TE DIJE
Te dije, nos dijimos,
que una noche de lunas azuladas
preguntó el futuro de las flores,
y encontró llena de nieve su garganta.
Corría un paso el invierno
y aún quedaban las horas.
Te dije, nos dijimos,
la tibieza de los muslos o los labios
a la carne.
Del pie al rito clandestino
del sexo, todo lo redujimos a palabras
mientras nos desnudábamos despacio.
Te conté alguna vez
las plumas amarillas,
y volvíamos la almohada,
pues también es comunión el silencio.
Pero además tú me decías...