EL BARQUILLO Quien fuese barquillo para dejarse llevar por esas aguas azules del hermoso mar Con sus aguas en calma y posando sus luminosos rayos el sol besa su transparente manto de reposadas olas. Olas que llegan como temerosas palomas, solo rozan la orilla y vuelven a marchar ¡Ay! Inmenso mar, cuantas maravillas que en tus entrañas celosamente quieres guardar. Está rodeada de misterio tu inmensidad, que nadie ha podido truncar. Eres como una tímida virgen que todos admiran y quisieran poseer y tocar. Por eso barquillo quisiera ser, para en tus brazos poder dormir y soñar. Mª Teresa Sos |