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Buscan sobrevivientes tras el terremoto en Irán
Con ayuda internacional, los equipos de rescate siguen trabajando
sobre los escombros. Se recuperaron 5.000 cadáveres y se estima que el número
de muertos llegaría a 30.000.
Después del desastre causado por el terremoto que sacudió la
histórica ciudad iraní de Bam, los equipos de socorristas continúan buscando
hoy entre las ruinas a los sobrevivientes que pueden haber quedado sepultados
entre los escombros.
Mientras el ministerio del Interior iraní no descarta que la cifra de 25.000
muertos y 50.000 heridos aumente, algunas fuentes extra oficiales calculan
que cuando terminen las tareas de rescate el número de víctimas mortales llegará
a 30.000.
Tras una noche de trabajo ininterrumpido, los socorristas recuperaron unos
5.000 cadáveres que estaban sepultados entre los cascotes. Las primeras horas
de búsqueda de los sobrevivientes fueron extremadamente difíciles para los
equipos de rescate, ya que debieron trabajar en la más completa oscuridad,
luego de que el terremoto provocara el corte de los servicios de electricidad,
agua y teléfonos.
De acuerdo con las fuentes citadas por la agencia EFE, en las calles de Bam
aún se escuchan los lamentos de quienes continúan atrapados y de personas
que perdieron a sus familiares.
A la solidaridad nacional se le sumó la respuesta internacional al pedido
de auxilio realizado por el presidente iraní, Mohamed Jatami, quien reconoció
que su país no puede hacerle frente a esta situación con sus propios medios.
El primer avión de ayuda humanitaria llegó esta mañana procedente de Suiza
al aeropuerto de Kerman, ciudad cercana a Bam donde se instaló el "centro
de crisis".
También las Naciones Unidas, países miembros de la Unión Europea, China, Japón,
Turquía y otros Estados respondieron a la petición iraní y prometieron ofrecer
auxilio. Incluso el presidente de Estados Unidos, George W.Bush, -que incluyó
a Irán en "el eje del mal" de países que suponen un peligro para la paz mundial-
mostró su disposición a colaborar y el Departamento de Estado anunció la aprobación
de un presupuesto con ese fin.
El sismo, de una magnitud de 6,3 grados en la escala de Richter, sorprendió
a los casi 100.000 habitantes de Bam durmiendo, causó heridas a la mitad de
la población y destruyó el 60 por ciento de los edificios.
A la catástrofe humana que dejó al pueblo iraní en estado de conmoción se
suma la pérdida casi completa de los vestigios medievales de Bam, cuya ciudadela
de adobe, una de las joyas de la arqueología iraní, se desplomó casi por completo.
Bam, una antigua ciudad caravanera de la ruta de la seda, era uno de los principales
atractivos turísticos de Irán y la desaparición de su patrimonio histórico
repercutirá negativamente en los ingresos que proporcionaban los visitantes
a la región, situada en el sudeste y una de las más atrasadas e incomunicadas
de este país.
Clarin,
Sábado 27 de diciembre de 2003
Escenas
de horror y quejas desgarradoras
La gente dormía cuando todo se desplomó. Hay familias enteras
desaparecidas.
Por
qué los socorristas tardan en venir? Si estuviéramos en Occidente, todos los
medios habrían sido movilizados...", gritó un hombre. Las quejas desgarradoras
se cruzaban con los gemidos y los lamentos en las calles de Bam, mien tras
precarias brigadas de rescate peleaban por sacarle vida a las ruinas provocadas
por el terremoto.
"Diecisiete miembros de mi familia están debajo de los escombros de mi casa,
hay que apurarse, si no morirán", explicaba Alí curiosamente calmo, mientras
con una pala intentaba remover los escombros de su vivienda que, como la mayoría
de los hogares de la región fue construida con tierra, adobe y una mezcla
de tierra y paja. Los clásicos materiales no pudieron resistir al furioso
sismo cuyos efectos un periodista turco comparó en la BBC con los de un bombardeo.
Los habitantes de Bam se quedaron sin sus dos hospitales y fue creado un puente
aéreo entre esa ciudad y Kerman para poder evacuar a los heridos. Allí miles
de personas se reunieron para donar sangre, pero los centros médicos estaban
desbordados.
El gobierno iraní llamó a la comunidad internacional y pidió ayuda. "Necesitamos
perros, aparatos de detección, frazadas, medicinas, alimentos y también casas
prefabricadas porque el invierno llegará pronto", indicó un comunicado del
centro a cargo de las catástrofes naturales, algo a lo que los iraníes están
acostumbrados. Rusia ya envió equipos médicos especialistas en catástrofes
y unidades con animales adiestrados en la búsqueda de sobrevivientes.
La Organización Internacional de Perros Rastreadores ofreció su ayuda inmediatamente
para rescatar a las víctimas. La directora del organismo, la austríaca Christiane
Geritzer, explicó la importancia de actuar con rapidez en episodios de este
tipo. "Lo importante es que el rescate sea rápido, ya que en las primeras
horas de la catástrofe son todavía grandes las esperanzas de encontrar víctimas
con vida", recordó, para luego explicar que ellos podrían enviar un primer
equipo de expertos y perros fortalecidos con dispositivos de localización
sónica de inmediato, si el gobierno iraní lo solicitaba.
Los trabajadores que buscan sobrevivientes en Bam creen que las operaciones
de rescate durarán al menos otras 24 horas y esperan ansiosamente la ayuda
de la capital y del extranjero. Las autoridades temen con razón que se produzcan
epidemias y solicitaron asistencia internacional para examinar el agua y otro
tipo de emisiones tóxicas en la ciudad.
Según expertos rusos, la única central nuclear iraní no se vio afectada. Una
segunda central en construcción en la ciudad de Busher, en el Golfo Pérsico,
se encuentra a unos 600 kilómetros del epicentro del terremoto, ubicado prácticamente
en
la propia ciudad de Bam.
La
otra tragedia: la desaparición de la ciudad de los tártaros
En Bam fueron destruidas la fortaleza y el castillo, construidos hace
unos 1.800 años.
Por Julio Algañaraz
Junto
con la tragedia humana de proporciones catastróficas, han sido destruidos
en Bam la ciudad medieval y el castillo históricos construidos con ladrillos
de arcilla, fango, paja y hojas de palma, una joya arquitectónica única declarada
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El lugar, además, inspiró "El desierto de los tártaros", una de las grandes
obras maestras de la literatura del siglo XX.
La ciudadela, que según algunas fuentes está toda derrumbada, es la famosa
Fortaleza Bastiani del libro escrito por Dino Buzzati y publicado en Italia
en 1940, símbolo y mito del escenario de la espera existencial en la que se
deteriora una vida.
Allí, en el castillo de Bam, Valerio Zurlini filmó en 1976 la versión cinematográfica
de "El desierto de los tártaros", que hizo conocer a muchos occidentales el
extraordinario castillo.
Más de mil años de historia humana han sido destruidos con la ciudad medieval
de Bam, que en su origen era un oasis de los desiertos (arenoso uno y arcilloso
el otro), que la rodean. Fue fundada entre los años 224 y 637 de nuestra era.
Su importancia estaba en directa relación con la vecina ruta de la seda, atravesada
por numerosas caravanas, pero también con el pasaje de los peregrinos que
iban a los vecinos templos del fuego de la religión zoroastriana. Zoroastro
o Zaratustra, era de aquella región.
Fue en el período de los Savafidas, de gran prosperidad, entre 1502 y 1722,
que floreció la urbe de Bam, con todo tipo de viviendas, comercios, talleres
artesanales y construcciones públicas junto al castillo-fortaleza.
En su mejor momento llegó a contar con 13 mil habitantes, se extendía por
seis kilómetros cuadrados, era circundada por murallas muy altas y contaba
con 38 torres que servían para vigilar desde lo alto la llegada de los invasores.
La fortaleza se erigía, inexpugnable, frente al desierto.
Según los historiadores hubo dos grandes invasiones. La primera fueron hordas
afganas que llegaron en 1722 y que obligaron a una primera evacuación de la
ciudad vieja. La segunda fue en 1810, por parte de poblaciones de otra región
de Irán, específicamente de Shiraz. Desde entonces, el castillo fue utilizado
sobre todo como alojamiento de tropas del Ejército. La ciudad moderna se había
trasladado poco más allá y en el momento del terremoto dormían casi todos
sus 80 mil habitantes.
Estas dos invasiones, el mito del desierto y la imponencia del castillo impresionaron
a Dino Buzzati, que era periodista del turno noche del Corriere della Sera
y que en la soledad de las madrugadas pensó en la historia del teniente Dogo,
enviado a la solitaria Fortaleza Bastiani, junto al desierto de los tártaros
(así llamado porque una leyenda decía que en tiempos remotos hubo una invasión
tártara), donde oficiales y soldados se pasan la existencia esperando una
invasión que no llega.
En 1932, la ciudad medieval y el castillo militar fueron completamente abandonados.
En 1953, convertida en un imán turístico, la joya arquitectónica comenzó a
ser restaurada y los trabajos proseguían hasta ayer, cuando el terremoto destruyó
la fortaleza-mito inexpugnable.
Un
devastador terremoto en Irán provoca más de 25.000 muertos y deja 50.000 heridos
Destruyó casi toda la histórica ciudad de Bam, Patrimonio de la Humanidad
según la UNESCO. El gobierno pidió ayuda internacional. Fue una de las peores
tragedias de Irán, que ya padeció otros sismos.
A
las 5.28 de la mañana de ayer, un terremoto devastador irrumpió en la
histórica ciudad de Bam, situada a mil kilómetros al sudeste de la capital
de Irán, Teherán, y mató a miles de personas: esta madrugada las víctimas
fatales ascendían a 25 mil, dijo Iraj Charifi, rector de la Facultad de
Medicina de Kerman. Además, dejó heridas a 50 mil personas, de las cuales
el 90% estaba grave. La furia del temblor arrasó con la mayoría de las
viviendas e instalaciones, incluidos dos hospitales, y dejó a sobrevivientes
desesperados y en pánico a la intemperie de un invierno que llega a temperaturas
de 6ø bajo cero por las noches.
Bam, una ciudad de 80 mil habitantes —cifra que sube a 200 mil incluyendo
sus alrededores—, que conservaba las edificaciones de arcilla más antiguas
del mundo, fue arrasada. El gobierno iraní estimó que el 70% de su infraestructura
se perdió. Decretó tres días de duelo ante la "tragedia nacional" y comenzó
a recibir muestras de solidaridad y apoyo, material o financiero, de numerosas
organizaciones y países, incluido Estados Unidos, cuyo gobierno incluyó
a Irán en el "eje del mal" por su supuesto apoyo al terrorismo.
El terremoto alcanzó 6.3 grados en la escala de Richter, que mide los
temblores de 1 a 9 grados de mínimo a máximo. A las pocas horas del terremoto
principal, hubo réplicas con sismos de hasta 5 grados, lo que agregó daños
y más angustia a un pueblo aterrorizado. Las escenas eran conmovedoras
con mujeres llorando sobre los cuerpos de sus hijos, personas perdidas
y la esperanza de que hubiera sobrevivientes bajo los escombros.
Las comunicaciones y los servicios —agua, electricidad, teléfonos— quedaron
inutilizados. Sólo funcionaban algunos celulares y las autoridades pedían
que quedaran liberados para las tareas de emergencia. El poderoso temblor
destruyó los dos hospitales del lugar y mató a los médicos y enfermeros
de guardia.
Los testigos relataron que el traslado de los heridos se realizó en helicópteros
y caravanas de ambulancias que durante toda la jornada recorrieron los
doscientos kilómetros que separan Bam de la capital provincial, Kerman.
Y Radio Teherán multiplicaba sus llamados urgentes para la donación de
sangre y medicinas.
Con linternas y ayudándose unos a otros, los sobrevivientes improvisaron
fosas comunes para enterrar a los muertos y esperaban la llegada de la
ayuda oficial. Bam y la provincia de Kerman están en una región desértica
y son, tanto la ciudad como la provincia, de las más pobres y aisladas
del país.
El presidente de Irán, Mohamad Jatami, y la mayor parte de su gabinete
organizaron las tareas de ayuda junto al gobernador local, Mohammed Ali
Karimi. En particular, Teherán solicitó al mundo y con urgencia perros
adiestrados y aparatos para encontrar víctimas entre las ruinas. El líder
espiritual de la Revolución Islámica iraní, el ayatollah Ali Jamenei,
dio condolencias a las familias de las víctimas.
La Cruz Roja internacional lanzará una solicitud de fondos por 6,4 millones
de euros (8 millones de dólares). La Unión Europea puso a disposición
de Irán 800 mil euros, equivalente a casi 1 millón de dólares, y las Naciones
Unidas, otros 90 mil dólares para la inmediata emergencia. EE.UU., a través
de la Casa Blanca, anunció que enviará "ayuda humanitaria". Argentina
expresó la solidaridad con el gobierno y el pueblo iraníes a través de
la Cancillería, y Rusia y otros países de América, Europa y Asia también
hicieron llegar sus condolencias. En el escenario destruido están prestando
asistencia organizaciones como Bomberos sin Fronteras y la Media Luna
Roja, el equivalente en el mundo islámico de la Cruz Roja.
Mientras se organizaban las tareas de rescate, los habitantes de Bam improvisaron
como pudieron las tareas de las primeras horas de shock luego
de la tragedia. En medio de escombros, cadáveres, mutilados y heridos
de todas las edades, los habitantes montaron salas de emergencia, cuerpos
de rescate y búsqueda de personas. Como ocurrió de madrugada, el terremoto
encontró a casi todos los habitantes durmiendo en sus casas, lo que hace
temer un creciente número de víctimas fatales a medida que pasen las horas
y se revisen las ruinas. Toda la actividad de los sobrevivientes era en
medio de escenas de caos, horror y dolor.
El ministro del Interior de Irán, Abdolvahed Mousavi Lari, dijo a la televisión
iraní: "Nuestro problema principal hasta el momento es rescatar a personas
debido a que no hay electricidad y la gente está haciendo lo que puede
con ayuda de linternas".
Irán es un país que ha sufrido numerosos terremotos en su historia, inclusive
más terribles que el de ayer, debido a las fallas geológicas y fracturas
del suelo en Asia central. Y Bam es una ciudad importante por su historia,
lo que atrae miles de turistas cada año. Tiene unos 1.800 años de antigüedad
y contenía fortificaciones, torres y una mezquita. Su atracción principal,
que quedó destruida, es una ciudadela persa construida con ladrillos de
arcilla. Bam ha fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por
la Unesco.
"La histórica ciudad vieja ha sido completamente destruida y hay una gran
cantidad de víctimas", dijo Mehran Nourbakhsh, vocero de la Media Luna
Roja iraní. Hasta anoche no se había informado si había turistas extranjeros
entre las víctimas.
Un equipo de asistencia de la ONU en Teherán ha consultado al gobierno
de Irán qué tipo de ayuda necesita y se iba a reunir anoche para evaluar
la situación, dijo Elizabeth Byrs, vocera en Ginebra de la Oficina de
Coordinación de Asuntos Humanos de Naciones Unidas.
Los equipos de socorro han solicitado el envío urgente de mantas y prendas
de abrigo para proteger a los damnificados en las horas nocturnas, cuando
se registran temperaturas bajo cero en esta época del año.
Según fuentes locales, el sismo también causó importantes daños en las
zonas rurales cercanas a Bam, aunque no pudieron precisar el número de
muertos y heridos en esas áreas alejadas.
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Sobrevivientes
aguardan la ayuda internacional |
Una de las regiones de mayor actividad sísmica del planeta
En Irán se han detectado seis grandes fallas geológicas y al menos 60
fracturas.
Irán
es uno de los países más afectados por los terremotos, un fenómeno natural
que se produce por fallas geológicas y fracturas del suelo. Asia Central,
donde está el país de la Revolución Islámica, es una de las regiones de la
Tierra con más actividad sísmica. Y sólo en Irán se han detectado seis fallas
y unas sesenta fracturas menores.
El peor terremoto en Irán ocurrió el 21 de junio de 1990, cuando un sismo
de 7,3 grados en la escala de Richter produjo la muerte de 40 mil personas
en el valle de Rudbar, al norte del país, en las provincias de Zanjan y Gilan.
Veintisiete ciudades de esas dos jurisdicciones fueron afectadas.
Los terremotos ocurren por desplazamientos internos de la tierra que se transmiten
a grandes distancias en forma de ondas. Aunque la superficie de la tierra
parece sólida, la corteza terrestre está hecha en realidad de grandes piedras
planas llamadas placas tectónicas. Estas se mueven muy suavemente, y los puntos
de encuentro entre ellas son llamadas fallas. Si las placas se rozan con intensidad,
se libera energía y se producen, hacia la superficie, realineamientos de la
tierra. Según su intensidad, pueden producir temblores leves o terremotos,
como el de ayer en la ciudad de Bam.
Sin contar las víctimas de ayer, en Irán hubo al menos 18 mil muertos en terremotos
producidos después de aquel de 1990, y más de 50 mil heridos.
Sólo desde la década de los años 90 han habido casi mil sismos, el último
de los cuales, al menos de los más perceptibles, ocurrió en junio del año
pasado y mató a 300 personas.
Otro gran terremoto en Irán, de escala 7,1 grados de Richter, se produjo en
1962. Entonces murieron 11 mil personas en Qazvin. Y seis años después, otro
de 7,4 grados provocó 10 mil muertos más.
En 1972, un terremoto de magnitud 7,1 afectó la región sur de Ghir, donde
murieron 5.400 personas. Y en 1978, en la región central del país, un sismo
de 7,7 Richter causó 25 mil muertos y destruyó íntegramente la ciudad de Tabas.
Otros terremotos fueron los siguientes:
El 11 de junio de 1981, 1.028 personas murieron en la provincia de Kerman,
a la que pertenece Bam, por un terremoto de 6,8 Richter.
El 28 de julio de ese año, otras 1.300 personas murieron en Kerman, por un
sismo de 7,3 escala Richter.
El 28 de febrero de 1997, un movimiento de tierra de 6 grados en la escala
Richter sacudió el noroeste del país y dejó al menos 1.000 muertos.
Y el 10 de mayo de ese mismo año, 1.560 personas murieron en el terremoto
de 7,1 grados de la escala Ritcher ocurrido al este del país, cerca de la
frontera con Afganistán.
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