¿Cómo enseñar los temas de la Prospectiva?

Escribe: Dr. Antonio Alanís Huerta

El autor es Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Caen, Francia desde 1984. Es profesor titular en el Centro de Actualización del Magisterio en Michoacán (CAMM) y Coordinador General de la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior en Michoacán (COEPES). Consejero Electoral Federal propietario (1999-2003) del IFE en el 08 Distrito Electoral Federal de Morelia, zona Norte (México). Consejero Electoral, integrante del Consejo General del Instituto Electoral de Michoacán.

1. En torno al concepto de la prospectiva

Los estudios de prospectiva se sitúan en las tres dimensiones que ocupan los cuerpos; el espacio, el tiempo y el movimiento. En cuanto al espacio, puede ser cualquier lugar donde interactúan los sujetos; respecto del tiempo, los estudios de prospectiva toman información del pasado, del presente y se proyectan al futuro. Por lo que respecta a la dimensión del movimiento, la ubicamos en el contexto social donde están los sujetos; así, espacio y movimiento se interdeterminan pero se acotan con la variable de tiempo.

En cuanto al concepto de prospectiva, se puede apuntar que lo constituyen ideas sobre el futuro y el diseño de estrategias para resolver problemas del presente; pero también para prevenir la presencia y desarrollo de escenarios nocivos para el desarrollo de la sociedad. Así, los conceptos de previsión, anticipación y acción intencionada forman parte de la primera triada para situar conceptualmente a los estudios de prospectiva.

También puede afirmarse que los estudios de prospectiva se realizan utilizando métodos, técnicas y procedimientos para proyectar y orientar, en la acción, escenarios deseables; los cuales se diseñan con información del pasado y del presente. Incluso, se puede decir que los estudios de prospectiva se plantean y se deciden con el propósito de resolver uno o varios problemas identificados como los causantes principales del deterioro de la calidad de vida de los sujetos que conviven en la sociedad.

En el concepto de prospectiva están implícitas las ideas de proyecto y de expectativa en relación con un malestar social o alguna incertidumbre; de igual manera, prospectar es esperar mejores condiciones a las actuales; es depositar la esperanza en un proyecto para mejorar la calidad de vida y la consecución de metas previsibles. Pero un proyecto de carácter prospectivo requiere del diseño de acciones precisas para generar las condiciones que queremos; requiere de los sujetos involucrados, la responsabilización en la ejecución de tareas.

Por otra parte, en los estudios de prospectiva intervienen diversas disciplinas; y no podría ser de otra forma puesto que los problemas sociales, ya sean económicos políticos o ambientales, se encuentra asociados a problemas de salud pública, de legislación y regulación e incluso, de educación. Por lo tanto, la concepción de escenarios deseables para el desarrollo armónico de nuestra sociedad es un esfuerzo que demanda el concurso de especialistas; pero exige al mismo tiempo la división y ejecución de tareas para orientarlo hacia el rumbo que queremos.

2. El diseño de escenarios deseables

En el planteamiento de escenarios deseables o los alternativos ante los indeseables de alta factibilidad, requiere de analizar diferentes propuestas iniciales; lo cual pasa necesariamente por los datos del pasado y por los hechos que registra el presente; tenderemos que definir al menos 2 ó 3 alternativas deseables, analizando detenidamente sus implicaciones; decidir el mejor escenario y comenzar a diseñar el proyecto de orientación de las acciones para realizarlo.

De acuerdo con T. Miklos y E. Tello(1), un escenario deseable es la configuración del contexto que queremos para el desarrollo de un proceso; responde a preguntas como las siguientes: ¿Cómo queremos que sea el escenario?, ¿Cuáles habrán de ser sus características básicas?, ¿Qué tareas iniciales requerimos para su diseño y proyección al futuro?, ¿Cómo es el presente de la situación actual?, ¿Cuáles son los problemas que obstaculizan actualmente el camino hacia el futuro deseable?, ¿Qué distancia cualitativa hay entre el escenario actual y el futuro deseable?

2.1 El análisis de las fuerzas sociales reactivas y proactivas

Para el diseño de escenarios deseables se requiere identificar cuáles son las fuerzas que generaron conflicto en las organizaciones; es decir, nos referimos a la identificación de las causas del escenario indeseable; dichas causas pueden referirse a personas o a procesos; a personas que generan conflictos o bloquean o desvían los procesos deseables; o a procesos establecidos que, sin ser desviados propiamente por la intención y voluntad de las personas, han quedado anacrónicos o han sido prácticamente borrados por efecto de una realidad que demanda nuevas y más actuales formas de convivencia o de actuación en las instituciones.

El análisis de las fuerzas sociales proactivas nos permitirá identificar las partes de la organización o las personas ideales para impulsar los cambios institucionales o las ideas innovadoras que queremos para conducir los procesos hacia escenarios deseables. Así, en el análisis de las fuerzas proactivas o impulsoras, corroboraremos que no todo funciona mal en una organización; que no todos sus integrantes son indiferentes a los cambios institucionales; y que las ideas del cambio están presentes aunque no sean claramente visibles.

3. Los métodos de la prospectiva

Los métodos utilizados en la planificación prospectiva son cualitativos y cuantitativos; no escapan a la preferencia ideológica de los planificadores; pero en cantidad de métodos se puede afirmar que los hay más del tipo cualitativo que cuantitativo.

Todos los métodos coinciden en elementos comunes como la necesaria documentación; el análisis de la información; el diseño de los escenarios y la definición de estrategias para el logro de los propósitos previstos.

Entre los métodos más conocidos y usados por lo prospectólogos destacan: el Delhi; el Impactos Cruzados; el de Experto; el Mactor, el de Escenarios; el Morfológico; el Mactor y Ábaco de Reignier (2).

4. El proceso de integración de información

En los estudios de prospectiva o de planificación prospectiva, primeramente se habrá de integrar el equipo de trabajo, a quien se le encarga el diseño de estrategias para introducir y generar cambios deseados en las organizaciones.

El equipo habrá de planificar y definir con claridad el objetivo último que se persigue; muchos objetivos indican poca claridad y precisión; recordar que el equipo de trabajo sólo tiene esa tarea: diseñar estrategias y guías de acción para implementar e implantar los cambios deseados. Por lo tanto, una etapa estratégica es la delimitación y asignación de tareas.

El equipo, a través de su coordinador natural o nombrado por sus integrantes, distribuirá las tareas que habrán de realizarse; precisando la calidad requerida la exhaustividad necesaria. El equipo de trabajo requiere información para trabajar; por lo que esa será una tarea inicial; establecerá una agenda o un calendario de reuniones para intercambiar información y para decidir nuevas tareas. Recuérdese que la información no siempre se encuentra escrita; está en la opinión de expertos; en la calle, en el marco de un acontecimiento o en la mente creativa de los integrantes del equipo.

Con la información validada, el equipo habrá de proponer una redacción preliminar de sus búsquedas informativas; esta información será relevante para el trabajo del equipo, en la medida en que ayude a resolver el problema estudiado; puede tratarse de una información consistente y valiosa, pero si no es relevante para las tareas del equipo, es recomendable almacenarla para otros propósito. ¿Pero quién decide si la información es relevante o no? El propio equipo de trabajo.

La presentación de la primera versión del informe final, al interior del equipo, permitirá evaluar su pertinencia, en cuanto a la consistencia de la información; en cuanto al nivel de solución del problema abordado; y en cuanto a su nivel de innovación pretendido.

Por último, la calidad de la información presentada en el informe habrá de contrastarse con los objetivos iniciales propuestos y con la valoración de los expertos del equipo y de quien o quienes solicitaron el trabajo. Con esta información habrá de diseñarse la propuesta solicitada para generar el cambio en la organización institucional.

5. La versión final de la propuesta

La versión final de la propuesta de cambio o bien el informe final de la investigación, habrá de presentarse ante el consejo de administración de la organización o ante el equipo de trabajo o la persona que la organización designe para este propósito. Será recomendable prever la mayor cantidad de información utilizada y los procesos seguidos, paso a paso, a efecto de poder responder a las preguntas durante la presentación; estas preguntas no siempre tendrán relación con los resultados; posiblemente tengan que ver con los procesos; y muy seguramente con las decisiones tomadas para el manejo de la información o para el diseño de la propuesta de cambio.

Es probable también que a partir de esta sesión de trabajo surjan nuevas tareas para el equipo de expertos que elaboró el informe y la propuesta final; entonces el equipo habrá de estar preparado para negociar la siguiente etapa del proceso de cambio institucional.

1) MIKLOS, Tomás y TELLO Ma. Elena. Planeación Prospectiva. Centro de Estudios Prospectivos. Fundación Javier Barros Sierra, A.C. Edit. LIMUSA y Grupo Noriega Editores. México, julio de 1991, p. 81, 201 p.p.

2) La información detallada sobre estos métodos se encuentra en El ABCD de la Planificación Prospectiva, de ALANÍS HUERTA, A., en: Contexto Educativo. Revista de Educación y Nuevas Tecnologías, No. 8, junio de 2000, Buenos Aires, Argentina. http://contexto-educativo.com.ar