Este mensaje fue enviado por S.A.R. el Regente con motivo de la presentación en Nápoles del libro La difesa del Regno (Gaeta, Messina, Civitella del Tronto), de Silvio Vitale, Francesco M. Di Giovine, Gennaro De Cresenzo y Giovanni Turco. Editoriale Il Giglio, Nápoles 2001.

 

Es para mí una gran satisfacción saludar a los autores y editores de este valioso libro, justiciero respecto de los últimos momentos del Reino de las Dos Sicilias, del "Reino" por antonomasia, cuyos orígenes están en la Confederación de las Españas, y valiente hasta en la rúbrica: "La defensa del Reino". Defensa, me parece, en un doble sentido. En primer lugar, históricamente, en cuanto sus páginas –frente a la mendacidad de la literatura llamada risorgimentale– nos hacen revivir la heroicidad de quienes se opusieron en nombre de la Religión y la Dinastía, a la agresión revolucionaria de los que pretendían fundar una Italia unitaria sobre el aplastamiento del Papado, en su cuerpo de los Estados Pontificios, pero también en el alma de la doctrina tradicional de la Iglesia, y sobre el derrocamiento de mis abuelos los Borbones de Nápoles, profundamente ligados a su pueblo. Pero defensa también, si no me equivoco, en un sentido doctrinal, por lo mismo también presente, esto es, el de reivindicar la identidad católica de los pueblos contra el secularismo liberal. Abanderado de la tradición de los pueblos de las Españas, he vibrado con las páginas de vuestro libro, recordando vuestras batallas y pregonando vuestras verdades, pues unas y otras son comunes, mías también y de los hispanos todos.

Me hubiera gustado estar con vosotros en el acto de su presentación, pero la convalecencia en que aún me hallo, pese a lo avanzado, gracias a Dios, de mi recuperación, tras el grave accidente que sufrí hace poco más de un año en mi querida Pampa, en esa Argentina hoy tan azotada, no me lo aconseja. Sin embargo, podéis considerarme –según el lenguaje militar– como presente, a través de la intervención de mi leal Miguel Ayuso. Quiera Dios que pronto pueda disfrutar con todos vosotros de las delicias de una tierra que está entre las más fascinantes del mundo, con las que tantos lazos me ligan y en la que sé que cuento con tantos amigos.

En el exilio, 20 de febrero de 2002.

Sixto Enrique de Borbón


Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón