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Juan de Miranda (1723-1805).
Primer pintor de Gran Canaria, muy estimado por su obra que se puede
considerar como de gran mérito y que figura con nutrida representación
en la colección de la Casa Condal de la Vega Grande.
Sus dotes se le conocieron desde la más extrema juventud (comenzó a
pintar en 1733). Ciertas circunstancias
de orden personal le hicieron trasladarse a la Península donde tuvo
ocasión de contemplar las obras de los grandes maestros. Aunque
apesadumbrado por este éxodo, hubo de pintar magníficas obras en
Sevilla y Mérida, donde dejó una Santa Secilia que se reputa como gran
obra de la pintura del XVIII. Después se trasladó a Tenerife donde su
labor fue mucho más fecunda. Su relación íntima con la escuela Sevillana
la llevó siempre dentro, mostrando un carácter frío que surge al
exterior como característico ejemplo de un autor que pintó "El
Martirio de San Sebastián". Mirando el colorido de esa obra, hemos
de comprender mejor su carácter de hombre sobrio, alejado y lleno de
melancolía. El dibujo perfecto de dicho cuadro sólo es parangonable
con el de su pareja "La Inmaculada de Concepción" murillesca
y suave.
El celebérrimo D Luis de la Cruz, miniaturista de época de Fernando
VII, fue su discípulo.
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