Perfume de Mujer: / Polimitas Mágicas. Por Juan José Salas R.

 

e viven tiempos de austeridad en La Habana, pero el optimismo se ve reflejado en el rostro de Abel Omar Pérez quien, aunque un tanto introvertido, nos invita a compartir la intimidad del nuevo Perfume de Mujer y su proyecto musical: "El Monólogo del Caracol". Perfume de Mujer es uno de esos grupos de los que no se sabe qué cosa esperar, lo mismo es una agrupación con un sonido cercano al pop-progresivo que un combo indescifrable que se torna cada día más amorfo y cuyos experimentos sónicos no tienen un punto de referencia común y a los que no les importa acercarse al jazz electrónico para, un segundo después, convertirse en una especie de opereta cósmica. En una entrevista exclusiva para Margen, Abel Omar Pérez, director indiscutible de Perfume de Mujer, deja entrever la alegría de un nuevo comienzo, el temor a una nueva desbandada y el desafío al, sempiterno, incierto futuro.

 

Margen.- Abel, ¿Qué es "El Monólogo del Caracol"?

Abel Omar Pérez.- Antes que todo, "El Monólogo del Caracol" es un poema. Un poema que trata de expresar, en tres diferentes direcciones, un único fin: La comprensión del placer que encierra el entendimiento de una obra musical que interactúa con la plástica y con la información textual que conforman un monólogo, un monólogo dedicado a la espiral infinita del caracol. Es una historia infinita, que tiene un principio que antes tuvo otro y que tiene un final al que le sigue otro más. Es un concepto en forma de espiral, infinito. La manera como he construido esta historia es tal que uno puede adentrarse en un punto cualquiera de estos tres caminos y que éstos te conduzcan a esas propias vueltas que da el caracol y que parten de una historia real, de una historia que tiene una naturaleza propia. Es la historia de un ser vivo que es precioso y que es poco conocido, la polimita, que es un caracol que, si te fijas bien, está vivo y es música. De aquí parte la idea primaria. Una idea fantástica como columna tónica. La idea surge de una investigación que hice acerca de las polimitas y la vida aborigen de Cuba y donde logré fusionar la historia real que está en el papel, la historia de los hombres, mucho de historia gráfica cubana y un poco de poesía, presente también en este disco. Básicamente, la historia gira en torno a tres grandes movimientos: "La Cultura de la Concha", "La Concha de Oro" y "Baile". El primer movimiento, "La Cultura de la Concha" es la que trata de las polimitas, un caracol que se encuentra solo en la zona norte de la isla, en Camaguey, y de cómo éstas se integran a la vida aborigen y a su subsistencia, pues este animal les permitía construir. Esta interacción yo la percibo como una forma musical que tiene que ver con la relación entre la naturaleza del caracol y la naturaleza del hombre. La siguiente parte es la parte medular de la historia y es un recuerdo laberíntico donde se mezcla todo, desde la primera cultura, que se refleja en este oro, y en donde la información no sólo es musical, sino que existen partes gráficas o textos pero todo con un orden establecido. A veces, son las imágenes las que "cuentan" la historia, a veces son las palabras escritas las que mejor definen un pasaje musical y claro, hay una parte musical importante. La parte final es eso, un final, pero un final muy juguetón. El texto es el siguiente: "...Y si piensas que puedes hacer un gran cuento, te juro, por Dios, que es pez o espada, que tendrás que mentir (tocando el trombón)". Claro que para entender este final es necesario tener un antecedente y ese antecedente son las dos primeras partes de la historia y las partes gráficas y textuales. Esta parte final, "Baile" es, efectivamente, un baile, un baile real con música improvisada. La historia de este tema es un poco complicada. En el momento en que se estaba llevando a cabo un baile, yo me encontraba haciendo música. Decidí incluir este tema como final del disco porque rompe con las partes escritas en forma casi matemática y se da paso a un tema con más sentido del humor y que aparenta ser menos serio. Digo 'aparenta' porque, para mí, es algo serio.

M.- Si tuviéramos la necesidad de enmarcar esta obra dentro de un género música, ¿cuál crees tú que sería el más adecuado: el rock progresivo, la fusión o la música netamente contemporánea?

AOP.- Pues, mira; a mí los estilos, aunque no puedo decir que no los conozco, no me interesan. No me interesaría definir dentro de algún estilo particular a esta obra aunque sí debo aceptar que la música es evidentemente "progresiva", en el sentido de la propia progresión que tiene el caracol. Esa forma matemática, perfecta. No he encontrado en mi vida nada más progresivo que las vueltas que puede dar esta espiral. Me parece una expresión divina de la progresión.

M.- Sin embargo, las partes improvisadas desempeñan un papel muy importante...

AOP.- Definitivamente. Tienes razón, la improvisación es para mí algo muy importante. Es una forma de romper con esa formalidad matemática de la que te hablaba. La improvisación entra en un campo más mundano, es parte de la naturaleza del hombre que se deja llevar por una intuición que está en el aire. Para mí, la improvisación es algo muy serio, cada vez más serio y cada vez más complicado, porque la improvisación es un momento que no puede repetirse. También tiene uno que estar conciente que hay momentos en que no se puede improvisar y que hay momentos en que uno debe guardar silencio.

M.- En este sentido, ¿es la música la que te sugiere las letras o la música se adecua a las letras?

AOP.- Las dos cosas. La música se aparece de repente. Para mí, la música representa un 'algo' superior a todo que ha estado desde el principio. No concibo un mundo sin música. ¿Sabes? Cuando era niño, mi padre trabajaba en Londres, eran los años sesenta y mi padre compraba mucha música. Oía mucha música. Y empecé a componer a los doce o trece años, después no hice más nada y luego me compré una guitarra y luego una batería. Como a los quince, comencé a tocar. Entonces conocí a Lino (García) y a Pedro Pablo (Pedroso).

M.- ¿Cómo se da este encuentro?

AOP.- Es la vida la que hace posible los encuentros. Esto no hay forma de evitarlo. A Lino lo conocí porque un amigo común le habló de mí. Yo quería conocerlo y él me quería conocer. Un día, no sé bien cómo, lo conocí. Pedro apareció un día en mi casa... con violín y todo. Fue un día de mi cumpleaños. Lino lo invitó. En este momento surge el grupo CARTÓN TABLA.

M.- ¿Qué sucedió después de CARTÓN TABLA?

Después, en 1990, Pedro se va formar parte del grupo TEATRO DEL SONIDO, de Juan Antonio Leyva, que fue el último bajista que tuvo ARTE VIVO, una banda de rock progresivo. TEATRO DEL SONIDO era un grupo donde había la posibilidad de ganar algo de dinero y de hacer una carrera musical más formal que con CARTÓN TABLA, donde, como podrás adivinar, nunca pudimos ganar nada de dinero.

En TEATRO DEL SONIDO estaba Igor (Urquiza), en la guitarra acústica, y aquí es donde Igor y Pedro se conocen. Entonces, Lino y yo nos quedamos solos pero con la colaboración otros músicos. En ese entonces, yo me tuve que ir de La Habana por un espacio de tres años para continuar con otro trabajo. En estos tres años que estuve trabajando para la televisión cubana fue cuando compuse la mayor parte de la música de SEBASTIÁN EL TORO, un grupo que formo a mi regreso a La Habana. Es en SEBASTIÁN EL TORO donde conozco a Landy (Bernal). Con Landy es con quien más tarde formé PERFUME DE MUJER. Mientras, Landi, Lino y Pedro forman MÚSICA D'REPUESTO. Landy era integrante del grupo HOJO X OJA. PERFUME DE MUJER, ha pasado por serios cambios en su formación, actualmente se encuentra integrado por José Calixto Sánchez, en la batería; Félix Lorenzo, al bajo eléctrico; Igor Urquiza, en la guitarra; y yo, en el piano, guitarra eléctrica y voz.

M.- Tus composiciones tienen una marcada tendencia hacia la improvisación, ¿cómo se da este proceso de creación dentro del grupo?

AOP.- Ensayando, viendo. En CARTÓN TABLA ya improvisábamos mucho. Un día, cuando Pedro estudiaba violín y yo artes gráficas, pintura, para ser más precisos, un día le comenté que yo podría proporcionarle información plástica para que las imágenes le sugirieran un 'algo', otras notas diferentes, otros sonidos y él, a su vez, podría proporcionarme información musical para yo tomar ideas nuevas. En este caso, lo extramusical tuvo un resultado musical. Allí fue la primera improvisación. Los primeros pasos de PERFUME DE MUJER, como dueto, son a manera de 'canción', y mucha gente pensó que la canción, como tal, era el único interés de PERFUME DE MUJER, pero para mí más bien fue un medio de dejar de hacer música que a nadie le interesaba, que nadie apoyaba y se me ocurrió que si hacíamos una canción corta, que la gente entendiera, sin traicionar nada que fuera de nosotros, podríamos llamar la atención. Es así que nace el tema "Chimenea", donde, además de que no se improvisa, tiene letra.

M.- Hablando de letras, ¿qué nos puedes comentar acerca de las letras de tus canciones? ¿Cuál ha sido la aceptación que éstas han tenido respecto a otras bandas en Cuba?

AOP.- Pues hay una cosa que está muy clara: que hay una distinción entre la música que nosotros hacemos respecto de las demás bandas cubanas, quizá porque la propuesta de nosotros ha sido más arriesgada. Lo que no sabría decirte es cómo poder medir nuestra aceptación, pero la gente se nos ha acercado en la calle, han ido a la casa, me hablan por teléfono y me dan una opinión, se nota que existe un interés por nuestro trabajo.

M.- ¿De qué manera y en qué sentido te ves afectado, como músico de rock no oficial, por los problemas económicos, sociales y políticos de la Cuba de nuestros días?

AOP.- Primeramente, la situación económica en Cuba te afecta porque no te permite tener los medios para dedicarte a esto, es difícil acceder a un estudio de grabación, conseguir equipo y todo eso pero, de una u otra manera, te las arreglas. Aquí no te queda más que crecer día a día. Es algo con lo que tienes que vivir todos los días, ahora, el aspecto social o político es algo con los que te enfrentas todos los días, también.¿Qué te puedo decir? Sin duda soy una persona cuyos pensamientos son muy diferentes a los del vecino, un personaje sui generis que piensa, actúa y escribe de otra manera, de una manera alternativa, pero sin perder ciertos valores. El ser cubano, el ser músico y el estar relacionado con una corriente de contracultura es lo mismo. Afortunadamente, las personas con las que me he rodeado y con las que he alguna vez compartido el escenario han sido y son, antes que nada, mis amigos. Eso ha facilitado las cosas en gran medida.

M.- Sin embargo, muchos de estos amigos están diseminados por el mundo: Landy en Tenerife, Lino en Madrid, Pedro en Buenos Aires...

AOP.- Sí. Es algo que he asimilado, con el paso del tiempo, con mucho dolor. No descarto la posibilidad de un reencuentro. Quizá el único factor necesario para que este reencuentro sea posible sea el amor. Que sea el amor lo que esté por encima de todo.

Copyright MARGEN, 2000

 

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