Gana
apoyo la idea de enviar una fuerza de paz
Las potencias buscan el fin de la violencia
WASHINGTON.- Después de varios días de diplomacia
telefónica y críticas tanto a Hezbollah como
a Israel, la comunidad internacional comenzó a buscar
la forma de intervenir en la crisis de Medio Oriente y lograr
un cese del fuego.
Los
gobiernos de las principales potencias, los vecinos árabes
y los más importantes organismos internacionales
comenzaron a ensayar y proponer posibles soluciones para
lograr una salida negociada.
Mientras
el primer ministro británico, Tony Blair, y el secretario
general de la ONU, Kofi Annan, proponían el envío
de una fuerza de paz a la región y la secretaria
de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, preparaba un
viaje a Medio Oriente para trabajar personalmente en el
tema, los esfuerzos diplomáticos parecieron dar sus
primeros frutos. Funcionarios israelíes dijeron que
accederían a terminar con los ataques si los dos
soldados capturados eran entregados y si la guerrilla islámica
se retiraba de la frontera israelí con el Líbano.
Hezbollah, sin embargo, aclaró que no aceptaría
condiciones para acatar un alto el fuego.
El
premier italiano, Romano Prodi, en tanto, trataba de negociar
también el fin de los ataques, en un intento por
adueñarse del papel de mediador en el conflicto.
Un
escenario probable hasta el momento es que una vez logrado
un eventual acuerdo de alto al fuego, una fuerza internacional
de paz sea enviada a la región fronteriza del sur
del Líbano.
El
premier británico y el secretario general de la ONU
han apoyado esa idea y el presidente ruso, Vladimir Putin,
también se mostró favorable. En idéntica
línea, la Unión Europea anunció que
consideraba la conformación de una fuerza de paz,
y hasta el gobierno de Irán, principal sostén
de Hezbollah, llamó a un cese del fuego e intercambio
de prisioneros.
En
cambio, el vocero de la Casa Blanca, Tony Snow, no prometió
la participación estadounidense en esa eventual fuerza,
pero tampoco la descartó. "Es demasiado prematuro
hablar de las fuerzas estadounidenses", dijo ayer.
De
hecho, unja fuerza similar ya existe. Desde 1978 está
desplegada la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano
(Finul) en el sur del país para ayudar al ejército
libanés a controlar la frontera con Israel.
La
Finul tiene su cuartel general en Naqura, en el sur de Líbano,
y llegó a contar con 7000 soldados en 1982. Sin embargo,
la fuerza -integrada por militares de Francia, Ghana, China,
Polonia, Italia, Irlanda e India- fue un testigo impotente
hasta 2000, cuando Israel se retiró del territorio
y es poco lo que ha podido hacer desde entonces. Hoy cuenta
con 1989 hombres y desde su creación perdió
a unos 250.
Las
dudas de Washington parten de la idea de que un esfuerzo
amplio por lograr el alto al fuego pondría a las
fuerzas internacionales de paz en una misión cuyos
propósitos chocarían con los de Estados Unidos,
que se considera el negociador más poderoso de la
paz con Israel y la única potencia con poder auténtico
de persuasión sobre ese país. Washington es
reacio a una tregua rápida, que interpreta como una
solución temporal, que dejaría en riesgo a
Israel y a las posibles fuerzas internacionales.
"Lo
que no queremos hacer es volver a la misma posición
de hace tres semanas, tres meses o seis meses, donde un
grupo de extremistas puede arrastrar a la región
hacia una crisis", dijo el vocero del Departamento
de Estado, Sean McCormack.
Agencias
AP, ANSA y DPA
La
Nacion, 18 de julio de 2006