Hacia un modelo para estimar las alteraciones del trabajador en función de los procesos de cambio en las tecnologías de la información y las comunicaciones

Introducción
 


En la literatura clásica de teoría organizacional se suele hallar a los factores tecnológicos como imperativos dentro de los procesos de cambio tendientes a mejorar la eficiencia y la eficacia de las organizaciones. En este sentido, estas teorías han supuesto a la tecnología tanto como un elemento ambiental dado, como un elemento interno que es necesario para generar una ventaja competitiva. Sin embargo, existen argumentos que muestran evidencia sobre que la tecnología en sí misma no es capaz de generar tales ventajas sin un objetivo y una necesidad estratégicos, y sin enmarcarlas dentro de la cultura organizacional en la que se espera generar dicho cambio.

El influyente estudio de (Davenport y Short, 1990), establece la capacidad secuencial de las tecnologías de la información en la reingeniería de procesos de negocio, de modo que "permiten efectuar cambios en la secuencia de las tareas en un proceso, a menudo permitiendo trabajar simultáneamente en múltiples tareas". De acuerdo a estos autores, la reducción de tiempo ha sido sólo un objetivo secundario en la ingeniería industrial tradicional, aunque advierten que cada vez es mayor el número de compañías que están compitiendo sobre la base del tiempo. Para ellos "la racionalización [de los factores productivos] no es un fin en sí mismo, y de esta forma es insuficiente como un objetivo del rediseño de procesos". Al respecto, cabe preguntar entonces si la inclusión de las tecnologías de la información en el rediseño de procesos productivos se justifica por el simple hecho de querer racionalizar el recurso tiempo. La promesa de las actuales tecnologías de la información de permitir tomar (mejores) decisiones de una forma acelerada, por lo tanto, no justificaría por si misma la necesidad de aplicar tecnologías al rediseño de procesos.

Los conceptos de eficiencia y eficacia forman parte del lenguaje de toda administración de empresas. Estos conceptos provienen de una raíz tecnológica; nacen del desarrollo de la termodinámica a través del dominio del desarrollo de las máquinas de vapor, donde los ingenieros definieron la eficiencia de la máquina para establecer las relaciones entre los flujos de calor y las pérdidas de entropía de los sistemas con los que trabajaban. El traslado del concepto a la organización del trabajo ha tenido una gran relevancia a lo largo de una gran variedad de perspectivas, especialmente a aquellas administraciones orientadas a la búsqueda de objetivos tales como la reducción de costos.

Históricamente, se ha observado que los cambios tecnológicos han sido considerados dentro de los más importantes factores de cambio social. La Revolución Industrial aparece como uno de los principales ejemplos, aunque la literatura señala ejemplos más puntuales que enmarcan además una tendencia filosófica que se espera recoger en esta comunicación.

Ya en 1908 Max Weber puso de manifiesto la necesidad de observar al trabajador (obrero) no sólo con su carácter de factor productivo en el sentido económico, sino que es necesario observar también las "características" de ellos; sus cualidades físicas y psíquicas, sus características culturales, sociales, éticas y geográficas, las condiciones generales de vida en las que se circunscriben, y no menos importante, la manera en cómo la industria necesita, pretende y logra (o no) adaptarse ante los cambios del entorno contando con este individuo.

El trabajo de Weber se ciñó, sin embargo, a una industria muy diferente a la que se observa hoy. Las TICs son un producto de desarrollos muy recientes y que han alterado profundamente los mecanismos y procesos de producción, así como, tal vez, la forma en la cual hoy se resuelven los problemas cotidianos, o los mecanismos cognitivos y operativos de la sociedad en su conjunto; quizá incluso a nivel gnoseológico y epistemológico. Parece muy necesario ampliar esta concepción social del trabajo a la situación actual, recogiendo la experiencia de cambios tecnológicos relevantes en nuestra historia. A modo de ejemplo, El trabajo de (Rifkin, 1996) sugiere que, en la experiencia de los Estados Unidos, la inclusión de las tecnologías ha provocado que estas ganancias de eficiencia se traduzcan directamente en pérdidas de empleo, ya que la cantidad de trabajo que las máquinas pueden realizar sobrepasan en mucho a la cantidad de trabajo que pueden realizar las personas; ejemplos propuestos por el autor incluyen la invención de las recolectoras de algodón, las consecuencias de la inclusión de la robótica en las cadenas de montaje de automóviles, entre otros diversos ejemplos. Aunque esta cita indica una variable específica de afectación como consecuencia de la modificación tecnológica en la industria, tanto la observación de la situación actual de las organizaciones, como la revisión de la literatura muestran que los frentes en los cuales el individuo se ve afectado tras la inclusión de modificaciones en los procesos de producción o en los procesos de toma de decisiones, son múltiples. En este trabajo se pretende construir un modelo que permita jerarquizar estos niveles de afectación, y determinar los factores relevantes que deben ser considerados a fin de diseñar sistemas de información aplicados a los requerimientos organizacionales, que minimicen el riesgo de afectar de modo nocivo a los individuos.

 

Definiciones
 

El concepto sobre el que se centra este trabajo, es el de Sistemas de Información y de las comunicaciones, y sus tecnologías (SIC + TIC). Las definiciones de estos conceptos han evolucionado continuamente tras el surgimiento de nuevas posibilidades de operación de las tecnologías relacionadas, y pueden tomarse como ejemplo las propuestas por (Diebold, 1974 ; McNurlin y Sprague 1989-1999; Laudon & Laudon, 1996; Lucas, 1997; Turban et al., 1996 - 1999; Alter, 1999; Khanzanchi & Munkvold, 2000; ANSI, 2002) que varían en cuanto al foco de aplicación, o según conveniencia para el estudio para el cual estas definiciones fueron forjadas. Para efectos de este trabajo, se considerará que Tecnología de la Información y de las Comunicaciones (TIC) es el conjunto de mecanismos que generan la actividad de recopilar y procesar datos, producir salidas de información, y diseminar información a usuarios. Los Sistemas de Información y de Comunicaciones (SIC) son sistemas que utilizan esta tecnología para efectuar sus procesos: capturar, transmitir, almacenar, manipular, devolver y mostrar información. Aquellos sistemas de información que interesa estudiar en este caso, son aquellos que utilizan como parte de su tecnología de la información, a computadores y redes de comunicaciones.


 

Impacto de los sistemas de información y de las comunicaciones, y sus tecnologías
 

En la literatura aparece evidenciada una preocupación por los efectos que conlleva la implementación de sistemas de información y de las comunicaciones, y sus tecnologías, tanto en el ámbito intra- como extra-organizacional. El trabajo de (Olson y Lucas, 1982) efectúa una revisión retrospectiva de estudios sobre sobre el efecto de los sistemas de información en las actividades del trabajo y patrones de comunicación, aunque reportan (hasta ese momento) haber encontrado poca atención prestada hacia los efectos a largo plazo en el funcionamiento de la organización, y presentaron un conjunto de proposiciones relacionadas con sus efectos sobre: la naturaleza del trabajo, los individuos, las comunicaciones organizacionales, las relaciones interpersonales, las relaciones interdepartamentales, y la estructura organizacional y los procesos. (Huber, 1990) presentó un esquema similar, aunque centrado en los efectos sobre el diseño organizacional, la inteligencia y los procesos de toma de decisiones. Este autor presentó catorce proposiciones relativas sobre el impacto de la inclusión de las tecnologías de información avanzadas, relativas a propiedades específicas de ellas, elaborando a partir de éstas una teoría que las relaciona jerárquica y algorítmicamente.

Impactos a nivel industrial y de organización del trabajo

(Orlikowski & Gash, 1994) presentan una postura escéptica sobre mostrar a las tecnologías de la información como fuentes de éxito para las empresas por el simple hecho de adoptarlas o implementarlas. De acuerdo a estos autores, el optimismo basado en las tecnologías de la información parte de dos fuentes de evidencia empírica: a) la inexistencia de conexión entre el desempeño y la adopción de una tecnología; y b) partiendo de la resource based view, que ha implicado el uso en años recientes de la "hipótesis de necesidad estratégica", proponiendo que las firmas no pueden esperar de las tecnologías de la información la generación de ventajas competitivas dado que la mayoría de estas tecnologías están disponibles para todas las firmas de la industria, y que además proveen valor a la firma incrementando la eficiencia en la coordinación interna y externa.

La tecnología es una importante fuente de variación ambiental y así un factor crítico que afecta la dinámica de la población de empresas en una industria. El trabajo de (Tushman & Anderson, 1986) investiga los patrones de cambio tecnológico y su impacto en las condiciones ambientales. Argumentan que los patrones de cambios en tecnología afectan dramáticamente las condiciones ambientales de la industria. Mientas que la tecnología es una fuerza que conduce el curso de la evolución ambiental, es un elemento clave para entender mejor cómo el ambiente, y finalmente las organizaciones, evolucionan a lo largo del tiempo.

Estos resultados sugieren que la tecnología no es un recurso ambiental estático. Por el contrario, los avances tecnológicos a través de la competencia entre tecnologías alternativas promovidas por organizaciones rivales. A nivel de organización, la acción tecnológica como la inversión en I+D, puede convertirse en un mecanismo poderoso para dirigir de cerca las condiciones ambientales y, a cambio, la adaptación organizacional.

El trabajo de (Davenport & Short, 1990) sugiere un conjunto de capacidades de las tecnologías de la información y de sus implicaciones en la organización. Las capacidades que señalan los autores son: (a) transaccional, mediante la cual las TI pueden transformar procesos no estructurados en transacciones rutinarias; (b) geográfica, mediante la cual las TI pueden transferir información con rapidez y facilidad a través de largas distancias, haciendo los procesos independientes de la geografía; (c) automática, mediante la cual las TI pueden reemplazar o reducir el trabajo humano en un proceso; (d) analítica, por la cual las TI permiten lidiar con complejos métodos analíticos para enfrentar un proceso; (e) secuencial, que indica que las TI pueden permitir cambios en la secuencia de tareas en un proceso, a menudo permitiendo trabajar simultáneamente en múltiples tareas; (f) de gestión del conocimiento, permitiendo la captura y diseminación de conocimiento y experiencia para mejorar los procesos; (g) de seguimiento, que implica el seguimiento detallado del estado de las tareas, entradas y salidas; y (h) de des-intermediatización, por medio de la cual las TI pueden ser utilizadas para conectar dos equipos dentro de un proceso que de otra forma habría estado conectado a través de un intermediario interno o externo.

Impactos en la Estructura Organizacional

Estructura puede definirse como "las características prevalentes de una organización reflejadas por la distribución de unidades y posiciones dentro de una organización y sus relaciones sistemáticas entre ellas". La estructura es vista como definida por patrones, con una interacción repetida entre actores sociales (Weick, 1969). La tecnología, en tanto, es considerada como una variable importante en relación a la estructura organizacional (Burkhardt & Brass, 1990).

Los trabajos de (Olson y Lucas, 1984; Danziger y Kraemer, 1986; Huber, 1990; Burkhardt y Brass, 1990) dan cuenta de evidencia de los cambios que los sistemas de información provocan en la estructura organizacional, aunque cabe señalar que los cambios en los sistemas de información han provocado el surgimiento y utilización masiva de aplicaciones que no han sido consideradas en estos estudios. La masificación del uso de sistemas de comunicación en red, aplicaciones basadas en estructura cliente/servidor, las tecnologías de internet, entre otras aplicaciones, corresponden a la última década del siglo XX.

Aunque actualmente popular, la noción de que las firmas debiesen fundir la tecnología con las dimensiones humanas no es nueva, buscando sus raíces en la perspectiva sociotécnica. (Huber, 1990), como la reconociliación entre las necesidades humanas, organizacionales y tecnológicas, argumentando que la maximización del desempeño tecnológico requiere simultanea optimización de los subsistemas tecnológicos y sociales de la organización. Subsecuentemente, otros estudios han mostrado que la tecnología tiene un desempeño pobre en ausencia de alineamientos apropiados con las estructuras y las culturas organizacionales, conclusiones que han recibido soporte consistente de parte de las escuelas de relaciones humanas y de la de contingencia, así como en las investigaciones que relacionan organizaciones y tecnología (Huber, 1990; Orlikowski & Gash, 1994).

Impactos en las estructuras de red organizativa, de Autonomía y de Poder

Para (Pfeffer, 1981), el poder es el primer y más importante fenómeno estructural. Aquellos que se encuentran en el poder buscan mantener su poder por medio del refuerzo de la estructura organizacional existente. Es importante notar que las estructuras de poder a nivel organizacional serán dependientes de la tendencia de los grupos de buscar unanimidad en la conceptualización del entorno (Schein, 1982). La interacción y la influencia son relacionales, un cambio en esta configuración por los individuos resulta en un cambio en el sistema completo. El poder es un fenómeno social, dependiente de los atributos de los demás. Si el comportamiento es consistente con sus atributos, entonces aquellos percibidos como poderosos son poderosos.

Por otra parte, es comúnmente aceptado que los individuos se sienten, de algún modo, incómodos con la incerteza, y trabajarán para estructurar, organizar, e interpretar el mundo que ellos experimentan. (Burkhardt & Brass, 1990).

Una de las hipótesis que maneja un conjunto de estudios sobre el impacto de las TIC en el ámbito organizacional, sostiene que las relaciones de interacción individual y el nivel de poder, entendido como el nivel de centralidad de un individuo en la red organizacional; así como también la estructura de autoridad, se modifican de un modo significativo. Los individuos abrazan o rechazan la nueva tecnología, y consecuencia de ello, mantienen o cambian sus patrones de interacción y relaciones de influencia.

Uno de estos estudios es el de (Burkhardt & Brass, 1990), quienes adoptan la perspectiva de red social sobre la estructura e incluyeron el poder como una variable clave. Estos autores buscaron determinar si la difusión de una nueva tecnología fue seguida por patrones de red establecidos previamente por aquellos que se encontraban en posición de poder y centralidad reforzando sus posiciones, o si la introducción de incerteza resultó en un cambio de patrones de interacción e influencia. Si bien el estudio aporta importantes conclusiones sobre el impacto de las TIC sobre la estructura organizacional, los hallazgos apuntan a que la implementación de una nueva tecnología favorece la posibilidad de reestructuración, o lo que los autores denominan un "shock exógeno". Los autores señalan que aunque los resultados sugieren que los sistemas computacionales no hacen decrecer la influencia de los empleados, otros tipos de innovaciones tecnológicas pueden producir diferentes resultados. Los resultados indican la importancia de considerar el tipo de tecnología introducida.

El estudio de (Tushman & Anderson, 1986) enfrenta la problemática de los cambios en las estructuras de poder según el instante en el que los individuos "adoptan" (en el sentido de ser eficaces en la comprensión y uso de ella) una nueva tecnología que ha sido implantada en la organización. Sugieren que los primeros en adoptar ( early adopters ) son los primeros en lidiar con la incerteza o "la diferencia entre la cantidad de información requerida para completar una tarea y la cantidad de información actualmente poseída" creada por el cambio tecnológico. Los early adopter s tienen, según sugieren los autores, la habilidad de reducir la incerteza tecnológica para otros dentro de la organización, y con ello incrementar la centralidad de la red y el poder. Sugieren, por ejemplo, que cuando un nuevo sistema computacional es introducido, la incerteza tecnológica se puede volver alta para aquellos individuos dentro de la organización que previamente se han basado en el manejo manual de la información para cumplir con los requerimientos del flujo de trabajo. Estos individuos pueden buscar y volverse dependientes de aquellos capaces de reducir la incerteza tecnológica; la consecuencia es que estos últimos pueden volverse más centrales en las interacciones de la red social. Las principales conclusiones a las que llegan los autores, indican que las tecnologías de la información, generan cambios importantes en los patrones de comunicación, tendiendo a un mayor nivel de interacción con los early adopters , que esta tendencia es incremental en el tiempo, es decir que mientras antes adopte un individuo la tecnología, mayor será la probabilidad de cambiar su posición de centralidad y poder en la organización, y que estos cambios son independientes del éxito de la tecnología a nivel de la industria (o del éxito en otras organizaciones). De forma coherente con el estudio de (Tushman y Anderson, 1986), la estructura de poder se modificará en función del nivel previo de centralidad del early adopter .

La perspectiva cognitivista ofrece una perspectiva diferente sobre el impacto de los SIC + TIC; esta tiene que ver con la relación existente entre los procesos mentales y la actividad con la máquina. Uno de los trabajos revisado corresponde al efectuado por (Orlikowski y Gash, 1994), quienes proponen en este sentido un marco de referencia central para examinar las interpretaciones que las personas desarrollan alrededor de las tecnologías. Sugieren que los diferentes grupos dentro de una organización tienen diferentes marcos ( frames ), definiendo éstos como un "repertorio de conocimiento tácito que es utilizado para imponer estructura e impartir significado a información social y situacional, que de otro modo sería ambigua, para facilitar su comprensión", existiendo en literatura previa una variedad de términos similares para identificar la idea de estructuras cognitivas compartidas, incluyendo "mapas cognitivos", "marcos", "marcos interpretativos", "esquemas interpretativos", "modelos mentales", "guiones", y "mundos de pensamiento" ("thought worlds"). Estos "marcos" aparecen como un elemento clave dentro de la dinámica de liderazgo grupal.

Impactos en el Tiempo y la Temporalidad

En el mismo sentido en el que se ha definido el concepto de tecnología definitoria, se ha propuesto que las tecnologías de la información y las comunicaciones son la tecnología definitoria de nuestra época. No sólo ha (está) cambiado (cambiando) una buena parte de nuestra actividad, sino que también la forma como se percibe el mundo; tal como es común utilizar la metáfora del cerebro y la mente humanos para referirnos al hardware y al software de los computadores (Bolter, 1984; Lee & Whitley, 2002). En este sentido, tanto el reloj como las tecnologías de la información afectan los aspectos temporales de los individuos, de las organizaciones y de la sociedad, así como la forma en la que el tiempo es percibido (Lee & Whitley, 2002).

A nivel organizacional, es generalmente aceptado que la implementación de tecnologías de la información, acelera fuertemente los procesos de negocio y de esta forma ahorra grandes cantidades de tiempo a las organizaciones que las implementan. Si esto se contrasta con el paradigma de la organización científica de Taylor, es casi evidente visualizar que las ganancias de tiempo transformadas en menores costos de la mano de obra provocarán una importante reorganización de los factores productivos.

El estudio de (Davenport y Short, 1990) establece la capacidad secuencial de las tecnologías de la información en la reingeniería de procesos de negocio, de modo que "permiten efectuar cambios en la secuencia de las tareas en un proceso, a menudo permitiendo trabajar simultáneamente en múltiples tareas". De acuerdo a estos autores, la reducción de tiempo ha sido sólo un objetivo secundario en la ingeniería industrial tradicional, aunque advierten que cada vez es mayor el número de compañías que están compitiendo sobre la base del tiempo. Para ellos "la racionalización [de los factores productivos] no es un fin en sí mismo, y de esta forma es insuficiente como un objetivo del rediseño de procesos". Al respecto, cabe preguntar entonces si la inclusión de las tecnologías de la información en el rediseño de procesos productivos se justifica por el simple hecho de querer racionalizar el recurso tiempo. La promesa de las actuales tecnologías de la información de permitir tomar (mejores) decisiones de una forma acelerada, por lo tanto, no justificaría por si misma la necesidad de aplicar tecnologías al rediseño de procesos.

Para estudiar el efecto temporal de las tecnologías de la información en las organizaciones, (Lee & Liebenau; 2000a, 2000b) reseñan diferentes estudios y destacan una perspectiva que establece una dicotomía en la forma de organizar el tiempo en el establecimiento de tareas: la monocrónica y la policrónica.

Los estudios revisados(Davenport & Short, 1990; Peiró et al., 1993; Lee & Liebenau; 2000a, 2000b) sobre el impacto provocado por las tecnologías de la información parecen aportar evidencia que apoya sus respectivas hipótesis, que en general señalan que la aplicación de las tecnologías de la información a nivel organizacional en los procesos productivos tienden a generar cambios en su naturaleza crononómica y aplicando un mayor dinamismo a éstos, alterando las dimensiones que relacionan tiempo y tarea. Sin embargo, no se hace mención en los estudios revisados a las implicaciones extra-productivas, es decir, si se argumenta efectivamente que la aplicación de las tecnologías de la información generan ganancias de eficiencia tras la reducción de la cantidad de tiempo tomada en la ejecución de los procesos, y ello se traduce en una competencia basada en la capacidad de responder cada vez más rápidamente a los cambios en el mercado, entonces ¿existen en la organización límites estructurales impuestos a la variable temporal, que pongan en riesgo la supervivencia de los productos? ¿Qué fenómenos organizacionales se producen como consecuencia de una reducción de la temporalidad de los nuevos productos? ¿Producen estos fenómenos algún tipo de consecuencia en los individuos producto de la modificación "forzada" de los procesos productivos?

Salud y Seguridad

La maquinaria computacional trae consigo efectos no deseados que afectan la salud de los individuos. El trabajo continuo con esta maquinaria implica tener consideración frente a alteraciones del sistema músculo-esquelético, o al trabajo en condiciones térmicas o de radiaciones electromagnéticas específicas, a factores posturales, y a factores psicológicos tales como el denominado tecnostress relacionado con síntomas particulares de tensión en los individuos (Brod,1984). Aunque la Ergonomía estudia los diseños apropiados para el trabajo con las máquinas, la tendencia es que en el trabajo con maquinaria computacional se obedezca a estándares y no a un diseño específico del puesto de trabajo poniendo acento en la tarea de modo de adaptar la máquina al usuario; producto de esta relación inversa, es posible esperar observar un elevado nivel de incidencia en cuanto a la salud y seguridad de los individuos.

Ética de la Informática

La importancia del estudio de la ética de la informática aplicada al ámbito organizacional, no radica en el sólo hecho de que la aparición de los computadores provoque per se un cuestionamiento moral. La justificación que dan (Weckert y Adeney, 2000) parece fundamentada en general: "la ética tiene como objeto de estudio los actos humanos, y el uso y desarrollo de la tecnología informática forma parte de esos actos humanos" (pp. 17). El campo de la ética de la informática "comprende todos los temas éticos relativos a la producción, almacenamiento, acceso y distribución de la información" (Johnson, 1994). Lo que la ética de la informática enarbola es la cuestión del buen y mal uso de la información en una sociedad informatizada. (Mitcham, 1989)

Los SIC + TIC poseen la particularidad de tener una evolución rápida, lo que implica que los argumentos aplicados al estudio de sus consecuencias en las organizaciones están constantemente cambiando. El concepto de ética de la informática apareció tan pronto como las primeras computadoras comenzaron a hacer su incursión, pero las teorías relacionadas no incluyeron en sus argumentos las tecnologías hoy existentes tales como Internet, la masificación de las comunicaciones en tiempo real, o las relaciones con otras disciplinas tales como la biotecnología, la inteligencia artificial o las ciencias de la cognición. El entendimiento del concepto de computación ha evolucionado considerablemente, desde la poco amistosa y centralizada mainframe ; han cambiado desde una máquina para calcular y almacenar datos, programada sólo por " gurús " en lenguajes de alta complejidad, a un diverso conjunto de elementos entendidos más como medios de comunicación. De esta forma, los aspectos éticos relevantes comprendían en un inicio los relativos al almacenamiento e intercambio de información de las personas, y con el advenimiento de tecnologías como Internet, el énfasis fue puesto en ciertas formas de comportamiento, en la concepción de la libertad, privacidad y anonimato, y en el lenguaje (Tavani, 2001).

La pregunta que surge como punto de partida en la descripción del estado del arte en diferentes autores (Johnson,1994; Weckert y Adeney, 2000; Tavani, 2001), es si acaso la ética de la informática corresponde a un campo de estudio completamente nuevo, o si en realidad se encuentra como una extensión de antiguos dilemas éticos. Históricamente han existido diferentes visiones, que se basan en concepciones meta-éticas, cuyos fundamentos serán analizados independientemente más adelante. La primera de ellas, propone que en realidad no existe nada de nuevo en ella, y que las TICs son, simplemente, herramientas y canales de comunicación como otros ya existentes (el papel, los archivadores, la comunicación oral y escrita, etc.) que conllevan los mismos dilemas éticos. Otra visión, propuesta inicialmente por Walter Maner (1), sugiere que las TICs han traído consigo un conjunto de nuevos y únicos elementos éticos que no pueden haber existido sin la tecnología computacional, argumentando que para estos dilemas no ha sido posible encontrar equivalencias morales en ámbitos no-computacionales. La perspectiva propuesta por (Johnson, 1994; 1997) establece un equilibrio entre estas dos anteriores, sugiriendo que la ética de la informática incita a pensar "sobre los aspectos éticos que rodean a los computadores como una nueva especie de antiguas cuestiones morales" (pp.10).

Una visión distinta fue propuesta por (Moor, 1985), para quien "la ética computacional es el análisis de la naturaleza e impacto social de la tecnología computacional y la correspondiente formulación y justificación de políticas para el uso ético de la tecnología", y argumenta que la tecnología computacional es particularmente diferente a todas las demás debido a su "ductilidad lógica", es decir, que los computadores pueden ser modelados para realizar cualquier actividad que pueda ser expresada "en términos de entradas, salidas y operaciones lógicas", y que por lo tanto esto genera un conjunto de "nuevas posibilidades" para el quehacer humano. Estas "nuevas posibilidades" crean de este modo, "vacíos" concernientes a la normativa y política existentes para guiar estas nuevas posibilidades de acción, estableciendo de este modo que la disciplina de la ética de la informática es "el campo especializado de la identificación de vacíos en la política creados por los computadores, clarificando las confusiones conceptuales que rodean estas cuestiones, y la formulación y justificación de nuevas políticas para aquellas áreas en las cuales bien no existen políticas, o bien donde las existentes no pueden ser extendidas adecuadamente".

(1) Walter Maner (1996). Unique Ethical Problems in Information Technology. Science and Engineering Ethics , 2(2): 137-154. Referencia tomada del artículo de (Tavani, 2001)


 

Modelo propuesto
 

La revisión anterior permite mostrar que la modificación tecnológica al interior de la organización provoca un conjunto de alteraciones en el ambiente. En particular, tales modificaciones parecen influir sobre el individuo desde diversos ángulos. Lo que se busca es establecer si es posible predecir la respuesta de los individuos ante cambios tecnológicos, en función de algún conjunto de parámetros (individuales) específicos de entrada. En la Figura 1 se propone un esquema hipotético que resume los factores que pueden, en primera aproximación, afectar al individuo en estas condiciones. Estos factores, corresponden a: a) Factores de Mercado, b) Factores Tecnológicos Puros, c) Factores Físicos, d) Factores Psicológicos, e) Factores Organizacionales, f) Factores Sociales y g) Factores Éticos; y se explican a continuación.

Factores de Mercado

De lo revisado, estos factores incluyen todos aquellos elementos que ejercen presión sobre la organización y que provocan que ésta reaccione modificando sus procesos productivos. La justificación de lo anterior en el ámbito tecnológico, viene dada por el ciclo de vida de los productos: al acortarse, las empresas deben buscar los mecanismos que garanticen su competitividad. Esta modificación podría tener una implicación directa en el individuo. Dentro de este factor, aparecen variables como el ciclo de vida de los productos, o la alteración de la velocidad y mecanismos de los procesos productivos. Aunque la relación no parece directa, es necesario resaltar que elementos tales como la necesidad de la organización de, por ejemplo, contar con habilidades nuevas para la correcta aplicación de nuevos procesos, o la mayor exigencia impuesta por el mercado en cuanto a requerir nuevas características en variables tales como tiempo y calidad, requieren ser analizados desde la perspectiva del trabajador.

Factores Tecnológicos Puros

Al incorporarse una nueva tecnología, los individuos deben trabajar con ella y por lo tanto, su implicación tiene una directa relación con los procesos de adaptación, aprendizaje y re-aprendizaje. Surge aquí la pregunta de la influencia que tiene este elemento sobre un individuo que no pueda cumplir con la esperanza de la empresa de que se satisfagan estos requisitos, es decir, que no logre asimilar la nueva tecnología y trabajar de manera eficaz y eficiente con ella, o de cuál es el nivel de presión al que se ve sometido al sumarse este elemento. Como tales, aparecen las variables relacionadas con los procesos de aprendizaje, de re-aprendizaje, de adaptación, que vienen a significar la cuantificación del efecto que tiene sobre el trabajador la incorporación de un nuevo factor tecnológico que debe ser aprendido con la finalidad de aplicarlo efectiva y eficientemente en los procesos productivos; del efecto sobre la capacidad de realizar las tareas a las cuales el trabajador ha realizado por prolongados periodos de tiempo, con un nuevo conjunto procedimental; y de su capacidad para adaptarse a las características del nuevo proceso. El factor tecnológico puro, en términos generales, no debe entenderse en este sentido como la simple inclusión de un hardware o un software, sino a la relación de proceso y entorno que esta modificación conlleva.

Factores Físicos

Los factores físicos incluyen los elementos de la biomecánica, o el estudio de las leyes de la mecánica aplicadas al movimiento de las personas; del gasto bioenergético, o el estudio del consumo energético en los organismos; y del entorno, dentro del cual aparecen los elementos visuales, sonoros, lumínicos y materiales del medio. Es importante destacar que los factores físicos tienen relación con los factores psicológicos, como por ejemplo, de la observación de que el trabajo con una postura incorrecta puede ocasionar estrés o cansancio.

Factores Psicológicos

Entre estos, cuentan todos los elementos del individuo relativos a los procesos mentales. Dentro de éstos, se observan los elementos de motivación, de capacidades o aptitudes, de actitudes, y del contrato psicológico. Los cambios tecnológicos tienen una fuerte componente cognitiva, puesto que, como se ha argumentado, los sistemas de información y de las comunicaciones operan en un dominio específico y bajo reglas específicas; al modificarse la tecnología, por lo tanto, cambia el dominio en el cual el individuo actúa, y por lo tanto, parece intuitivo pensar en que el ámbito psicológico sea alterado.

Factores Organizacionales

En los factores organizacionales se cuentan todos aquellos elementos relativos a los procesos sociales que ocurren dentro de la organización. Aquí se observan: la cultura empresarial, la estructura organizacional, el clima organizacional, las estructuras de poder y la estrategia. Como se ha señalado, los cambios tecnológicos en determinadas circunstancias provocan cambios estructurales en las organizaciones, incluso a nivel industrial, sin embargo queda la interrogante de lo que ocurre con los individuos cuando estas modificaciones debido a este tipo de cambios se llevan a cabo.

Factores Sociales

Dicen relación con los elementos de interacción del individuo con el resto de la sociedad. Aquí surgen la aculturalización, o los procesos de integración del individuo en una determinada sociedad, la estructura familiar, las creencias individuales y la idiosincrasia, entre otros. La relevancia de considerar estos factores, es que el individuo en el trabajo trae consigo este conjunto de elementos, y por lo tanto, al existir una modificación tecnológica, la comprensión y el trabajo con ésta puede verse afectada por dicho conjunto.

Factores éticos

Como se señaló en el capítulo de ética de la informática, las cuestiones morales son relevantes tanto a nivel individual como a nivel social. Aunque por lo general las normas de comportamiento (implícitas o explícitas) son marcadas por patrones sociales (a través de la legislación o de mecanismos como los códigos deontológicos), el comportamiento individual estará influenciado por su propia escala de valores. De este modo, es relevante considerar que si el surgimiento de una nueva tecnología abre nuevas posibilidades de comportamiento, entonces el individuo estará afectado por esta consideración y podrá actuar (o inactuar) de una forma diferente.


 

Modelización
 

Se espera que cada uno estos factores recién descritos tengan una relevancia relativa diferente. Es por este motivo que en el esquema se han incluido los coeficientes que quieren significar cuán "cerca" o "lejos" en importancia está el factor i respecto del individuo j, o cuánto es el peso específico de cada factor al determinar el nivel de influencia que tiene el cambio tecnológico en él.

Por otra parte, parece relevante considerar que de modo recíproco, en una base general, el individuo pueda ejercer modificaciones sobre estos factores para adaptarse al cambio. Estos coeficientes se han llamado , que significan el potencial de influencia al factor i por el individuo j.

De esta forma, se espera que la influencia Ij pueda tener el cambio tecnológico para el individuo j, sea un valor de la forma

 

donde f es alguna función de estos los coeficientes D i y ß i .

De lo anterior, parece posible esperar que sea posible predecir en alguna magnitud el impacto neto del cambio tecnológico en la organización, considerando que éste sea un resultado de la forma

 

donde quiere representar el diferencial de cambio neto en la organización O, debido al cambio tecnológico K, y que es una función g() de los coeficientes D ij y ß ij


 

Análisis y conclusiones
 

El modelo propuesto es un primer paso para determinar las alteraciones que conlleva un cambio tecnológico derivado de una modificación en algún sistema de información sobre el individuo dentro del ámbito organizacional.

La perspectiva con la que se ha abordado este modelo, corresponde a una visión holística donde confluyen diferentes disciplinas presentando una dificultad particular en cuanto a la correcta cuantificación y medición de los factores, según sea el caso. Sin embargo, este modelo presenta la ventaja de organizar los elementos que han de considerarse al momento de evaluar el impacto sobre el trabajador que proviene de un cambio tecnológico, y estimar de alguna forma que consideraciones han de tomarse a priori al planificar una reestructuración de los sistemas de información.

El modelo requiere futura investigación para determinar si las hipótesis que funda son correctas, y para poder evaluar los coeficientes y funciones que de éste se derivan. En particular, estas hipótesis se corresponden con a) una hipótesis de existencia de los factores críticos señalados; b) una hipótesis de identidad que señala que los factores críticos señalados son capaces de explicar de manera precisa la alteración en el trabajador producto de un cambio tecnológico; c) una hipótesis de valoración, que señala que los factores críticos son medibles y que en consecuencia son determinantes de la afectación sobre el individuo; d) una hipótesis de implicación tras la cual se indica que el conjunto de factores críticos implican un cambio tanto en la motivación individual, como en la eficacia y eficiencia de los procesos productivos, y la organización del trabajo en su conjunto; e) una hipótesis de dirección individual, que implica que la dirección del cambio (sea éste positivo o negativo con respecto al individuo) está determinada por el peso específico de los factores críticos señalados, y f) una hipótesis de dirección organizacional, que implica que la dirección del cambio (sea éste positivo o negativo respecto a la estrategia organizacional) está determinada por el conjunto de pesos específicos individuales y la ponderación grupal de dichas valoraciones.