Como un pez

 

Por eso,

si has de matarme

procúrame una muerte violenta,

de esas, de las que al fin y al cabo,

uno no termina muerto

más de una sola vez.

No me excomulgues

de la gracia de tu seno,

condenándome

a la agonía sin amnistía

de tu cuerpo

perdido a la distancia.

A tu compasión imploro

para que el día,

en que te animes a matarme,

no me prives justamente

respirar de tu aire,

donde valiente me aventuro

en un constante viaje

al fondo del mar

 de tus besos. 

No me permitas,sirena,

que en la ribera lejana

de tus mitológicos contornos,

como un  pez

sobre esta evolucionada

faz terrestre,

tenga que aceptar

adolecer mil muertes

antes de mutar

simplemente

en reptil.

Gito Minore