Con todo el dolor de madre, Pompeya Gómez, difundió ayer una carta escrita de su puño y letra en la cual se refiere a la presunta participación de policías en el secuestro de su hijo, Cristian Eduardo Schaerer, la falta de coraje de “aquellos que saben las cosas pero no se animan a contarlas” y el temor que siente por su integridad física y la de su hijo Gastón.
Con el secuestro del joven ya en el día 174 -el secuestro extorsivo más largo de la historia policial que se recuerde en la región-, diario “época” transcribe completamente la conmovedora misiva de Pompeya, dirigida a « los gobernantes, jueces, al Colegio de Abogados, a la sociedad y los medios»

«Me preocupa que la Policía esté involucrada, me preocupa que los policías se acusen entre ellos, me preocupa la Policía en actividad y la Policía sumariada por estar involucrada en los temas de Barbieri, Garay, Impulso, Bancos, y en este tema (caso Cristian).
Es evidente que un grupo de policías trabaja para Barbieri, es evidente que algunos de ellos, han sido descubiertos y algunos no, de esos tengo miedo. De aquellos que perteneciendo a la banda, siendo los ejecutores, estén libres, afuera y protegidos.
De aquellos que acusan pero tienen miedo de declarar.
De aquellos que saben las cosas pero no se animan a contarlas porque hay gente más poderosa que ellos, que protegen, que ocultan, que amenazan, que intimidan, que ocasionan temores, miedos y terror.
Me preocupa que el jefe de Policía no me llame para investigar.
Me preocupa que la actitud sea de justificar, en lugar de ir al fondo de la investigación.
Me preocupa que el impulso de la prensa, a la que todos le tienen temor, sea el motor principal de la investigación.
Me preocupa que la sociedad tenga más miedo a un micrófono o una página que a un juez.
Saben que soy yo una mujer, una madre desprotegida, que se siente sola contra todos, contra el temor que cada uno tiene de quedar mal en su función, de perder su puesto y de hacer todo lo posible para encontrar a Cristian.
No sólo se lucha contra los secuestradores, sino contra policías temerosos o involucrados.
Los poderes públicos deberían garantizarnos la Justicia y la verdad (porque no le damos seguridades a los testigos ocultos, porque no se sienten seguros los confidentes, porque yo no puedo decir todo lo que me cuentan). Por qué no se investiga a fondo?.
Soy una mamá de dos hijos, uno está por ser medio año que falta de mi casa, el otro, yo misma y mucha más gente está en peligro porque quieren ayudar y esclarecer.
La verdad se oculta porque tienen miedo, esa es la verdad de esta sociedad, hoy, ya mismo.
Todos se preocupan por lo que digo y tratan de callarme en lugar de ayudarme.
Sólo les pido esa ayuda, solidaridad y esfuerzo de todos los que puedan, uso del poder para encontrar a mi hijo, valor para no callar, coraje para no temer. Es mi hijo”.
Pompeya Gómez, 13 de marzo de 2004.

Cero resultado

Mientras nada se sabe aún del paradero de Cristian, desde el 21 de septiembre del año pasado hasta la fecha, la policía ha realizado unos quince allanamientos sin el resultado más deseado, encontrar al joven.
Tan intrincado es el caso que tales operativos sorpresa fueron en Misiones, Chaco, Buenos Aires y en las ciudades de Corrientes y Paso de los Libres. También hubo rastreos y procedimientos en Paraguay, Brasil e incluso norte del Uruguay.
Además de los presuntos cabecillas de la banda denominada de “Las Tres Fronteras”, Rodolfo José Lormhan, alias “El Gringo” y José Horacio Maidana, conocido como “Potrillo”, la policía asegura buscar a tres individuos que tuvieron participación directa en el caso.
Ellos serían Eduardo Benítez, un tal “Paragüita” y otro a que llaman “Marcelo”.
Con respecto a este último se cree que utilizó, mediante documentación falsa, la identidad de un hombre cuyo apellido es Itumendi. No sólo el nombre le robó. Fuentes de la investigación dijeron que la cuenta corriente del verdadero Itumendi sufrió estragos...
diarioepoca.com provincia de Corrientes, Argentina