Michael
Novacek / Paleontólogo
"Hallamos evidencias de dinosaurios incubando huevos, como las aves
"
Por
Clemente Alvarez
El País, España
16/03/05
En
el verano de 1993, el paleontólogo estadounidense Michael Novacek
dejaba en Nueva York su tranquilo despacho del Museo Americano de Historia
Natural para ponerse al frente de una expedición científica
por el inhóspito desierto de Gobi, Mongolia, un territorio donde
los termómetros pasan de los 45 grados bajo cero a los 50 sobre
cero.
Este
antiguo guitarrista de rock se ríe aún al recordar cómo
fue un camión atrapado en la arena del desierto el que les obligó
a parar delante de unas colinas en su ruta hacia el oeste: "Fuimos
a explorarlas y de pronto el viaje terminó allí". Acababan
de hallar el yacimiento más rico del mundo de dinosaurios y mamíferos
del Cretácico, una mina de fósiles extraordinarios de hace
80 millones de años, 15 millones antes de que impactase contra
la Tierra el asteroide que se cree que exterminó a los dinosaurios.
"El
asteroide tenía unos 10 kilómetros de diámetro, era
más grande que el Everest, y acabó con el 70% de las especies
de la Tierra". Este paleontólogo, de 56 años, que ha
realizado ya 15 expediciones en el Gobi, participó recientemente
en Madrid en el Simposio Internacional La evolución de la biodiversidad,
pasado y futuro, organizado por la Fundación Ramón Areces
y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Pregunta.
¿Por qué son tan importante los hallazgos del desierto de
Gobi?
Respuesta.
Más allá de enseñarnos la anatomía de dinosaurios,
mamíferos y lagartos de hace 80 millones de años, estos
esqueletos fósiles nos aportan mucha información sobre sus
comportamientos, el modo en que vivieron e, incluso, el modo en que murieron.
Hallamos muchos puntos de anidación y las primeras evidencias de
dinosaurios realmente incubando huevos en los nidos, como las aves. En
algunos de estos huevos encontramos además embriones por primera
vez en Gobi, como los de Oviraptor, un dinosaurio parecido a un avestruz,
y crías recién salidas del cascarón de Protoceratops,
un pequeño dinosaurio cornudo.
P.
¿Qué dinosaurio considera más interesante?
R.
No me interesan tanto los dinosaurios como los mamíferos. Los dinosaurios
son el pasado, los mamíferos el futuro, pues ocuparon el hueco
dejado por los primeros tras su extinción. Los pequeños
mamíferos primitivos del desierto de Gobi han ganado importancia
porque están muy bien conservados y porque responden a muchas preguntas
sobre la evolución de esos animales.
P.
¿Qué sucedió en la gran extinción del Cretácico?
R.
No estamos seguros de lo que pasó exactamente. Sabemos que hubo
una devastación que causó la desaparición del 70%
de todas las especies terrestres y marinas. Y tenemos claras evidencias
de que justo en ese momento un enorme objeto espacial, un asteroide o
un cometa, impactó contra la Tierra en el Caribe, cerca de la actual
costa este del México. El choque provocó una enorme destrucción
y cambió la atmósfera de forma drástica haciéndola
muy caliente, lo que literalmente coció a muchos de los organismos
y generó incendios por todo el planeta. Paleontólogos y
geólogos creen que una gran actividad volcánica contribuyó
a la extinción. Y puede que el marcado cambio climático
del final del Cretácico también influyera. Para mí,
la teoría del asteroide es la más consistente porque es
el único evento que tienen una correlación precisa en el
tiempo con la desaparición de las especies. Pero quedan muchos
misterios. ¿Por qué algunos organismos sobrevivieron y otros
no? No está suficientemente explicado.
P.
¿Cuánto tardó en recuperarse el planeta?
R.
Algunos elementos de la biota se recuperaron más rápido
que otros. Las plantas con flores volvieron rápido, en menos de
un millón de años. Otros, como los grandes vertebrados,
se transformaron por completo y esta evolución llevó mucho
tiempo. Pasaron millones de años antes de que los mamíferos
llenaran el hueco de los dinosaurios.
P.
Los biólogos equiparan la actual extinción de especies con
la del Cretácico. ¿Qué piensa?
R.
Desgraciadamente tienen razón. Si en el pasado se han producido
cinco extinciones masivas y la del Cretácico fue la última,
ahora vivimos la sexta gran extinción. Se está registrando
una pérdida masiva de especies y de hábitats en todo el
mundo. Como han alertado algunos biólogos, se puede llegar a perder
el 30% de las especies hacia la mitad del próximo siglo, incluso
el 50%.
P.
¿Qué lecciones saca de la extinción masiva del Cretácico?
R.
La primera es que estas extinciones son una realidad y pueden cambiar
de forma drástica la biota de la Tierra. La segunda es que alteraciones
actuales como la destrucción de hábitat, el calentamiento
del planeta, la propagación de especies invasoras causan los mismos
impactos biológicos que ya hemos visto en extinciones anteriores.
Es decir, los humanos también pueden ser como asteroides para la
vida en el planeta. La tercera lección es que la recuperación
es muy larga y algunos efectos son irreversibles. Ya no viven amonites,
ni dinosaurios, excepto las aves. Por último, tendríamos
que usar estos conocimientos para afrontar la actual crisis de biodiversidad
y considerarla una prioridad. No es altruismo, sino nuestro propio interés.
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