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Un canario en "55 días en Pekín"

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 En toda China se sucedían atentados contra extranjeros, principalmente religiosos y misioneros y sus atacantes eran los que los europeos llamaban "boxers", fanáticos y crueles.

Escena de la película 55 días en Pekín, en la que intervienen entre otros actores Ava Gardner, Charlston Heston y David Niven

La misma Emperatríz Tseu-Hi lo veía con buenos ojos. Se daba la circunstancia que había fallecido el prudente Ministro Kung. Por el contrario, el Príncipe Tuan consejero dela emperatriz poseía una animadversión contra los europeos. 

Tseu-Hi y sus consejeros comenzaron una lucha para expulsar a los extranjeros de China publicando un edicto.

El 13 de junio de 1900 se inicia la matanza y el 20 de junio, el embajador alemán barón Von Ketteler fue asesinado. La emperatriz se negó a recibir a los demás embajadores.

Los boxers atacaron el Barrio de las Legaciones donde vivían los embajadores, sus familias, soldados y refugiados que allí se ampararon. Entre los embajadores estaba el de España, el canario Bernardo de Cologan y Cologan que en esos días era Ministro de España en Pekín y decano del cuerpo diplomático acreditado en la corte imperial (era el primero entre todos los embajadores, aunque en la película su papel lo hace el embajador Británico).

En el Barrio de las Legaciones se fortificaron como pudieron y aceptaron el combate. Se trataba de alemanes, británicos, españoles, americanos, austro-húngaros, franceses, japoneses y rusos.

El mismo embajador Bernardo Cologan hospedó en la Legación española al embajador francés enfermo de tifus.

Durante 55días los asediados lucharon heroicamente palmo a palmo.

 

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La emperatriz Tseu-Hi

El 6 de julio buena parte del Barrio de las Legaciones estaba en manos de los asediadores. No obstante, los asediados dieron un golpe fuerte al volar mediante una incursión por las cloacas, el Almacén de Municiones de los boxers.

A medida que pasaba el tiempo, la emperatriz veía desvanecerse sus esperanzas y su confianza en el príncipe Tuan.

Mientras, se organizaba una expedición internacional presidida por el Mariscal alemán Waldersee. España no pudo mandar tropas por haber perdido hacía poco las Filipinas y no contar con una base allí para enviarlas. Esta expedición entró en Pekín el 14 de agosto.

La emperatriz tuvo que aceptar una situación nueva y abrir China al mundo occidental. Tseu-Hi antes de morir nombró como su sucesor en el trono al joven Pu-Yi que fue el último emperador.

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Última actualización de esta página 06/01/05