Desembocando al Encuentro...

Fluye el río, a su inevitable destino.

Tras recorrer un largo camino.

Alimentando la vera,

adaptándose al terreno,

cambiante y siempre nuevo...



Saltando a veces bravío,

Para abrirse  tenaz el lugar,

Que el mismo ha de crear.

Tras inocente retozar,

En su cuna natural.

Manso, fluyendo en paz.

Sugerente, para reflexionar.

Astuta y paciente experiencia,

de  caricias imperceptibles,

para desgastar y rodear,

al pétreo enemigo,

que no se deja arrasar.



Su dulzura, con la sal del mar,

Viene a mezclar.

Encuentro  suave e indolente,

A veces...

Otras...

Violento, por cruce de vientos,

que el oleaje hace entrechocar.

Violencia del mar, empuje del río,

y un aire, que lo complica todo.

Cómplice intruso, en esta intimidad,

de río y mar.



Olas que saltan, donde no ha lugar.

Volviendo al río mar.

Sedimentos arenosos, que el mar

Deja fuera de lugar.

Inventando una playa de agua dulce,

cruzando la ciudad.

Empapando, arrastrando,

a quien se acerque a pasear.



Juegan, en la desembocadura,

haciendo diabluras.

Diálogo y  coqueteo. Para;



_ Así, inseparables, abrazarse hasta el final _





D 2-2002 MELT Maria Eugenia