IMPORTANTE
DESCUBRIMIENTO EN ISCHIGUALASTO-TALAMPAYA, EN SAN JUAN Y LA RIOJA
Un hallazgo de fósiles en la Argentina puede cambiar la historia
de los dinosaurios
Son
restos de cuatro especies de animales. Vivieron hace unos 205 millones
de años. Hasta ahora se creía que para esa época
estaban totalmente extinguidos.
El
hallazgo de cuatro fósiles de vertebrados en el Parque Ischigualasto-Talampaya,
en el límite entre San Juan y La Rioja, y en manos de un equipo
conducido por un paleontólogo argentino, promete revolucionar la
información que, hasta el momento, se manejaba sobre la evolución
de la fauna hacia fines del período Triásico, hace más
de 200 millones de años.
Todo
indicaba, hasta ahora, que hacia el final del Triásico había
habido una etapa de extinción generalizada que condujo al reinado
de los dinosaurios durante el período siguiente, el Jurásico.
Pero
las nuevas piezas encontradas en Ischigualasto-Talampaya contradicen esta
tesis y revelan una historia totalmente distinta: que sean restos de vertebrados
que se suponían inexistentes (o extinguidos) hace unos 205 millones
de años demuestra que, por aquel entonces, la fauna en esa región
fue mucho más diversa de lo que se creía y que la extinción
fue menos masiva de lo que los paleontólogos creían hasta
ahora.
Es
más, los científicos hasta se animan a hablar de una cierta
"continuidad" entre los animales y especies que pisaron esa
porción de la Tierra en los períodos Triásico y Jurásico,
una tesis absolutamente revolucionaria que cuestiona algunas de las certezas
que defienden desde hace décadas paleontólogos e historiadores.
El
hallazgo, que estuvo en manos del argentino Oscar Alcober (director del
Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de San Juan) y un grupo
de voluntarios del Instituto Earthwatch, fue publicado en la última
edición de la revista científica Science y presentado ayer
en un encuentro realizado en la Sociedad de Paleontología de Vertebrados
de Denver, Colorado, EE.UU.
Los
restos fósiles fueron hallados en una capa sedimentaria en la zona
de Los Colorados, en Talampaya y corresponden a un dinosaurio prosaurópodo,
dos ancestros del cocodrilo y un cinodonte, un reptil del tamaño
de un ratón que dio origen a los mamíferos. Ayer Alcober
presentó un informe de apenas cuatro de las más de sesenta
piezas recogidas por el grupo de científicos.
"Este
descubrimiento permite hacernos una idea sobre la diversidad de la fauna
terrestre hacia fines del período Triásico. Estamos documentando
con gran precisión qué pasó en esa época,
y todo indica que la extinción que se produjo durante la transición
del Triásico al Jurásico no fue tan catastrófica
en el Sur (en el prehistórico supercontinente llamado Pangea) como
lo fue en el hemisferio norte", comentó Alcober ayer.
El
dinosaurio que, de la mano de Alcober, trae noticias hasta nuestros días
era un herbívoro de cuello largo y patas macizas, que medía
unos cuatro metros de largo. Estos rasgos son los típicos del prosaurópodo,
pero lo novedoso (y lo que vuelve únicos a los restos hallados)
es que este animal tenía un cráneo reducido, una de las
"marcas personales" que distinguían a los saurópodos
del Jurásico y Cretácico.
"Esta
especie revela la increíble diversificación de prosaurópodos
que existió hacia el final del período Triásico",
explicó Alcober, quien pudo deducir, también, algunas consideraciones
sobre el clima de aquella época. "El clima en la zona era
de una estacionalidad muy marcada, en la que se alternaban los períodos
de sequía y de intensa humedad, muy parecido a lo que ocurre hoy
en el centro de Africa", señaló.
Siempre
se dijo que el período Triásico, que duró desde hace
245 millones de años hasta hace 200 millones de años, había
terminado con una extinción generalizada, ocurrida a partir de
un cambio violento de clima en casi todo el planeta, que terminó
alterando de manera radical el hábitat de los animales que lo poblaban.
Ese modelo de extinción es que el puede entrar en crisis a partir
de este descubrimiento.
Según
Alcober, "es posible que las diferencias con la extinción
ocurrida en el hemisferio norte respondan a la existencia de cuencas jurásicas
en la región". Las mismas, agregó, habrían sido
el "factor que impidió un cambio dramático del clima
en la zona".
El
Parque Ischigualasto, considerado por la UNESCO Patrimonio Mundial de
la Humanidad, es uno de los lugares con rocas de edad triásica
más completas del hemisferio sur y, tal vez, del mundo. Desde 1943,
cuando se publicó el hallazgo de los primeros restos fósiles,
en manos del doctor Joaquín Frenguelli, la región ha brindado
abundante información sobre la fauna y la flora que habitaban nuestro
planeta hace 200 millones de años y más también.
Por
eso, desde 1994, un grupo de científicos del Instituto Earthwath
colabora con Alcober para extraer de esa región nuevos tesoros
arqueológicos que nos acerquen secretos de aquellos lejanos días.
Clarin, 5 de noviembre de 2004
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UNO
DE LOS RESTOS FOSILES. EL PALEONTOLOGO ARGENTINO OSCAR ALCOBER PRESENTO
AYER LAS PIEZAS EN DENVER, EE.UU. (Foto: EFE) |
El
equipo de investigadores
El paleontólogo Oscar Alcober trabajó en esta investigación
con un equipo de científicos argentinos, entre los que figuran
el doctor Ricardo Martínez, los licenciados Guillermo Heredia y
Carina Colombi y un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales
de la Universidad de San Juan. El equipo trabajó durante 45 días
entre setiembre y octubre del año pasado en Ischigualasto-Talampaya.
El
paleontólogo Ricardo Martínez, conocido como el descubridor
del eoraptor lunensis (el dinosaurio más primitivo que se conoce
en el mundo), contó a Clarín que tras una semana de exploración
sin resultados aparecieron los restos fósiles en buen estado de
preservación.
También
adelantó que pronto sorprenderán con la presentación
de un gigantesco animal que habitó Ischigualasto hace 220 millones
de años.
Pedro Morales. SAN JUAN |