La segunda luna



Ha llegado la segunda luna 
la portadora de ilusiones, 
la he visto esta madrugada, allí, 
en medio de algunas nubes. 

Estaba muda, 
callada en sus predicciones,
la misma luna que me dijo tanto
la que arrullaba mis noches, mi canto, 

La miré largamente
repitiendo tu nombre, queriendo llegar 
más allá de las nubes...
mucho más allá del horizonte, 

Me miraba indiferente, 
brillando en su lejanía,
callando lo que le pasa 
ocultando su pena, 
como si fuera tu alma ausente.

En esta segunda luna,
han florecido las lilas, 
no sentiste a mi lado su perfume 
en la amanecida.

No viste los nomeolvides azules
ni las rosas que abrían... 
brotando en la tierra,
que hasta hace poco, era tan fría.

Como esa luna lejana y muda,
va mi alma dando tumbos, 
quisiera tener magia para llegar a ti,
para tocar tu frente...

Para decirte que no temas,
para darte esa luz que pierdes,
entre desesperanzas, y noches silentes,
entre hastíos y sueños indiferentes,

En tu noche que es mi día,
en tus madrugadas que son mis noches,
mira si puedes hacia lo alto,
veras un mensaje, no un reproche.

No hay noches sin mañana,
las penas no son permanentes, 
todo tiene una razón, 
y un equivalente.

Si hoy te invade la pesadumbre, 
el dolor que hoy sientes
mañana será distinto, habrá un rayo de luz,
una esperanza, un aliciente... 

No dejes que la tercera luna te aleje,
atrapa los sueños, envuélvete en ellos, 
sentirás la calidez de lo que te falta. 
!No te alejes!

No te dejes envolver por las sombras,
hay álguien que mira las lunas,
álguien que siente, y sin darte tú cuenta,
pone suavemente noche a noche
día a día...la mano en tu frente

 

 

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