En el
año 307 a.C. Antigono, rey de Macedonia envio una fuerte expedicion
naval a Rodas comandada por su hijo Demetrio.
Cuarenta
mil hombres se hicieron a la mar -mas que toda la poblacion de Rodas- con
el objetivo de someterla. Ademas, Demetrio llevo consigo las maquinas sitiadoras
mas poderosas de su epoca.
Los rodenses
se prepararon y dieron armas hasta a sus esclavos prometiendoles otorgarle
su libertad si se lograba rechazar al invasor. Las mujeres dieron sus cabelleras
para hacer cuerdas para arcos y trabajaban de noche para abastecer al ejercito.
Y hasta se demolieron templos enteros para reforzar las defensas.
Por largo
tiempo se extendio el duro asedio y ni las exhortaciones de Demetrio,
ni el hambre ni las enfermedades logro quebrantar la resistencia de todo
un pueblo unido, hasta que Ptolomeo I de Egipto acudio en su defensa devolviendo
una antigua ayuda de Rodas.
Entonces,
el pueblo, ya liberado de su agresor, se dedico con entusiasmo a erigir una
gigantesca estatua que recordara al mundo su lucha por la libertad...
Esta
es su historia
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