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HALLAZGO
DE UN EQUIPO DE CIENTIFICOS DE RUSIA Y JAPON
Encontraron
restos de un mamut con células aptas para la clonación
Según
los investigadores, el material mantiene intacto el ADN del animal. Las
células se preservaron en perfecto estado por 10.000 años
en Siberia, en una zona de hielos perpetuos.
Clarin,
Jueves 6 de febrero de 2003
Durante cientos de años una Tierra de estepas eternas vibró
bajo los pasos de estos gigantes de pelo largo y áspero. Con sus colmillos
de tres metros de largo, intimidaban a los posibles depredadores, con
excepción del hombre. De pronto, hace 10.000 años, desaparecieron. Hoy
el temblor de las pisadas puede llegar a sacudir las torres de oficinas,
ya que un grupo de científicos de Rusia y Japón anunciaron el hallazgo
de células en los restos de un mamut que son aptas para clonar a este
animal prehistórico, según informa la agencia AFP.
Piotr Lazarev, experto del Instituto de Ecología Aplicada del Norte, informó
que los restos del mamut (dos piernas gigantescas) fueron encontrados
por una expedición ruso-japonesa el pasado verano boreal en el río Muksunuokha,
una zona de congelación perpetua en la república de Yacutia, en Siberia
oriental.
Parte de los restos fueron investigados en el Centro de Virología y Biotecnología
de la ciudad de Novosibirsk. Allí se detectaron células aptas para realizar
una clonación. "El material que llegó es único en muchos aspectos, no
sólo porque contiene intacto el ADN del mamut, sino porque las células
se han preservado en perfecto estado por 10.000 años", indicaron especialistas
del instituto.
Los mamuts surgieron en Africa hace 3 o 4 millones de años. Dos millones
de años atrás migraron hacia Europa y Asia. Llegaron a América del Norte
hace 500 mil años, pasando por el estrecho de Bering.
Fuente de comida y abrigo, este animal fue importante para los hombres.
Se han encontrado numerosos refugios construidos con sus huesos y esculturas
realizadas en el marfil de sus colmillos.
Desde 1799 se encuentran, con cierta regularidad, ejemplares en Siberia.
En esta región, el suelo se congela a veces hasta los 400 metros de profundidad;
de esta forma se conservan los cadáveres de animales actuales y de mamíferos
extinguidos al final de la glaciación.
Por el estado de conservación en que se encuentran, en los últimos años
se han multiplicado los intentos de hallar restos de tejido del que se
pueda extraer el ADN y así poder clonarlos. Durante 1999, un equipo internacional
de paleontólogos recuperó un mamut momificado que vivió hace 23 mil años.
El plan, que no pudo concretarse, era implantar un embrión en una hembra
de elefante asiática, que llevaría adelante el embarazo.
Hasta el descubrimiento en Yakutia —realizado por científicos del
Instituto de Ecología Aplicada del Norte, el Centro Científico Internacional
de Moscú y el Centro Científico de la prefectura de Gifu, de Japón—
no se había encontrado material genético con el que trabajar. Lazarev
informó que hay planes de repetir los análisis en los restos del mamífero
y realizar una serie de nuevos tests para aclarar con precisión las posibilidades
de clonarlo.
Sin embargo, los especialistas del centro de virología ruso redujeron
las expectativas que generó el anuncio. "La clonación es un proceso probabilístico
y cuanto más viejo es el material genético, más difícil es trabajar con
él", dijeron.
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PELO
DE MAMUT. EN 1999 INTENTARON IMPLANTAR UN EMBRION DE MAMUT EN UN
ELEFANTE. (Foto: Francis Latreilla/AP)
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