La rosa golondrina

 

Inundado de tristezas viejas
como pájaros de alas rotas
camina entre sombras que no le pertenecen
asimilando escombros enterrados
de árboles ya muertos en el tiempo absurdo.


Cae la mano que se tendia en vano
buscando las mieses maduras y conocidas,
en su caida encuentra pétalos desparramados
de una rosa muerta en el otońo de la vida,
y tomándolos con ternura infinita
besa con amor el color ya ido,
olvidando su propia soledad
entrega el amor intenso que su pobre alma abriga.


Renace la rosa marchita
envolviendo de calidez la mano que la acaricia,
llenando su triste mirada con nueva vida
en el verano ya por siempre eterno
de un poeta lleno de tristezas viejas
y una rosa convertida en golondrina...

 

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