Cómo
se vive en Siria
En Damasco muchos se ilusionan con una guerra
DAMASCO.– Desafiantes, los habitantes de Damasco celebraron
cada ataque que el grupo terrorista Hezbollah lanzó
en los últimos seis días contra Israel. Y
aunque algunos prefieren evitar una guerra regional que
incluya a Siria, muchos jóvenes aquí se ilusionan
con la idea de pelear contra el Estado judío.
Acusado
por Israel y Estados Unidos de apoyar el terrorismo y de
ser en parte responsable de la actual crisis, el gobierno
sirio se limita a afirmar que apoya la “resistencia
libanesa” y que responderá “por todos
los medios” a cualquier ataque en su contra.
Aunque
Damasco respalda desde hace años a organizaciones
terroristas como Hamas y Hezbollah, nunca antes el gobierno
sirio había sido tan directo en sus mensajes de defensa
de estos grupos. Según los analistas, las autoridades
saben cuál es el sentir del pueblo sirio, al que
intentan ganarse con esas declaraciones.
“La
gente aquí es muy sensible a este tema y muchos desean
que Siria se una a Hamas y Hezbollah en su lucha contra
Israel”, dijo Marwan Kabalan, profesor de ciencias
políticas de la Universidad de Damasco.
“Estoy
feliz. Todos los sirios estamos felices, porque consideramos
a Hezbollah como uno de nosotros”, dijo Mustafa, un
hombre de negocios. “Nos sentimos orgullosos de la
resistencia libanesa y de Hezbollah, que han restaurado
algo de la dignidad perdida de los árabes”,
afirmó Amer, un comerciante de mediana edad.
En
el mercado de Hamadiyeh, otro joven comerciante dijo que
sus amigos estaban entusiasmados con esta nueva crisis.
“Ellos ven la resistencia libanesa y esperan tener
una oportunidad de enfrentarse a Israel”, dijo, aunque
aclaró: “Sólo la gente joven dice estas
cosas. Los adultos saben cómo es la guerra y por
eso quieren paz”.
Aunque
en las calles de Damasco la vida continúa como siempre,
la masiva llegada de evacuados desde el Líbano ya
provoca preocupación, ante el peligro de una crisis
de refugiados en un país en el que ya viven cientos
de miles de iraquíes que escaparon de la guerra.
Más de 120.000 personas cruzaron la frontera desde
el Líbano desde el inicio de la ofensiva israelí,
el miércoles pasado.
La
crisis, además, ya afectó algunos sectores
de la economía siria, como el de los transportes.
Los taxis y colectivos que unen Damasco con Beirut redujeron
al mínimo su actividad. “De los más
de 150 autos que hacían el recorrido, están
trabajando 20”, dijo Adnan, un taxista que añadió
que la tarifa para ese recorrido había subido de
50 a más de 500 dólares, por el temor a los
bombardeos.
Agencias
EFE y NYT
La Nacion, 18 de julio de 2006