Metáforas
de Sevilla.
Contemplar
la complejidad
como
una cosa sencilla.
Expresar
en poesía
aquello
que podría decirse en prosa.
Hablamos
del loco en la Baraja del Tarot.
El
inicio es el extremo.
Del
final es el comienzo.
Naipes,
procesión de una vida.
Conocerse
uno a sí mismo.
Cerrar
el círculo.
Comprender
los ciclos.
Realizar
los guarismos
sin
escribir números.
Imaginación
creativa.
Podríamos
llamar a esta comitiva,
Romería
del Santo Entierro Grande.
Recuerda,
lo fúnebre y la alegría.
El
loco, Cruz de Guía, el que abre.
Los
despojos, el oropel del Mundo.
Loco,
amigo.
Preludio
de todo.
Corazón
encendido de niño recién parido.
Alma
adolescente que aprende
el
abecedario del amor
metiéndose
en la carne sin permiso.
Ilusión
por alcanzar lo inalcanzable.
No
hay control.
Anciano
mito de Cervantes en su obra cumbre.
Esencia
española robada por la sangre de la historia.
Fuerza
de Buda en la búsqueda del árbol.
Hilo
que conecta con el padrecito Cielo.
Que
nunca falte.
La
toma de Tierra la determina la blancura,
la
inocencia, la pureza de la rosa.
Simple
confianza, una camisa.
Hay
un perro que avisa.
Acaricia,
el intelecto.
Las
heridas que se muestran en San Roque
están
metidas en la bolsa de la vara.
Esas
llagas son comida,
lo
que pasa,
lágrimas
y risas del destino,
la
tragedia y la comedia del desfile del guión.
Número
cero, vacío.
Precipicio,
filo de navaja.
Cable
de acero del funámbulo.
Si
te relajas, se va el vértigo y se acaba la ilusión.
Viaja
por las cartas como en la carcasa de una montaña rusa.
Convierte
el espanto en diversión.
Espiritualidad,
cortesía comprometida con el mundo material. Amar es un riesgo.