de nuestras vidas
de nuestras muertes.
Tan lejos, tan cerca
nuestras almas se separaron
liberando la maldición
de la vida y la pasión
hacia un nuevo destino
y no descubro si estoy viva,
o vivo mi muerte.
®Ana Maria Fuster Lavín, 2000