Cómo
se vive en Irán
En Teherán celebran la dureza de sus líderes
TEHERAN.– Críticos acérrimos de Israel,
muchos iraníes consideran que la actual crisis en
Medio Oriente es producto de un plan premeditado y a largo
plazo de Estados Unidos e Israel para expandir la influencia
israelí y mejorar la seguridad del Estado judío
frente a sus vecinos árabes.
Muchos
iraníes, además, sienten que, con sus mensajes
confrontativos hacia Israel, el presidente ultraconservador
Mahmoud Ahmadinejad ayuda a “recuperar” la dignidad
de los musulmanes. Así lo manifiestan los diarios
de Teherán, que se hacen eco de las amenazas del
régimen de los ayatollahs contra Israel.
La
actual crisis entre Israel y el Líbano, de hecho,
es vista por los analistas como una consecuencia de la creciente
influencia de Irán en la región, donde ha
logrado agitar los sentimientos de frustración de
las masas árabes y musulmanas, enojadas con la ocupación
de Irak, el conflicto palestino-israelí y el papel
de Estados Unidos en la zona.
El
gobierno iraní, acusado de financiar a Hezbollah,
parece tener un papel central en esta crisis. Los analistas
sostienen que detrás del enfrentamiento entre Israel
y Hezbollah se esconde una lucha más amplia, que
enfrenta a Irán con el gobierno de Ehud Olmert y
con los países que ven a Teherán como una
peligrosa amenaza para la estabilidad regional.
Israel
acusa al régimen de los ayatollahs de haber enviado
misiles y asesores militares al Líbano y los analistas
afirman que Hezbollah es un instrumento político
de Irán.
Teherán,
de hecho, ha manifestado su apoyo a la organización
libanesa desde que comenzó la crisis y ha elogiado
su lucha contra “el tumor infectado”, como calificó
ayer a Israel el ayatollah Ali Khamenei. “Los sionistas
quieren que el Líbano sea un pedazo de carne entre
sus dientes. Pero estos últimos días, los
brazos poderosos de Hezbollah evitaron que el sueño
de los sionistas se concretara”, dijo Khamenei.
Irán,
además, prometió su “apoyo total”
a Siria ante una eventual agresión y amenazó
con “pérdidas inimaginables” a Israel,
si decide atacar a Damasco. “Irán está
con el pueblo sirio”, dijo ayer la cancillería
iraní.
Estas
declaraciones hacen temer que Teherán se pueda unir
a una eventual guerra regional, lo que daría a la
actual crisis una peligrosa dimensión internacional.
Hasta
ahora, Irán ha logrado por lo menos un objetivo:
la crisis desatada por su polémico programa nuclear
quedó a un lado en estos últimos días,
opacada por la escalada de violencia en Medio Oriente.
Agencias
AP y AFP
La Nacion, Martes 18 de julio de 2006