Tiene la coalición, una profecía, que un día El Blas vislumbró en un estallido de energía espiritual cuando hallábase este sentado en la silla del ordenador de su casa. Y es que El Galin le dijo que había plantado no una sino varias semillas de María, es un jardín cualquiera, y que crecerían y se harían grandes cuán secuoyas milenarias.

Y entonces, con los ojos abiertos pero sin ver nada más que las imágenes que el gran Dagda le otorgaba, El Blas vislumbró la profecía:

"El Galin acurrucado en cualquier jardín, plantará semillas de María en el silencio absoluto sólo corrompido por el de las hojas de árbol mecidas por un suave viento veraniego...los rayos de sol traspasarán las hojas y le iluminarán, y será entonces cuando se alzará el poder la coalición, que conquistará el pueblo con sus semillas, que crecerán desbancando en el poder a las fuerzas del mal, pues en sus manos está el verdadero poder, que es dar la vida, pues en ellos está el futuro de la humanidad. Y conquistarán, y será todo suyo, pues donde se alzaban imponentes espinos y horrorosas abominaciones, se erguirán ahora majestuosas kilométricas plantas verdes de María, cuya fragancia convertirá el viento en la divulgación de nuestro credo, pues todos atraídos se acercarán a nosotros para escuchar las palabras del gran Dagda, que llegado el momento, aparecerá ante nosotros para comunicarnos qué hacer para culminar nuestra conquista"

 

Y es ahora cuando impacientes, esperamos la llegada del sumo dador, pues es nuestra conquista tarea fijada por el destino, que no puede ser parada, si no tan sólo relentizada, pues es inexorable como la muerte, que a todos nos llega aunque intentemos evitarla, y, algún día, veremos culminada nuestra conquista, y será todo nuestro, y moriremos viendo el mundo convertido en un majestuoso lugar de paz y armonía, sólo rota por los gritos de alegría de aquellos nuevos niños que nazcan libres de las garras del mal.

Uhhh...Vamos pa' trás mejor...