PALOMA


Mí corazón solo pide
el calor que emana de tú cuerpo,
cual bella paloma peregrina
de los infinitos mares,
eres el arcoiris de mis sueños
sin rencores y viles.

Palomas que van y vienen
de tiempos alados de mudanzas,
son las brechas de tus amores
en el taciturno día de abandono,
errabunda por los caminos,
piélago de las sombras sin destino.

¡Tuyo soy!... ¿me pregunto?.
¡Hay de mí!... yo me respondo,
cautivo estoy mi paloma mía,
cual, ibis que acaudilla mi vida;
sin dejar de trasponer mi hora
de las sombras purpuradas.

Paloma viajera,
coged las flores hermosas,
que brindan los amuletos
con toda la devoción,
que refrescan mis pensamientos
con las dulces sabias de tu amor.

Traer las flores de regreso y dejád
caer la ternura y la pasión
y depositad tu bello cuerpo
sobre el apasible mío
y que la fragancia nos envuelva
en un manto de eterno amor.

ARNOLDO FUENTES
ANGOL-CHILE