SOÑABA
Anoche cuando soñaba contigo,
te soñé yo con tantísimo empeño,
que aunque tan sólo fue cosa del sueño
tu febril piel me la puse de abrigo.
Y tanto tu piel se fundió conmigo,
que te hice a ti de mi cuerpo el dueño,
para que tú comprobaras risueño
todo el amor que por tí yo prodigo.
Y así los dos nos bebimos a sorbos,
todas las lunas que fueron pasando
mientras de lejos aullaban los lobos.
¡Pero el reloj mató el sueño dorado,
y nos dejó como dos fugitivos...!
Que en un mismo sueño se van buscando.
Carmen M(IRISS__)
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