SONETO (32)
Como el amante que olvida su oficio,
Y en su defensa
Las escamas de unos labios muestra
Y de un desnudo su definición;
Siento la azul soledad que mi mano atenaza
En el nervio detenido de los años
Y en el frío
Con que me desayuno frecuencias y silencios por las noches
Que llegan puntualmente a tu ausencia sin horarios.
Recojo mis tardes de pronto desplegadas
Como olvidados palimpsestos caídos de una balda
Buscando otros recuerdos;
O quizás ocupo con mi colección de bolígrafos
El espacio que debiera ser tu boca.
Dilato los ecos para llenar las horas
Adelgazando el silencio en melodías
Y letras solidarias.
Esculpo con el humo de un cigarro tu cintura
Distraída en la estructura de otro verso,
Mientras exprimo la sombra de un reloj sin batería
Que simplifica el horizonte de mi alcoba.
Deseo hablarte y el eco me responde
Con una gravedad de gruesos tomos;
Y me quedo en la entelequia de sentirte,
Pues si digo amor el eco no responde.