Poema

Bajo el árbol desconocido
Se esconde la piedra de la construcción
La arcilla que guarda su olor
Utilizada por el necesitado.

El sol dobla su resplandor
Al ser reconocido por la imagen del pueblo
El pueblo que no muere y que se mantiene con firmeza.

El animal que enflaquece no muere
Aunque la muerte amenace
Se sostiene por el suelo que lo vio nacer
El suelo que no entristece
Al ser soplado por el viento.

El fuego que alumbra la villa del penar
La sombra acrecienta su estatura
Al bailar en la noche alumbrada por el fuego.

El lugar de mis sueños
La posición de mis plantas
De mi lado
Y de mis raíces
Aun no muere con el anochecer.

Gabriela Sepúlveda