CARIÑO, NO DEJES... No dejes: de quererme, de despertar con ánimos todas las mañanas y decir: te amo; de matar mis extrañas [sensaciones de abandono, de besarme con tu mente, y levantarme con tus ojos hasta el cielo; de reír con suave gracia acariciando mi espíritu, entregar tu plena belleza, regalarme tus hilos de oro reflejo del sol torre de paz [y hermosura; acariciarme con tu boca, flor roja casi poesía, delicadamente que bebo como si fuera el alcohol de mi fantasía; fuente, vida, creciendo aun más [mi traje, mi vestidura: alborada de mi voz casi perdida, abriendo el corazón [a la vida y esperanza; no pierdas, digamos, la voz de tu gracia espontánea y apariencia de niña, el rocío en tu cielo de princesa, el verdadero cariño de tus manos; no niegues, digamos, ese baile [de siluetas acariciantes en mi noche, el fulgor de tu universo de oro derramado en mi universo de plata. Cariño, no dejes que el tiempo [sea un hilo perdido, sino la llave para llegar a la puerta de tu cielo..... RICARDO SERNA G. |