Comunicación al XXVI Congreso de Arqueología de Zaragoza
ALGUNAS
FALSAS IDEAS SOBRE LOS PAPELES SEXUALES EN LA
PREHISTORIA
por Francisca Martín-Cano Abreu
|
|
MARTÍN-CANO, F. (2001, 2004, 2006, 2007, 2008): Algunas falsas ideas sobre los papeles sexuales en la Prehistoria. La arqueología española en el siglo XXI. La Prehistoria entre los primeros cazadores y recolectores y la aparición de los productores de sus propios alimentos. Ponencia al XXVI Congreso Nacional de Arqueología de Zaragoza de abril del 2001. Actas en revista Cæsaraugusta, 78. 2007, pp.: 171-188, ISSN: 0007-9502. Revista de la Fundación Carl Gustav Jung de España, Editora Silvia Tarragó. Editado por BELEROFONTE en Foro Renacer Filial. http://culturaarcaica.iespana.es/congreso.arqueologia.html, http://www.fcgjung.com.es/art_37.html?PHPSESSID=397a853b66325da716d5da8c25c07fe9, http://www.renacerfilial.com/foro/viewtopic.php?t=169
Plagiado en parte (4.920 caracteres) por Gea en noviembre, 06, bajo el título: EN UN PRINCIPIO DIOS FUE MUJER, resumiéndolo, modificando la redacción y algunas palabras. http://elalientodeldragon.top-forum.net/historia-universal-f11/en-un-principio-dios-fue-mujer-t368.htm
Resumen: Por indicios multidisciplinares pensamos deberian
ser consideradas femeninas figuras prehistoricas con rasgos
estereotipados del cuerpo femenino: cuerpo triangular, cintura de
avispa y piernas gordas y que apareacen de manera androcentrica
consideradas como masculinas en gran parte de los manuales de
divulgacion de la Prehistoria
Claves: genero gender androcentrismo androcentrico machismo
cazadora agricultora bailarina
Por Francisca
Martín-Cano Abreu
INTRODUCCIÓN
Hay un
reconocimiento bastante amplio en considerar que en la universidad
española existe gran dificultad para introducir los cambios
científicos que se producen en diversas disciplinas. Dado que
especialmente el XXVI Congreso Nacional de Arqueología
está dedicado a analizar la arqueología del futuro
siglo XXI, con todos nuestros respetos creemos que es necesario un
cambio.
Proponemos a los dirigentes que tienen poder de
decisión y se interesan seriamente por el futuro, que acerquen
a los estudiantes los nuevos descubrimientos en campos de la
antropología, etnografía, etología,
arqueología, mitología, astronomía,... Si los
nuevos descubrimientos no estuviesen eliminados del expediente
curricular de los futuros arqueólogos, éstos no
tendrían limitaciones formativas; conseguirían el
bagaje interdisciplinar adecuado para impedirles hacer afirmaciones
infundadas; evitarían llegaran a conclusiones opuestas a la
evidencia de los avances científicos; tendrían las
herramientas adecuadas para poner en entredicho diferentes
teorías defendidas por la tradición respeto al papel
femenino en la Prehistoria; y podrían analizar con un mayor
entendimiento hipótesis innovadores sobre el significado
astronómico del arte.
Con el
texto que presentamos bajo el título Algunas falsas ideas
sobre los papeles sexuales en la Prehistoria, no pretendemos en
absoluto polemizar, sino dar un nuevo enfoque a interpretaciones
tradicionales que se mantienen inamovibles en el mundo de la
arqueología y que no deberían ser defendidas por los
que forman actualmente parte de ella, personas de mentes abiertas y
democráticas, que intentan tan sólo el bien de la
ciencia, pretenden saber la verdad de las cosas, ser más
objetivos en la labor en pos del conocimiento y no se dejan llevar
por el principio de autoridad o por complejos intereses personales de
investigación.
REVISAR SEXO ADJUDICADO A
FIGURAS ASEXUADAS
Basándonos en los nuevos descubrimientos de
diferentes disciplinas, consideramos se debe revisar el sexo
adjudicado a algunas figuras pintadas en escenas artísticas
levantinas, que por sus rasgos netamente femeninos: cuerpo
triangular, cintura de avispa y piernas gordas, definiciones que
enumera exactamente los rasgos estereotipados que definen
tipológicamente el cuerpo femenino, deberían ser
consideradas femeninas, y aparecen sin embargo descritas en algunos
manuales de arqueología ibérica, como masculinas.
Además presentan una melena característica,
idéntica a las bailarinas de Cogull o las cazadoras de otras
partes del universo, que nadie pone en duda sean femeninas.
-
- Cazadoras de: a) Calapatá, Teruel. b):
Cueva Freixet, Perelló, Tarragona. c) La Vacada, Santolea,
Teruel. d) Cueva del Civil, Valltorta, Castellón. e) Cueva
de los Caballlos, Valtorta, Castellón. f) Els Secansd,
Mazaleón, Teruel
-
-
- Cazadoras de a) Cueva del Tío Garroso,
Alacón, Teruel. b) Cueva Remigia, Castellón. c) Vald
del Charco de Agua Amarga, Valdealforfa, Teruel. d) Cueva de
Obón, Teruel
El
hecho de la errónea adjudicación del sexo a las figuras
de cazadoras, se podría deber a que las visiones de las
antiguas autoridades de la "ciencia institucional" (Obermaier,
Wernet, Breuil,...) influirían como sugestiones sobre muchos
estudiosos actuales del mundo de la Prehistoria, de manera que en
algunas parcelas aceptarían su visión, cuando sus
enunciados estaban condicionados por los valores dominantes de su
sociedad, en la que "los varones ejercían el papel
preponderante". Y desde este condicionamiento se sintieron
legitimados para pensar que la mujer nunca habría sido capaz
de cazar o realizar labores penosas. Pero dado los nuevos hallazgos:
antropológicos, etológicos, arqueológicos,...
que vienen a confirmar el papel preeminente femenino, ya no se puede
permitir afirmaciones basadas en estudios sesgados o en
consideraciones machistas acerca del papel femenino. Si la conducta
conservadora ha permitido que durante algún tiempo, se
mantuviese el error de considerar masculinas, figuras femeninas, ya
no es viable no cuestionar conceptos tradicionales. No se puede estar
indefinidamente defendiendo la visión parcial y
androcéntrica de antiguas autoridades (androcentrismo en
palabras de Victoria Sau: enfoque unilateral que toma al varón
/ hombre como medida de todas las cosas), que impusieron su
visión cuando su situación social era muy otra.
Por lo
que ya es hora es de analizar los documentos, de revisar las pruebas,
de denunciar las opiniones estereotipadas. De proclamar que nunca ha
sido cierta la idea imaginada por influyentes historiadores, que
proyectaban sobre la Prehistoria la idea de "los varones como seres
superiores que subordinaban a las mujeres, consideradas seres
maltratados y sumisos".
Como
apunta Fisher (1982, 110): "Tres
tratados más, todos de científicos sociales
influyentes, remitieron el parentesco primitivo a la mujer, a la
madre. Estos estudios no atribuían, sin embargo, ningún
estatus social generoso a las mujeres primitivas. Como la
mayoría de estos pensadores concebían a los hombre y
mujeres prehistóricos como individuos similares a los que
veían a su alrededor de la Inglaterra victoriana, se
imaginaron a sus ancestros masculinos como los patriarcas agresivos,
dominantes, militantes y autoritarios de aquellas familias
matrilineales. Y describieron a las hembras como seres sumisos,
débiles, inactivos...".
Y hora
es de revalorizar y recuperar el importante papel ancestral femenino
y de que los "científicos burócratas" permitan que
llegue al conocimiento general que en época arcaica la mujer
predominaba en el orden social.
LA MUJER EN LA PREHISTORIA
CAZABA
Si Blasco afirmaba de las
figuras presentes en obras de arte arcaicas españolas (1992,
23): "Los protagonistas de estas
escenas cinegéticas .. en el caso de las figuras asexuadas
parece lógico identificarlas también con hombres, ya
que sus atuendos, la potencia de la musculatura de sus piernas y
otros detalles son iguales a los de las figuras masculinas."
Y Clottes mantenía (1995, 62)
que en la Prehistoria: "... en
general, los hombres son los que cazan." Indica que muchos integrantes de este campo han
llegado a esta conclusión, bien porque desconocían las
propuestas de eminentes historiadores y antropólogos o bien
porque desechaban los ejemplos artísticos prehistóricos
o los míticos históricos, que ejemplificaban a mujeres
cazadoras y contradecían por tanto sus afirmaciones. Por lo
que se deduce que harían estas afirmaciones, incluso ante lo
evidencia de lo contrario, desde cierta ceguera selectiva que
muestran que estarían condicionados y habrían sido
formados en los prejuicios machistas vigentes aún en la
disciplina (que afecta tanto a arqueólogas como a
arqueólogos).
A la luz de los actuales
conocimientos aportados por prestigiosos antropólogos,
arqueólogos, historiadores, sociólogos,
mitólogos, etólogos,... no se puede seguir afirmando
que la mujer en la Prehistoria no cazaba o seguir adjudicando de
forma errónea, sexo masculino a las figuras asexuadas, ya que
se sabe representarían mujeres con armas, como bien podemos
comprobar:
- A - En diferentes testimonios arqueológicos
de la Prehistoria, bien figurillas o relieves o pinturas.
Presentan sin lugar a dudas a mujeres con armas o con
arco y flechas, reflejos de la arcaica existencia real de cazadoras
que les sirvieron de modelos. Y que atestiguan de modo
inequívoco que las mujeres desde la Prehistoria se dedicaban a
otras ocupaciones consideradas posteriormente "poco femeninas". Las
obras de arte arcaicas nos informan de las profesiones que
desempeñaban, ya que las reflejan: cazadora, reina,
agricultora, artesana, curtidora, sacerdotisa, curandera,
recolectora,... (mientras están ausentes de las más
arcaicas obras de arte antropomorfas legadas, las figuras masculinas,
a excepción de unas pocas de varones cazadores al final del
Neolítico). Y siguieron viviendo como cazadoras,
ejercitándose en los deportes, participando en competiciones,
manejando armas, domando equinos,... hasta que tras la
revolución patriarcal sucedida a partir de la Edad del Bronce,
se les negaron esos derechos.
Son
muestras de cazadoras armadas con arco y flechas las llamadas
«Damas Blancas»: de Damaraland (con mamas), Rodesia /
Zimbabwe datada en el IV milenio adne y la de Bramberg (lleva una
tira de cuero o textil que le aprieta las mamas, adornada con
círculos) rodeada de agricultoras, pintada en el Santuario de
Maack, Namibia datada entre los años 1000 al 650 adne.
-
- Cazadoras de Damaraland, Rodesia / Zimbabwe y de
Bamberrg, Maack, Namibia
-
- B - También evidencian que las mujeres
cazaban los testimonios etológicos sobre la conducta de los
primates.
Estos
estudios se basan en teorías evolutivas, que considera que la
conducta humana se deriva de la de nuestros antepasados animales,
aceptada la teoría de Darwin sobre la evolución humana
a partir de los protohomínidos. Consecuentemente se estudia la
conducta de primates para ver las similitudes: dan las claves de los
desarrollos evolutivos humanos. Los estudios de diferentes especies
realizados desde los 60s por Goodall, Galdikas, Fossey, Strum,
Thompson-Handler,... aportan en contra de las creencias
estereotipadas, que las hembras tienen un importante papel en su
sociedad y que participan en la caza en grupos (técnica
tradicional compartida por los primeros humanos). Y son las hembras
madres las que enseñan a sus descendientes con su ejemplo: el
conocimiento para la sobrevivencia y qué comida comer, a
recoger los alimentos adecuados y a cazar. Refiere Kay y Voorhies
(1978, 109): "Esta familia
matricéntrica, que se da en todas las comunidades de primates,
es la unidad de vida socioeconómica más probable de la
sociedad protohumana, según propuesta de Linton
(1970)."
- C - Atestigua que las mujeres serían
cazadoras los testimonios hallados en cementerios.
Se han
encontrado tumbas de mujeres acompañadas de ajuares de armas,
arcos y flecha, concreción de una profesión ejercida
por mujeres desde época inmemorial. Afirma Valdellano de
mujeres ibéricas (1989, 236): "A su vez las mujeres llevaban cuchillos y
puñales, puesto que aparecen en los ajuares
funerarios..." También aprecen
armas acompañando a las figurillas femeninas de la Edad del
Bronce (recuérdese las de Collado, Santander o Tabuyo,
León).
-
- Estelas grabafdas con armas acompañnado a
figuras femeninas de Collado, Santander y de Tabuyo,
León
A otras
se refiere Cristina Frade (1996, 15) cuando afirma: "Durante mucho tiempo, la historia de las amazonas
-las enemigas de los griegos que vivían en las estepas de lo
que es hoy Ucrania y el sur de Rusia- fue despreciada como un
producto de la imaginación de Herodoto. Las excavaciones de
Chertomlyk (Ucrania), entre otras muchas otras, han corroborado sus
informes sobre mujeres de apariencia masculina, vestidas como
guerreros y diestras con el arco."
- D - Corrobora que la mujer en época arcaica
cazaba y aprendió a manejar armas los testimonios
mitológicos.
Muchos
mitos, herederos de la Prehistoria, están protagonizados por
Diosas / heroínas dedicadas a la caza que se defendían
con su arco y flechas, que pone de relieve la persistencia de la
antiguas instituciones matriarcales en todo el universo. Algunas
cazadoras se denominan: Agrostina, Annika, Arduina, Artemisa
(Táurica, Elafébola, Hecaerge, Lafria, Venatriz,
Agrostera), Asherah, Atalanta, Attart-Sem, Basa Grande, Bendis,
Britomartis, Calisto, Cirene, Devana, Diana, Eucaris, Hécate,
Hippe, Kalgama, Melanipa / Hipa / Ociroe, Mielikki, Minerva, Mixcoac,
Nehalennia, Phiala, Podarga, Procris, Skadhi, Venatrix, Veretragna,
Zenobia, Zewana,...
- E - También ratifica que la mujer en
época arcaica cazaba los testimonios antropológicos
y etnográficos.
Estudios basados en las nuevas teorías
antropológicas y de culturas primitivas ponen de manifiesto
que las mujeres cazaban desde la Prehistoria, lo que lleva a
eminentes investigadores a defender que "toda la banda viajaba y cazaba junta" como afirma la antropóloga Linton (1979, 44),
e igual creencia mantiene el historiador Childe o Julien que confirma
en (1986, 30): "Para N. Tanner, no
sería «el hombre cazador» sino «la mujer
cazadora» quien sería responsable de la emergencia
humana." Y corroborado por el estudio
de sociedades primitivas en las que se observa que la mujer cazaba,
antes de que la influencia de culturas invasoras trastocaran los
papeles sexuales. (Una interesante película africana lo pone
de manifiesto. Fue emitida por TV-1 española el 5 de febrero
de 1995. Y fue rodada en la ciudad de Djiginoum, Senegal por la
comuna Zigunchor).
Todos
estos testimonios informan que las mujeres en época arcaica
cazaban y tenían un papel económico en la sociedad,
cuando en el Paleolítico la caza aún cubría las
necesidades alimenticias de la sociedad y era la mujer la que se
preocupaba en exclusiva de dar de comer a sus hijos: la mujer cazaba,
cuando los varones cumplían un papel subsidiario.
LA MUJER EN LA PREHISTORIA
TAMBIÉN EJERCÍA OTRAS FUNCIONES
Aunque
el error de considerar masculinas figuras que deberían ser
femeninas, no sólo se han cometido con cazadoras, sino
también con otras figuras femeninas que ejercían otras
profesiones en la Prehistoria: a) recolectoras, b) danzantes, c)
otras.
-
- Recolectora de Miel, Cueva de
Bicorp,Valencia
|
- a) Y mientras que Pericot calificaba en
Historia de España del Instituto Gallach,
Edición de 1987 como "hombre" la figura de
"Recolectora de Miel" pintada en rojo (en un gran panel
de una "escena de caza" con animales y figuras humanas
con arco y flechas, que no hemos dibujado) de la Cueva de
Bicorp de Valencia datada en el V milenio adne, ya es
calificada como "mujer" por Llull y Sanahuja en la
Edición de la Historia de España de la
misma Editorial, de 1994 (con una diferencia de
sólo siete años).
Recolectora que pone de manifiesto el
importante papel femenino en la sociedad
prehistórica, cuando era la mujer quien proporcionaba
el alimento a sus hijos (igual que pasa entre los primates).
En palabras de Llull y Sanahuja (1994, 17): "En la sociedad paleolítica, las
mujeres tuvieron un importante papel en la
alimentación del grupo, puesto que, al parecer,
fueron ellas las que lo abastecieron de productos
procedentes de la recolección..."
|
"Sally Linton, en 1971, es la primera
antropóloga, que basándose en la inexistencia de
evidencias de caza, propone un modelo contrapuesto al anterior, el
modelo recolector. Son las homínidas las que recolectaron, las
que inventaron los primeros instrumentos (palos cavadores y
contenedores para transportar los productos vegetales y las
crías) y las que, en principio, compartieron la comida con sus
crías."
Cuando
era la mujer la que, dado la obligación que tenía de
alimentar a sus hijos, inventaba métodos e buscar el alimento
(aún no existía la vinculación masculina, por
loq ue no podía haber ningún varón que cazase
para ella o la ayudara a sacar adelante a sus hijos, hecho que es
corroborado por múltiples detalles que informan que la familia
PATRIARCAL se estableció en la Edad del Bronce, o sea que en
principio existía la familia matricéntrica, en la que
la mujer se preocupaba de cazar, recolectar o plantar semillas para
dar de comer a sus hijos y la única que los enseñaba a
enfrentarse a la vida).
En
principio necesidades alimenticias de una sociedad con una
economía basada en la recolección llevada a cabo por
parte de la mujer recolectora de frutos, semillas, bayas, miel,... y
de caza de animales y más tarde basada en el cultivo por parte
de las agricultoras. En relación a ello afirman Hawkes y
Woolley (1977, 227): "Se admite por lo
general que, como derivación de su antigua función de
recolectora de alimentos vegetales, fue la mujer quién
inventó y desarrolló la agricultura".
A
propósito de ello declara Girard (1978, 730): "Los antropólogos atribuyen, generalmente, el
cultivo de las raíces alimentarias a la mujer, que, de
recolectora pasó a ser cultivadora." "Los mitos atribuyen el
hallazgo del cultivo original de la yuca a una mujer, sublimada a
categoría divina."
Y
Campbell en (1991, 364): "Aquí
fue la mujer quien se mostró suprema: no sólo eran las
portadoras de los niños sino también las mayores
productoras de alimentos. Al darse cuenta de que era posible
cultivar, así como recolectar vegetales, habían hecho a
la tierra valiosa y se convirtieron, por tanto, en sus poseedoras.
Así ganaron tanto poder económico y social como
prestigio, y se formó el complejo del matriarcado."
|
- b) También ha sido
calificada como masculinas las figuras femeninas pintadas
en la Cueva de la Saltadora, Barranco de la Valltorta,
Castellón, datada en el V milenio adne. Fue
descrito como masculina en 1947 por Menéndez Pidal
en (1975, 450) citando a las autoridades Obermaier y
Wernert, como: "Tres
hombres, al parecer danzando," ... Y ha sido descrita por Kuhn en (1957,
89) (historiador que no había bebido en las mismas
fuentes "científicas institucionales") como
"TRES MUJERES
(Valltorta)".
Tres
Mujeres pintadas en la Cueva de la Saltadora, Valltorta,
Castellón
|
- c)
Asimismo ha sido calificado de chamán varón, la
pintura de una figura antropozoomorfa embarazada de la Cueva de
Les Trois Frères, considerada de 16.000 años de
antigüedad. Su versión de la figura a la que
calificó como "El Hechicero" disfrazado de pieles de
animales, ha sido muy divulgada tal como fue dibujada por el abate
Breuil. Hoy día se han publicado fotos y calcos más
exactos de dicha pintura, que evidencian la manipulación
del abate como ilustra nuestra versión, basándonos
en una foto publicada por Wendt.
Visión del abate Breuil de pintura de Les Trois Frères
|
Nuestra visión de foto de la misma pintura: figura antopozoomorfa femenina embarazada
|
Pero
tras ser ampliamente divulgada en libros de historia, muchos
observadores han sido impregnados en esta idea a edad temprana.
Así que, basado en éste único y erróneo
ejemplo, persiste en el inconsciente de la población
occidental en general, la falsa creencia de que en el
Paleolítico había chamanes varones, a pesar de que es
incoherente con el hecho de la exclusiva representación de
figuras femeninas en el arte mobiliar. Incluso en muchos espectadores
al contemplar la pintura real, puede condicionarles la visión
tergiversada del abate, como una sugestión que les sugiere lo
que han de ver. De forma que es difícil erradicar un
estereotipo que se halla muy extendido, a pesar de las nuevas
investigaciones, si no existe una voluntad en erradicarlo.
Y
aún más, cuando algunos arqueólogos
contemporáneos siguen ateniéndose a lo que entienden es
el respeto a la ciencia y el camino "científico" que para
ellos es "exclusivamente decir lo que la autoridad ya ha dicho". Y
siguen considerando un Evangelio lo dicho por la autoridad.
Así que sencillamente omiten dar explicaciones. Aunque
afortunadamente, existen otros arqueólogos de algunas
publicaciones, que corrigen los estereotipos machistas.
PINTURAS CON ANIMALES Y
CAZADORES NO REFLEJAN VIDA COTIDIANA NI TENÍAN FINALIDAD
PROPICIAR LA CAZA
Leemos
en Beltrán y Royo (2000, 29) del panel en el que se hallan
figuras humanas (en nuestra opinión predominantemente
femeninas) y de animales pintado en la Cueva del Tío Garroso
en el Cerro Felío de Alacón, Teruel: "Pero no existe ni una sola escena venatoria ni por
descontado, cualquiera que puede referirse a actividades
económicas de producción o de simple
recolección. Un solo animal entre todos los anotados
podría llevar un venablo o flecha clavado, pero no es seguro.
Son dudosas las escenas de acoso y puede afirmarse, aunque resulta
anómalo, que esta sociedad de cazadores no pinta escenas de
caza. No obstante podemos afirmar con Mauro S. Hernández que
nos hallamos, ante un arte de cazadores, aunque para él sea de
época neolítica."
Con sus
palabras constata el hecho de que a) no hay unanimidad en la
comunidad científica en atribuir las pinturas levantinas a un
período determinado. Y b) aunque en pinturas levantinas se
representen animales y cazadores, la finalidad no sería
propiciar la caza.
- a)
Mientras unos las datan en el Paleolítico y consideran que
las pinturas de animales y cazadores serían realizadas por
pueblos cazadores, otros las datan en el Neolítico. Los que
las datan en el Neolítico aunque sin precisar
período exacto, época en la que la economía
estaba ya basada en el cultivo vegetal y la cría de
animales, se fundan en el hecho de que las especies
animalísticas representadas son postpaleolíticas y
por tanto se deduce que fueron realizadas por agricultores que
pintaban animales y cazadores.
Nosotros defendemos que las obras de arte rupestres
levantinas serían realizadas por pueblos agricultores del
final del Neolítico o incluso podrían haber
añadido figuras durante el Calcolítico: del 2900 al
2500 adne y perdurar hasta el final del Eneolítico: el
año 1500 adne. Lo confirmaría la existencia de varones
adultos, algunos itifálicos, ya que la figura masculina
adulta, sólo apareció en manifestaciones
artísticas de regiones del Mediterráneo, al final del
Neolítico, tras el monoteísmo femenino Divino de la
Prehistoria y antes de que la Diosa perdiese el trono (estando en
este período ausente del arte mobiliar peninsular). Así
Delporte (1982, 230) lo asegura respecto al cambio acaecido en la
cultura de Canaán / Palestina / Israel: "Es interesante señalar que en la cultura de
Beershéba, más reciente que las que hemos observado
más arriba, las estatuillas femeninas se presentan
acompañadas por algunas figuraciones masculinas; este hecho es
relativamente normal en las culturas de Oriente Medio, a partir de la
fase final del Neolítico, correspondiendo quizá a las
modificaciones del sistema socioeconómico, particularmente
referidas a la organización de la familia."
- b)
Está de acuerdo con la idea de que la finalidad de las
pinturas levantinas no sería la de propiciar la caza,
Blasco que se basa en el hecho de que los animales representados
no son los que les servían de alimento, ya que afirma en
(1992, 22) "faltan representaciones
de caza de especies menores, como puede ser el conejo, y por los
restos osteológicos analizados en muchos yacimientos
sabemos que es habitual entre los desechos
domésticos." Sus palabras y
argumentos son las mismos que Leroi-Gourhan aducía ya hace
casi medio siglo, cuando defendía que las escenas de
animales y cazadores francesas no perseguían
mágicamente asegurar la caza ya que, tras estudiar los
restos de comidas dejados por lo autores de las pinturas de
escenas de animales y de cazadores, descubrió que no
coincidía los restos de animales comidos con los pintados.
Y se preguntaba en (1983, 76): "¿por qué no hay más que una
única representación del reno en Lascaux, mientras
que está presente con exclusividad entre los restos
óseos, restos de comidas que cubrían el suelo de la
cueva?"
Y
Delporte en (1982, 282) repite: "...
en Lascaux, el caballo es tema utilizado generosamente en pinturas y
grabados parietales, mientras que la fauna consumida... fue el reno;
en el arte mobiliar de la cueva de La Vace es también el
caballo el más corrientemente representado, aunque entre la
fauna recogida... el caballo no aparezca... Estos dos ejemplos
muestra, pues, que el acudir exclusivamente a la magia de la caza
para explicar las razones del arte rupestre y mobiliar
prehistórico no sólo es simplista, sino incluso y sobre
todo erróneo..."
O sea
que el estudio de las manifestaciones artísticas de animales y
cazadores realizadas por nuestros ancestros desde la Prehistoria,
tanto en Francia como en España, junto con el estudio de los
restos de comida, no verifica la interpretación de que la
finalidad de las obras de arte con animales y cazadores fuera
propiciar la caza, ya que no se comían los animales
representados. Y los hallazgos científicos evidencian que es
falsa la hipótesis que defendía que las obras de arte
reflejaban escenas de la vida cotidiana, ya que la tarea más
habitual en el Neolítico era la relacionada con la agricultura
o la cría de ganado.
De
donde se deduciría que los protagonistas de las pinturas
rupestres representarían figuras Divinas de los mitos y sus
representantes en la Tierra. En estos casos no se
diferenciarían de las obras de arte de otras regiones, cuyas
motivaciones eran simbólicas, rituales y mágicas.
Así que tendrían carácter religioso, contenido
metafórico y finalidad mágica de asegurar la Fertilidad
y la cosecha.
No nos
ha quedado constancia de los mitos de época histórica
levantina, pero conocemos los herederos de los prehistóricos
de las más importantes mitologías de las religiones
agrícolas Mistéricas de las grandes civilizaciones de
Mesopotamia, Egipto, regiones del Mediterráneo,
América, etc,... Precisamente ellos nos darán las
claves para las figuras de animales, de cazadoras y de cazadores
itifálicos, ya que en los mitos aparecen figuras paralelas. Y
nos harían caer en la cuenta de que tanto los animales como
los humanos serían representaciones de la Gran Diosa Madre,
que asumía múltiples máscaras de animales, y su
paredro masculino o femenino, con el que empezó a compartir su
reino al casarse con él (pero que tras la revolución
patriarcal terminó por perder su primacía al ser
desplazada por su pareja, como la Diosa Ereskigal por Nergal,
Proserpina por Plutón, Lagamal por Ishmekarab, Rhianon por
Pwyl, Saulé por Menno, Ixchel por Itzamná, etc, etc...)
Confirma la identificación de los animales con
la Diosa, Ortiz-Osés que manifiesta (1982, 32):
"Barandarián llega a apuntar
ciertas correlaciones entre la Diosa y las figuraciones animales
rupestres." (En este caso se refiera
a la Diosa Mari, uno de los nombres de la Gran Diosa Madre, adorada
por los vascos). Y no sólo sería representada por
animales, sino por otros atributos como Pirenne manifiesta (1982,
39): "Probablemente la misma
evolución se operó entre todos los pueblos, pues, cosa
curiosa, todos han dado a la diosa madre los mismos atributos & ella
es la vaca, la leona, la gata; es también la vegetación
y como tal venerada en forma de árbol al que todas las
religiones antiguas han conservado como «árbol de
vida»". Y Laviosa (1955, 62)
ratifica: "Así la madre no
sólo se identificaba con el toro sagrado, con la serpiente,
con las palomas, con los pájaros, etc., cuyo aspecto tomaba,
sino también con el árbol, con las plantas, en las que
está implicada la divinidad."
FIGURA ITIFÁLICA
REPRESENTANTE DE SACERDOTE Y PAREDRO EUNUCOS, METÁFORAS DE
SEMILLAS
Y por
tanto las figuras de animales, las femeninas de cazadoras y las
masculinas de cazadores, a veces itifálicos presentes en las
pinturas levantinas serían en realidad protagonistas Divinos
de las mitologías agrícolas reflejadas en escenas
artísticas simbólicas. Y representarían
también a las más arcaicas sacerdotisas y a los
primeros sacerdotes que empezaron a compartir con ellas las funciones
de culto y las ceremonias de Fertilidad, en honor de la Gran Diosa y
su paredro mortal Deificado. Y que se autoemasculaban y se
convertían en eunucos para representar al paredro (castrado)
Divino.
De la
figura itifálica leemos en Blasco (1992, 30): "se ha interpretado como un principio
fecundador". Pero no estamos en
absoluto de acuerdo con su interpretación. En época
arcaica existía la creencia, ampliamente extendida en todo el
universo, de que únicamente tenía capacidad fecundante
y fertilizante el Principio femenino, considerado hermafrodita. Lo
evidencia las innumerables esculturillas femeninas, con torso o
piernas fálicas o con mamas y genitales masculinos: es decir
hermafroditas. Muestran la creencia heredada de que: la Diosa era
Padre y Madre, tenía tal grado de Autonomía que se
Autofecundaba, se Autoconcebía, se Procreaba, se Engendraba a
sí misma, se Reproducía (asexualmente). Y prueba de
ello son los más arcaicos mitos históricos heredados en
todo el universo, que hablan de Diosas que eran Madres
Vírgenes. Se creía que tenían hijos de manera
virginal (Virgo) a pesar de tener relaciones sexuales promiscuas,
dado que la virginidad significaba tener hijos sin que el Principio
masculino interviniese en la fecundación, ya que éste
se autolisiaba / autocastraba / era eunuco / impotente, sus genitales
se los comía un pez,...
Y tal
creencia estaba en concordancia con la creencia en la sociedad de la
ausencia de responsabilidad del varón en la concepción,
ya que se creía que la reproducción era asexuada / por
partenogénesis / virginal / hermafrodita / agámica /
afrodita. Un argumento favorable a esta tesis son las
múltiples costumbres que lo evidencian, como la covada o los
ritos femeninos para pedir el embarazo o la Fertilidad a la Madre
Naturaleza: testimonios que corroboran el desconocimiento de la
capacidad fecundante masculina, por lo que se creía que tanto
la Diosa como las mujeres eran madres vírgenes. Lo confirma
Pirenne (1982, 44) cuando dice: "En el
grupo humano es sobre todo la madre la que aparece esencialmente como
fuente de toda vida, de un modo particular en esa época en que
la unión conyugal no existía de modo
estable." Su expresión "como
fuente de toda vida" expresa la creencia arcaica de que la mujer sola
creaba al nuevo ser. Y leemos en el Tomo 33 (1988, 1001):
"... el sociólogo
escocés (Mac Lennan) parte del supuesto de que la
incertidumbre de la paternidad fue lo único que
determinó la fase matriarcal."
Contrariamente, con el advenimiento de la
revolución patriarcal y el papel preponderante que el
varón empezó a jugar en la sociedad, se creía
que el principio de la descendencia pertenecía exclusivamente
al padre. De esta manera, en época griega cuando las mujeres
tenían hijos sin estar casadas legalmente, se decía que
eran madres "vírgenes" o paradójicamente tenían
hijos "engendrados por Divinidades". Un comentario de los redactores
del Espasa, Tomo 33 (1988, 1005) atestigua de tal costumbre:
"... fue engendrado por Zeus, es
decir, por un padre desconocido, una característica del
matriarcado." Y que en realidad
explica un hecho desde la visión patriarcal, con nuevas
creencias patriarcales que considera al Principio masculino con la
capacidad de dar la vida, tras apropiársela y
quitársela a la madre y atribuir al padre ser el único
causante de la reproducción. Dice al respecto Rutherford
(1994, 59): "... toma la única
vía que vía que tienen abierta: negar la
intervención de la Gran Madre en el misterio del nacimiento.
Contamos con ejemplos en los que el varón es quien lleva al
niño en su seno. Zeus da a luz a Atenea pariéndola por
la cabeza, y a Dionisio por el muslo. Los indios americanos
también recurren a esta treta y en el mito hindú nos
encontramos con los ayonija, es decir, con aquellos seres nacidos sin
gestación uterina."
Y
leemos en Ortiz-Osés en (1982, 70): "Gould Davis en su «The first sex», trad. al
alemán bajo el excelente lema «Al principio era la
mujer», ha analizado polémicamente este proceso de
patriarcalización en el que Jehová destrona a la vieja
diosa Anat, Abel (pastor patriarcal) a Caín (agricultor
matriarcal), Zeus a Metis, los héroes masculinos a las
Héroas femeninas (Hera), los ángeles masculinos a las
viejas «ánimas» femeninas originariamente concebidas
como espíritus femeninos de los antepasados. Lo mismo ha hecho
J. Schreier en su obra «Göttinnen» (Diosas), en donde
se nos ofrece una profundización. Según ella, el
hombre-varón funda su época patriarcal
apropiándose de las virtualidades matriarcal-femeninas:
así, todos los neo-dioses masculinos de la creación
(Jehová, Zeus, etc.), se apropian del arcaico carácter
matriarcal-femenino de la pro-creación, e. d., de la fuerza
creadora-generatriz de Gea-Gaia, Rea y demás
diosas.".
En
realidad la figura itifálica de las pinturas levantinas no
representaría ningún poder fecundante, sino que
sería antecesora de la figura masculina de religiones
agrícolas históricas: el ser mortal que iba a sufrir un
accidente en el que iba a terminar castrado y muerto, llamado en
diferentes panteones: Atis, Adonis, Eshmund, Osiris, Combabo, Pwyll,
Pelles, El / Elkersunisa, Dumuzi / Duzi, Adonis, Tammuz-Adonis,... Y
este paredro era el hijo o el amante o el esposo o el hermano de la
Gran Diosa, por cuya causa moriría y por quien sería
llorado, resucitado y Deificado: Cibeles, Militta, Astarté,
Isis, Afrodita, Rhiannon, Istar, Inanna, Enyoma,
Ninni-Ishtar,...
Este
varón itifálico jugaría el mismo papel que
algunas cazadoras heridas o desplazándose a zancadas de las
pinturas de los paneles levantinos, que también serían
antecesoras de figuras mitológicas que iban a morir o a ser
raptadas e iban a resucitar gracias a su Madre Divina: así la
Diosa Afrodita iba a salvar a Britomartis, Afrodita / Pasifae a
Ariadna, Axieros a Axiokersa, Ceres a Perséfona o a Libera o a
Ferefata, Cibeles a Misa / Mises, Cotito a Proserpina,
Cuerauáperi a Xaratanga, Damia a Auxesia, Dana a Aranrhod,
Eithinoha a Onatag, Freia a Idunna, Hercina a Proserpina, Ixmucana a
Ixquic, Kerri a Lúufri, Krumina a Nigola, Lusia a Robigo, Mari
a Basa Grande, Prithivi a Bhavani / Kali, Retia a Acavister, Sena a
Galia, Diosa hindú Tierra a Sita, Tailtiu a Lugna,...
Precisamente el hecho de que varones itifálicos
compartan el panel con figuras de cazadoras heridas, indicaría
que éstos fueron añadidos en fecha posterior con la
introducción de modificaciones en los mitos, el culto y en la
sociedad.
Y
siendo todos, protagonistas metafóricos de la historia de la
agricultura, cuyas aventuras codificaban las etapas por las que
pasaba la agricultura, desde que se enterraba la semilla (paredro,-a
muerto,-a), germinaba la vegetación y florecía gracias
a las lluvias (paredro,-a resucitaba tras ser llorado,-a por la Madre
Divina) y seguía hasta que se recolectaban los frutos de la
cosecha. Y cuya muerte y resurrección se conmemoraba en
fiestas, como en las muy posteriores "Agrionías" fiestas
salvajes y rústicas de mujeres furiosas / Bacantes, con
sacrifico real o simulada de un joven [Espasa, Tomo 3 (1888, 480)],
recordando el mito de Dionisio despedazado por los titanes,
símbolo de la muerte de la semilla, que parece ser se
celebraba en todos los países donde se estableció culto
a Dionisio y de la que es heredera la Semana Santa cristiana, que
conmemora la muerte y sacrificio de Jesús, que muere como
semilla de vida para dar de comer a la humanidad (ambas figuras
míticas herederas que combinan diferentes influencias de
mitologías anteriores, con variaciones y modificaciones, pero
que conservan el modelo original).
De
estos seres mortales dice Husain (1997, 79): "En estos mitos agrícolas el hijo representa la
semilla enterrada, hasta que reaparece con la forma de planta que
comienza a brotar. Las plantas maduran hasta ser cosechadas y el
ciclo entero vuelve a representarse."
Describe Bernabé (1987, 42): "... un dios muerto desmembrado y resucitado (aspecto
que se aviene con la «muerte» de la espiga, la siembra y el
brote de la nueva espiga, en el caso de los dioses del
grano),..." Refiere Hawkes y Woolley
(1977, 286): "El ritmo estacional fue
relacionado con el enterramiento de la muerta semilla y su
renacimiento en el verde tallo..."... "Al desarrollarse esto, la
antigua diosa-madre vio su importancia disputada por un hijo, una
divinidad masculina, cuya pérdida tenía ella que
llorar, pero que podía obtener en ella su propia
resurrección." Respecto a la
muerte y resurrección de Osiris, un ser mortal protagonista de
la religión agrícola egipcia, cuya muerte se relaciona
con la siembra de la semilla, leemos en la Encicl. Espasa, Tomo 40
(1991, 86 - 861): "Frazer reconoce en
el mito osiriano todas las características del culto de un
espíritu de la vegetación. Osiris sería uno de
estos dioses agrarios que cada año, en el tiempo de las
cosechas, son desmembrados por las hoces y que enterrados en forma de
semilla renacen durante la primavera á (sic) impulsos de una
nueva vida. A pesar de la pompa con que en los tiempos posteriores
los sacerdotes rodearon la adoración de Osiris, la
concepción del dios como el grano de trigo aparece clara en la
festividad de su muerte y resurrección celebrada primero en el
mes de Khoiak y después en el mes de Athyr. Tal festividad
estaba esencialmente dedicada a la siembra,..."...
"Los
granos habían germinado dando renuevos de unos 6 á
(sic) 8 cm. La significación de este objeto no es
difícil de presumir."
En el
caso de que la paredra fuera femenina afirma Campbell en (1992,
220): "... el matrimonio de la
doncella diosa o Dema es equivalente a su muerte, que se imagina como
un descendimiento al interior de la tierra, su metamorfosis en
alimentos..."
PROTAGONISTAS DE ANIMALES
Y HUMANOS DE CARÁCTER ASTRONÓMICO
Hemos
comentado que Barandarián, Pirene,... manifiestan que las
pinturas de animales rupestres representan a la Diosa. Y nosotros
defendemos además que representarían a) constelaciones
animalísticas personificadas por la Diosa. Y el resto de
figuras de las complejas escenas representarían otras
constelaciones en determinada situación estelar. Y b) todos
los protagonistas concretizan mitos que narran metafóricamente
la historia de la agricultura.
- a)
Para mostrarlo nos basaremos en un mito de la religión
agrícola griega, en el que los protagonistas
agrícolas son la Diosa Artemisa y su paredro el cazador
Orión. El drama narra que la Diosa Artemisa envió a
Orión un escorpión que le causó la muerte.
Posteriormente el nombre del cazador Orión fue dado por los
griegos a la constelación que hoy se llama así. Y
para el que es apropiado la reflexión que leemos en la
Enciclopedia Espasa, Tomo 40 (1988, 476): "Los astrólogos alejandrinos decían
que Orión, estando de caza con Artemisa..."... "y
ésta lo castigó haciendo salir del suelo un
escorpión que le mordió y le causó la muerte.
Esta leyenda tiene estrecha relación con el hecho
astronómico de que, cuando el Sol entra en
Escorpión, va al ocaso la constelación de
Orión." Asimismo Ridpath y
Tirion (1986, 190) afirman: "En una
leyenda el jactancioso Orión es picado por un
escorpión que le produce la muerte, y ahora se sitúa
en el firmamento de modo que desaparece en tanto emerge la
constelación Scorpius."
O sea
que el mito que narra el envío del escorpión por parte
de Artemisa a Orión conecta con un hecho astronómico de
determinado día del calendario en que se producía una
precisa situación estelar: justo aquella que ocupan lugares
diametralmente opuestas encima del horizonte: cuando empezaba el orto
crepuscular del signo de Escorpio, personificado por Artemisa,
coincidía con que la constelación de Orión,
personificado por su paredro que le da nombre, se iba al ocaso /
moría (tras el ocaso del sol, cuando empieza su período
de invisibilidad / de su muerte). La configuración estelar de
la aparición y desaparición sincrónica de las
constelaciones es la que indicamos.
- b)
Asimismo el mito de la muerte del cazador Orión plasma
metafóricamente la historia de la agricultura,
identificándose Orión con la semilla que se entierra
antes de germinar. Dado que el mito sigue narrando que
posteriormente la misma Diosa Artemisa lo lloró y
resucitó, los hechos narran una sucesión de
constelaciones en conexión con la época de siembra y
la posterior germinación de la semilla enterrada
(resurrección de paredro) en vegetación y
floración de la Naturaleza, gracias a las lluvias que
penetran en el mundo subterráneo.
Y dado
las creencias ancestrales en el pensamiento mágico, fundamento
del comportamiento religioso, nuestros ancestros, cuando
querían que vinieran las lluvias tras la siembra de la
primavera, realizaban ritos de duelo y obras de arte de finalidad
mágico-astronómico, para invocar a la Divinidad:
esperaban que se dejase convencer y asegurase la aparición del
fenómeno de la lluvia que tenía una aparición
regular y coincidente con el ocaso / penetración en el mundo
subterráneo del grupo estelar de Las Híadas "Las
Lluviosas"(coincidente con el ocaso de Orión).
Hechos
paralelos lo refleja Campbell de otros paredros mortales que mueren y
resucitan gracias a los lloros mágicos, propiciadores de
lluvia, de una Diosa Madre en (1991, 418): "Ahora bien, el dios muerto y resucitado de las
civilizaciones desarrolladas arcaicas de Oriente Próximo,
Tammuz-Adonis, por quien las mujeres lloraron en el Templo de
Jerusalén (Ezequiel, 8:14) y cuyo equivalente egipcio era
Osiris, estaba cazando un jabalí cuando éste le
corneó en la ijada y lo dejó impotente;
descendió muerto al mundo inferior y resucitó cuando la
diosa Ishtar-Afrodita -cuyo animal no es el gato de algalía,
sino el león- descendió al Mundo Subterráneo y
lo liberó."
Corrobora nuestra hipótesis astronómica
de que también otras cazadoras desplazándose a zancadas
en diferentes paneles rupestres se identificaría con la
constelación Orión, la cazadora principal de la Cueva
del Tío Garroso. Entre las piernas aparece pintado una serie
de puntos que forman determinado dibujo. Hemos representado cercana
la configuración de estrellas que forman la
constelación Orión (caso artístico que no es el
único que refleja tanto la situación estelar de forma
explícita y la representación simbólica). Al
lado hemos representado la cazadora de Damaraland identificada
también con tal constelación. Lo evidencia porque lleva
cinturón, metáfora formal que alude a las estrellas que
se alinean en medio de la constelación Orión, llamadas
"El Cinturón", y porque el perímetro de la cazadora
dibuja un pentágono unido a un trapecio imitando la
configuración de dicha constelación.
-
- Cazadora de la Cueva del Tío Garroso,
Alacón, Teruel, encima de puntos que configuran la
constelación del Orión
CONCLUSIÓN
Nosotros hemos entendido que en este congreso se
pedían propuestas de futuro. Así que hemos propuesto
que los planes de estudios arqueológicos incorporen
descubrimientos que corroboran plenamente que la mujer podía
ser protagonista de las escenas artísticas
prehistóricas, puesto que está documentada la idea de
que la mujer cazaba en la Prehistoria.
Por lo
que si quieren seguir manteniendo la interpretación
errónea de describir las figuras asexuados como masculinas,
basándose en el argumento de que la mujer no cazaba,
sería defender ideas más allá de la
lógica y ejemplo del sesgo androcentrista y de la no
aceptación de teorías sobre el importante papel
femenino en la Prehistoria.
Lo que
tratamos es que en el nuevo milenio no se siga manipulando a los
estudiantes en los antiguos prejuicios hacia las mujeres, y que no
aprendan la visión distorsionadora y condicionante en valores
machistas, cuando aún no tienen sólidos conocimientos
que les impidan defenderse de los dogmas. Y así, eliminado el
androcentrismo los futuros arqueólogos, puedan aceptar y
comprender el hecho de que en otros tiempos fue la mujer quien
dominaba al clan, para que asuman la igualdad de derechos entre los
sexos.
Hoy
día no puede seguir aceptándose estos modos machistas
ni se debe actuar con inhibición frente a tales atentados.
Basta ya de amparar legalmente un código de modos y
hábitos machistas. Los protagonistas de las pinturas
prehistóricas levantinas, tanto varones y mujeres, deben
adaptarse a los avances de la ciencia. Sigamos considerando como
"... figuras masculinas (las) que, en
muchas ocasiones, tiene marcado el sexo, a veces exageradamente
acusado." Y empecemos a considerar
por justicia y respeto a la ciencia, tengan mamas o no, como figuras
femeninas las abundantísimas "... figuras asexuadas", "...tipología de
«cestosomáticos» (figuras muy alargadas, de torso
triangular y piernas robustas y largas),
«paquípodos» (representaciones cortas de
proporciones muy gruesas) ..."
(tomando prestadas las palabras de Barandarián), ya que tales
rasgos, obviamente, describen a figuras femeninas.
Y por
el más elemental principio ético, por el bien y el
enriquecimiento de la ciencia arqueológica tenemos la
esperanza de que en el futuro:
- - No
se permita que se enmudezcan los artículos con una
sólida base científica y de investigación que
divulgan ideas innovadoras, sólo por el hecho de que son
antagónicas o que presentan conflictos con teorías
convencionales defendidas con cierto fanatismo científico,
y mantenidas como materia de fe dentro de la disciplina, a pesar
de que aún no están plenamente comprobadas, y que
incluso existen estudios de hace años que las contradicen y
muestran sus errores.
- - Se
difunda y publiquen trabajos polémicos. Para que los que
actúen de buena fe y mantienen actitudes dogmáticas,
puedan discutir, cambiar de opinión y aceptar las nuevas
hipótesis que defienden el significado astronómico a
las manifestaciones artísticas.
- - Se
abandone la censura y denigración de trabajos
controvertidos, la descalificación global y personal, ya
que la discusión no puede estar definitivamente cerrada
cuando los conocimientos evolucionan.
SELECCIÓN
BIBLIOGRÁFICA
- ABREU, F. B. (1999): Las claves
del Arte y la Religión Prehistórica. Actas del XXV
Congreso Nacional de Arqueología, Valencia,
Diputació de València.
- - (1999): Claves
Astronómicas del Arte y la Religión
Prehistórica. Ed. F. B. Martín-Cano Abreu, Zaragoza.
- ALCINA, J. (1982): Arte y
antropología. Alianza E., Madrid..
- ALMAGRO, M. (1947): Historia
Universal del Arte Hispánico. Ars Hispaniae. Volumen
Primero. E. Plus Ultra, Madrid.
- - (1981): Manual de historia
universal. Prehistoria. Tomo I. E. Espasa-Calpe, Madrid, 1960-1970
y 1981
- BAMBERGER, J. (1979): El mito
del matriarcado. (Antropología y feminismo, compilado por
Olivia Harris y Kate Young). E. Anagrama, Barcelona.
- BARANDIARÁN, I. (1990):
1- Paleolítico. Historia de España. 1 Desde la
prehistoria hasta la conquista romana (siglo III a. C.). (dirigida
por A. Domínguez). E. Planeta, Barcelona.
- BELTRÁN, A. (1968): Arte
Rupestre Levantino. Seminario de Prehistoria y Protohistoria.
Facultad de Filosofía y Letras. Zaragoza.
- - (1993): Arte
Prehistórico en Aragón. Iber Caja, Obra Cultural.
Zaragoza.
- BELTRÁN, A. y ROYO, J.
(2000): La Cueva del Tío Garroso en el Cerro Felío.
Alacón (Teruel). Revista Cauce, año 2, Nº 6.
Alacón, Teruel.
- BERNABÉ, A.
(Introducción). (1987): Textos literarios hetitas. Alianza
E., Madrid.
- BLASCO, M. C. (1992): La
pintura prehistórica levantina. Cuadernos de Arte
español, Historia 16, Nº 24, Madrid.
- BLASCO, M. C. y SUREDA, J.
(1997): Los Orígenes - Prehistoria y primeras
civilizaciones. (Historia Universal del arte. Dirigida por Joan
Sureda). Plawerg S. A., E. Planeta, Barcelona.
- BLÁZQUEZ, J. M. (1991):
Historia Universal. Prehistoria y Primeras Culturas.
Océano-Instituto Gallach, E. Océano,
Barcelona.
- BRU, M. (1984): La mujer en el
arte Prehistórico. (La imagen de la mujer en el Arte
Español, prólogo Durán). E. Universidad
Autónoma de Madrid.
- BURGUIÈRE, A. (Bajo la
dirección de). (1988): Historia de la Familia. Tomo I.
Alianza E., Madrid.
- CAMPBELL, J. (1991): Las
Máscaras de Dios: Mitología primitiva. Alianza E.,
Madrid.
- - (1991a): En diálogo
con Bill Moyers. El poder del mito. Emecé Editores,
Barcelona.
- - (1992): Las Máscaras
de Dios: Mitología occidental. Alianza E., Madrid.
- CLOTTES, J. (1995): Las cuevas
paleolíticas de Francia. Investigación y Ciencia,
Nº 228, septiembre, Barcelona.
- DELPORTE, H. (1982): La imagen
de la mujer en el arte Prehistórico. E. Istmo,
Madrid.
- DUHARD, J.-P. (1993):
Réalisme de l'image féminine paléolithique.
CNRS Editions, Paris.
- Enciclopedia Universal
Ilustrada Europeo-Americana. 70 Tomos. E. Espasa-Calpe, Madrid (E.
de 1930, 1985-86, 1991, 1993 y 1994).
- FISHER, H. E. (1982): El
contrato sexual. La evolución de la conducta humana. E..
Argos Vergara, Barcelona, 1984.
- FRADE, C. (1996): Miles de
años de sexo. Periódico El Mundo, Madrid,
15-12-96.
- GALIAY, J. (1936): I
Prehistoria (Edad de Piedra). Tip. E. Berdejo Casañal,
Zaragoza.
- GIRARD, R. (1978): Historia de
las Civilizaciones Antiguas de América. Tomos I-II-III.
Hispanoamérica E., México.
- HARRIS, O Y YOUNG, K. (1979):
Antropología y feminismo. Introducción. E. Anagrama,
Barcelona.
- HAWKES, J. y WOOLLEY, S. L.
(1977): Prehistoria y los comienzos de la civilización.
Historia de la Humanidad. Tomo 1. E. Planeta, Barcelona.
- HAYNES, R. (1997): Dreaming the
Sky. Sky & Telescope, Volume 94 - Number 3, September,
Belmont, U.S.A.
- HUSAIN, S. (1997): La Diosa. E.
Debate Madrid. Círculo de Lectores Barcelona.
- JULIEN, M. (1986): El papel de
la mujer. (Gran Atlas de Arqueología, E. de Christine
Flon). E de la Encyclopedia Universal Ebrisa, Barcelona.
- KAY, M. y VOORHIES, B. (1978):
La mujer: un enfoque antropológico. E. Anagrama,
Barcelona.
- KUHN, H. (1957): El arte
rupestre en Europa. Seix Barral, Barcelona.
- LAVIOSA, P. (1955):
España e Italia antes de los romanos. Editada por Julio
Martínez Santa-Olalla, Madrid.
- LEROI-GOURHAN (1983): Los
primeros artistas de Europa. Colección Las Huellas del
Hombre, dirigida por Enmanuel Anati. E. Encuentro, Madrid.
- LICHARDUS, J. y M. (1987, 161):
La protohistoria de Europa. E. Labor, Barcelona.
- LINTON, S. (1979): La mujer
recolectora: sesgos machistas en antropología.
(Antropología y feminismo, Harris y Young). E. Anagrama,
Barcelona.
- LLUL, V. y SANAHUJA, E. (1994):
Historia de España. Prehistoria y Edad Antigua. Tomo 1.
Instituto Gallach de Librería y E. Océano,
Barcelona.
- MARTÍN-CANO, F. B. (-):
Significados metafóricos de glifos gallegos y de otros
lugares del universo. Congreso Internacional de Arte Rupestre
Europea. Pazo-Museo Municipal "Quiñones de León"
Vigo, noviembre 1999 (en prensa). Vigo.
- MARTÍNEZ, C. (1985): La
mujer en la España prerromana. Historia 16, Nº 105,
Madrid.
- MAYR, F. K. y
ORTIZ-OSÉS, A. (1989): La mitología occidental. E.
Anthropos, Barcelona.
- MAZO, C., MONTES, L.,
RODANÉ J. M. y UTRILLA, P. (1987): Guía
arqueológica del Valle de Matalarraña.
Diputación Aragón.
- MENÉNDEZ PIDAL, R.
(Dirigida por) (1975): Historia de España. E.
Protohistórica. Tomo I. E. Espasa-Calpe, Madrid.
- MOURE, A. y SANTOS, J. (1997):
Historia de España, Volumen 1. Prehistoria. Espasa Calpe,
Madrid.
- NATHAN, M. (1987): La crisis
alimentaria de la prehistoria. Alianza E., Madrid.
- ORTIZ-OSÉS, A. y MAYR,
F. K. (1982): El inconsciente colectivo vasco. E. Txertoa, San
Sebastián.
- PERICOT, L. (1987): Historia de
España. Prehistoria y Edad Antigua. Tomo 1. Instituto
Gallach de Librería y E. Océano, Barcelona.
- PIJOÁN, J. (1996): El
Arte Prehistórico Europeo. Summa Artis. Historia General
del Arte. Vol. VI. E. Espasa-Calpe, Madrid.
- PIRENNE, J. (1982): Historia
del Antiguo Egipto. Volumen I. E. Océano-Éxito,
Barcelona.
- POMEROY, S. B. (1987): Diosas,
Rameras, Esposas y Esclavas. E. Akal, Torrejón de Ardoz,
Madrid.
- RIDPATH, I., TIRION, W. (1986):
Guía de las Estrellas y los Planetas de los Hemisferios
Norte y Sur. E. Omega, Barcelona.
- ROHRLICH-LEAVITT, R., SYKES, B.
y WEATHERFORD, E. (1979): La mujer aborigen: el hombre y la mujer.
Perspectivas antropológicas. (Antropología y
feminismo, Harris y Young). E. Anagrama, Barcelona.
- SIRET, L. (1994): Orientales y
occidentales en España en los tiempos prehistóricos.
Amráez Editores, Macael (Almería).
- TARRADELL, M. y N., GENERA, M.
(1993): Gran Historia de la Humanidad. Prehistoria. Primeras
culturas urbanas. V 1. Difusora Int., Barcelona.
- UBIETO, A. (Director) (1988):
De la Prehistoria a la Edad Media. Enciclopedia Temática de
Aragón. Historia I, Tomo 8. E. Moncayo, Zaragoza.
- VALDELLANO. (1989): Historia de
España. Desde los Orígenes.... Tomo I. S. A. de
Promoción y E., Madrid.
- VIÑAS, R.
(Dirección), RIPPOLL, E. (Presentación) (1982): La
Valltorta. E. Castell
- VIVES, A. (1924 y 1926): La
Moneda Hispánica. Tomos 1 al IV y Atlas, E. Reus,
Madrid.
- WEBSTER. P. y NEWTON, E.
(1979): Matriarcado: enigma y paradigma. (Antropología y
feminismo, Harris y Young). E. Anagrama, Barcelona
- WENDT, H. (1981): Del mono al
hombre. E. Bruguera, Barcelona.
-
- ----------
- Artículos
relacionados:
- Debate
académico de Arqueología - Parte II. Androcentrismo
de los que dan género masculino a pinturas o grabados de
figuras femeninas. http://martincanot.iespana.es/debatearqueo2.html
- Recolectoras, danzantes y cazadoras pintadas en
escenas artísticas prehistóricas levantinas.
http://contraandrocentrismo.iespana.es/danzantes.html
- Participación femenina en la vida militar:
mujeres guerreras. http://culturaarcaica.iespana.es/mujeres.guerreras.html
- Las
más arcaicas profesiones femeninas: Reina, agricultora,
recolectora, cazadora, artesana, guerrera, música, maestra,
sacerdotisa, jueza,... http://contraandrocentrismo.iespana.es/
profesionfemenina.htm
------------------------------------------------------------------------
Copyright ©
2000 Martín-Cano. Todos los derechos reservados. Se permite
difundir, citar y copiar literalmente los contenidos de los
documentos en esta web, de forma íntegra o parcial, por
cualquier medio, siempre bajo los criterios de buena fe, para fines
no lucrativos y citando la fuente.
No se puede
alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de esta
obra.
------------------------------------------------------------------------
Contactar con
Martín-Cano en el correo electrónico:
Si quiere puede
debatir sobre sobre el Arte, la Mitología y la Cultura desde
la Prehistoria con otros contertulios, tras darse de alta a
través de un servidor gratuito
de Listas de Correos, en el foro de CONOCIMIENTOS EN LA PREHISTORIA
enviando un correo electrónico a: Conocimientos_en_la_Prehistoria-subscribe@yahoogroups.com o en la url de http://groups.yahoo.com/group/Conocimientos_en_la_Prehistoria
O puede darse de alta en el foro VINCULACION-FEMENINA enviando un e-mail a: Vinculacion-femenina-subscribe@yahoogroups.com o o a través de: http://groups.yahoo.com/group/Vinculacion-femenina/
Home:
[INDEX]
Algunas falsas ideas sobre los papeles sexuales en la Prehistoria
-
-
-
-
- La visión feminista de Martín-Cano ha revolucionado los mundos académicos androcéntricos de la Arqueología, Antropología y Astronomía: Adherirse: http://www.facebook.com/pages/Francisca-Martin-Cano-Abreu/50559454191
-
-
- Francisca MartÃn-Cano Abreu on Facebook
-