APARECE
UN MONTAÑERO MUERTO HACE 60 AÑOS
El deshielo de los glaciares destapa los cadáveres sepultados en
ellos
En
1991 encontraron en el Tirol el cuerpo de un cazador de hace 5.300 años.
Hace escasos días apareció el cuerpo
de un montañero fallecido en los Alpes de Oetztal hace probablemente
más de 60 años. Éste es el caso más reciente
de los ’hombres de los hielos’, cuerpos que permanecían
sepultados en el hielo durante decenas de años y que salen a la
luz por la descongelación de los glaciares.
El calentamiento del planeta está provocando
la desaparición de los hielos glaciares, antes llamados ’hielos
eternos’. Este fenómeno se manifiesta en los hielos alpinos
que, a partir de los años 80, están manifestando una pérdida
de masa constante. Desde entonces, estas vastas montañas están
entregando desde lo más profundo de sus entrañas heladas
los cadáveres de sus víctimas congeladas a lo largo del
tiempo, cada una de las cuales arrastra consigo su trozo de historia.
En un glaciar del Trentino italiano encontraron
tres soldados del Ejército austrohúngaro, momificados a
3.650 metros de altura. Los combatientes, cuya identidad está investigando
el Museo Histórico de Insbruck, murieron en una cruenta batalla
de la I Guerra Mundial entre los pueblos de la monarquía austrohúngara,
el 3 de septiembre de 1918. El descubrimiento de sus cuerpos ha traído
al presente los recuerdos de una guerra fratricida y divisoria, que todavía
duele entre la población.
El guía alpino Maurizio Vicenzi, que es
además gestor de un pequeño museo de la guerra cerca de
Trento y coleccionista de objetos históricos de aquella época,
fue quien los descubrió hace unas dos semanas. Junto a los cadáveres
encontró restos de sus uniformes y un gorro que permitió
identificarlos como miembros de los "cazadores del Emperador"
que en el primer gran conflicto internacional del siglo XX quisieron conquistar
la Punta de San Matteo, en el macizo del Ortler.
Las batallas que afrontaron estos soldados se
caracterizaron por las condiciones extremadamente duras en que se llevaron
a cabo. A una altura de 3.700 metros, murieron más personas a causa
del frío o de las avalanchas que en la lucha misma.
Vivenzi cuenta que uno de los cuerpos se encontraba
en cuclillas, como si tuviera frío, y otro dejando caer las manos,
como si manifestara resignación.
Pero el descubrimiento más sorprendente
fue en 1991, cuando se encontró -en la misma región- un
antepasado de los tiroleses de hoy, ’Oetzi’ u ’hombre
de los hielos’, un cazador de hace 5.300 años. El hallazgo
ha dado pie a innumerables investigaciones sobre la vida en la Prehistoria.
Los
arqueólogos que examinaron a Oetzi quieren investigar ahora cómo
han podido conservarse durante tanto tiempo los cuerpos de los soldados.
Pero los trabajos científicos planeados basándose en el
examen de los restos de uno de ellos han suscitado las protestas de círculos
tradicionalistas del Tirol que reivindican una "sepultura digna"
para el ex combatiente. Atribuyen motivos de lucro a los investigadores
y recuerdan el tratado de Saint-Germain-en-Laye de 1919 que, según
ellos, excluye convertir el cuerpo de un soldado en objeto de exploración
científica.
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’Oetzi’
u ’hombre de los hielos’, un cazador de hace 5.300 años. |
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