POCAS
ESPERANZAS DE HALLAR CON VIDA AL PALEONTOLOGO ALEMAN EN LOS ALPES
El descubridor del "hombre de hielo" se perdió en la
nieve
Helmut
Simon había hallado la momia de hielo más antigua del mundo.
VIENA
. AFP, AP Y EFE
El
alpinista alemán Helmut Simon, célebre desde que en 1991
descubrió en los Alpes italianos a "El hombre de los hielos",
uno de los hallazgos paleontológicos más famosos del mundo,
desapareció —en una coincidencia extraordinaria—, en
los helados Alpes austríacos, casi sin esperanzas de ser rescatado.
Simon
(67) está perdido desde el viernes, cuando salió por la
mañana a hacer una caminata por los Alpes cercanos a la localidad
de Bad Hofgastein, en el estado federado austríaco de Salzburgo.
Al ver que no regresaba, su esposa, Erika, alertó a la Gendarmería.
Explicó que Simon había salido a los 11 y que no había
precisado su destino, salvo que iría a la región de la montaña
de Gamskarkogel, de 2.467 metros de altura.
La
búsqueda se inició de inmediato con unos 120 hombres. A
los gendarmes se sumaron equipos de salvamento de montaña con perros
rastreadores y, más tarde, los bomberos. La tarea fue difícil:
la región es extensa, llena de pendientes con partes muy empinadas
y nevaba fuerte. El intento de rescate duró todo el fin de semana
y sólo se interrumpió durante unas horas de la noche. Hasta
que ayer los expertos se dieron por vencidos. Frente a las cámaras
de TV, el director de Salvamento de Montaña de Hofgastein, Gerald
Kainz, dijo que era imposible que Simon hubiera sobrevivido a las bajas
temperaturas que se registran en la región desde hace días.
Fue
en setiembre de 1991 cuando Helmut Simon, junto a otro alpinista alemán,
encontró un cadáver en una zona de glaciares de los Alpes,
en el límite entre Italia y Austria, a más de 3.000 metros
de altura. El cuerpo estaba tan bien conservado que lo confundieron con
un alpinista que había muerto en una avalancha hacía no
mucho tiempo.
Después
supieron que habían dado con la momia de hielo más antigua
del mundo. Oetzi, como después lo llamaron, era un hombre de la
edad de bronce y tenía 5.300 años.
Cuando
fue hallada, la momia estaba rodeada de una serie de armas: un hacha de
bronce, un arco con flechas, una daga y un cuchillo más chico y
filoso.
Al
analizar su cuerpo se encontró la cabeza de una flecha en su hombro
izquierdo. Se cree que Oetzi —46 años al momento de su muerte,
1,60 de altura y 50 kilos de peso— murió desangrado porque
la flecha dañó nervios y vasos sanguíneos antes de
alojarse cerca del pulmón.
Sobre
las causas de su muerte se dijo mucho. ¿Hipotermia? Los investigadores
lo descartaron, porque Oetzi estaba bien protegido del frío: tenía
un gorro, un abrigo de piel, pantalones, un taparrabos, un cinturón
y una especie de mochila.
En
un principio los especialistas pensaron que Oetzi había sido víctima
de un accidente de caza, pero el descubrimiento de rastros de sangre en
su ropa y en sus armas sugiere que murió después de una
pelea.
Es
más, una de las últimas investigaciones revela que habría
asesinado o herido a, por lo menos, cuatro personas antes de morir: el
análisis de los rastros de sangre, realizado por Thomas Loy, un
biólogo molecular australiano de la Universidad de Queensland,
reveló cuatro patrones diferentes de ADN y ninguno de ellos pertenecía
a Oetzi.
"Logró
escapar después de ser herido", dijo Anna Pedrotti, de la
Universidad de Trento, la arqueóloga italiana que propuso que se
hiciera el análisis de ADN. "De otra manera —agregó—
no se lo habría encontrado rodeado de sus armas y, sobre todo,
de su hacha de bronce. Tal vez lo que sucedió fue que, después
de que lo atacaron, Oetzi reaccionó matando a sus agresores antes
de desaparecer en las montañas".
Ajeno
a las investigaciones, Oetzi permanece preservado en una habitación
refrigerada —a seis grados bajo cero— en el Museo Arqueológico
de Alto Adige, en Bolzano, al norte de Italia.
Clarin, 19 de octubre de 2004
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RECONOCIDO.
SIMON, EN 2003. (Foto: EFE) |
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