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El
ser más viejo de la Tierra
Un
grupo de científicos catalogó a un milpiés, cuyo fósil fue encontrado
en Escocia, como el ser viviente más antiguo jamás encontrado que haya
habitado medios secos de la superficie terrestre.
El
fósil mide un centímetro y fue encontrado en la costa cercana
a la localidad de Stonehaven, al norte de Escocia.
Un grupo de científicos del Museo Nacional de Escocia y de la Universidad
de Yale concluyeron que la criatura habitó la Tierra 420 millones
de años atrás.
Los investigadores aseguran que el hallazgo es muy importante porque el
primer signo de vida sobre superficies no acuosas del que se tenía
registro era 20 millones de años posterior al del milpiés
encontrado en Escocia.
Pero, de acuerdo a los científicos, podría haber especimenes
aún más antiguos.
"El hecho de que tiene estructuras para respirar muy desarrolladas,
sugiere que tiene que haber habido ejemplares anteriores a partir de los
cuales éste se desarrolló", indicó Lyall Anderson,
curador de paleontología invertebrada del Museo Nacional de Escocia.
"Por eso tenemos que seguir mirando hacia atrás para ver si
este espécimen ha tenido ancestros", agregó.
Encuentro
de aficionado
El fósil fue encontrado por Mike Newman, un buscador amateur, en
honor a quien se le dio el nombre de Newmodesmus Newmani al espécimen
identificado.
"Había encontrado otros milpiés antes, pero éste
tenía perforaciones que daban evidencia de que había estado
capacitado para respirar", dijo Newman al periódico escocé |
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Fueron
desenterrados en Escocia
Descubren los restos fósiles más antiguos de un insecto
Obligan a reescribir la historia evolutiva
Es una diminuta mandíbula de 400 millones de años de antigüedad
Indicaría que la aparición del vuelo se produjo unos 70 millones
de años antes de lo que se creía hasta ahora
NUEVA YORK (The New York Times).- Dos investigadores norteamericanos afirman
haber descubierto el insecto fósil más antiguo que se conozca:
una minúscula mandíbula de 400 millones de años de
antigüedad que permaneció olvidada en un solitario cajón
del Museo de Historia Natural de Londres sin que nadie la reconociera.
El hallazgo, que se publica hoy en la revista Nature, adelanta la fecha
de aparición de los insectos, una de las formas de vida más
exitosas del planeta, entre 10 y 20 millones de años en el registro
de los fósiles. También sugiere que los insectos estuvieron
entre los primeros animales que vivieron en la tierra.
Los autores también argumentan que estos antiguos insectos volaban.
Si esto es cierto, significaría que el vuelo -una de las innovaciones
evolutivas más estudiadas- apareció mucho antes de lo que
se sospechaba, 70 millones de años antes que la más antigua
ala de insecto fosilizada.
Los científicos afirman que este hallazgo "pone en el aire"
a los insectos unos 170 millones de años antes que ningún
otro organismo, incluso que los dinosaurios voladores.
"Estábamos en el museo para observar otro famoso insecto fósil,
del que todo el mundo viene discutiendo desde hace 80 años",
dijo el doctor David Grimaldi, curador de entomología del Museo Americano
de Historia Natural, coautor del trabajo junto con el doctor Michael S.
Engel, paleontólogo de la Universidad de Kansas. Pero ninguno de
los dos pudo resistirse a examinar el otro curioso fragmento almacenado
en el mismo cajón, un pedacito de fósil que hace mucho tiempo
había sido dejado de lado porque no se le otorgaba ningún
interés. Grimaldi dijo: "Nos miramos y exclamamos "¡caramba!""
El doctor William Shear, paleobiólogo del Hampden-Sydney College,
de Virginia, descubridor del que se había considerado el insecto
fósil más antiguo hasta ahora, opinó sobre el nuevo
hallazgo: "Es muy convincente. Estos muchachos son suficientemente
inteligentes como para volver a analizar estas cosas y dieron con el tesoro".
Otros científicos pueden ser perdonados por haber soslayado la significación
de este fósil, llamado Rhyniognatha, a principios del último
siglo: las mandíbulas miden menos de 0,01 centímetro de ancho.
Insertos en una roca cristalina algo traslúcida conocida como cuarzo,
de Rhynie, Escocia, tales fósiles sólo pueden ser vistos claramente
cuando el cuarzo es cortado con una sierra de diamante, lustrado y luego
examinado con un poderoso microscopio.
Examinados bajo potentes luces y alta magnificación, los fragmentos
de quijada exhiben varios rasgos característicos que claramente los
identifican como partes de la boca de un verdadero insecto. Pero este antiquísimo
fósil no es miembro del más primitivo linaje de insectos,
sino de los más avanzados.
"Esto quiere decir que todo lo que se diversificó antes que
esto debe de haber sido más antiguo que este fósil",
dijo Engel. Si esto es cierto, eso empujaría el origen de los insectos
hacia las sombras del período Silúrico, hace más de
400 millones de años, cuando las plantas recién estaban asomándose
a la tierra, seguidas por los primeros animales. "De modo que estuvieron
entre la primera fauna terrestre", agregó el científico.
Dado que las mandíbulas parecen ubicar a esta especie fósil
entre los insectos que exhiben alas bien desarrolladas, los autores del
trabajo sugirieron que con toda seguridad Rhyniognatha debe de haber volado.
Shear, por su parte, consideró que esa conclusión era "un
poquito más débil".
Por Carol Kaesuk Yoon
La Nacion, Jueves 12 de Febrero de 2004
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