El mundo laboral hoy como consecuencia de los
violentos y turbulentos cambios, que se han constituido en la
norma y no en la excepción, requiere de modernas estructuras
formales organizacionales y de estilos gerenciales cónsonos
con las nuevas realidades empresariales, así como de nuevas
estrategias y de un comportamiento humano en todos los niveles
de organización totalmente diferente a los modelos
convencionales. Esa nueva realidad organizacional exige que se
vaya mucho más allá de la simple visión y de la retórica, para
producir nuevos escenarios empresariales, en donde el
trabajador debe internalizar su nuevo rol de lo que significa
ser un trabajador en esta época de cambios y de ser una
organización biológica.
Tradicionalmente a los miembros de la
estructura informal se les evaluaba normalmente por los bienes
y servicios que producían. De acuerdo con las nuevas
realidades organizacionales se los valora por la capacidad que
tengan de responder y de adaptarse exitosamente a los cambios.
Como consecuencia de que los cambios son la regla en el mundo
empresarial, todos la fuerza laboral independientemente del
nivel del cargo que ocupan, se enfrentan diariamente al riesgo
de la obsolescencia.
Ninguna organización puede evolucionar por
encima de las personas que trabajan en ella. Si los líderes
empresariales aspiran a que sus organizaciones se adapten a
los cambios exitosamente, es necesario que cada uno de los
miembros de la estructura informal tome conciencia de realizar
eficientemente un aprendizaje personal que le permita percibir
el cambio tal y como está ocurriendo.
De acuerdo con los tratadistas en el diseño
de las organizaciones, desde hace cierto tiempo han venido
pregonando que el entorno laboral mundial está en crisis. Cada
día las empresas tienen menos trabajadores directos. Ahora se
contrata a mucho personal temporal o por proyectos y/u obra
determinada. Existen los teletrabajadores. La otra realidad es
que hoy día se trabaja más ahora que antes, tendente a
mantener el mismo nivel de vida que hace dos lustros. En el
mundo industrial venezolano todos los días nos enteramos de
alguna empresa que despidió una parte considerable de su
personal. Venezuela hoy vive una época de grandes turbulencias
y de mucha incertidumbre, donde existen muchas expectativas
del nuevo gobierno que se inicia mañana y de acuerdo con las
ofertas del presidente electo, ofrece cambiar el paradigma
tradicional de hacer promesas que después no se cumplen y
donde todo lo que hoy se tiene, puede desaparecer mañana. Esta
es la crisis colectiva del venezolano. Nadie es inmune a sus
efectos.
Al leer cualquier publicación relacionado con
el mundo de los negocios, se encuentran entre otros los
siguientes términos: "mejoramiento continuo";
"aprendizaje en equipo", "las organizaciones de aprendizaje
inteligente" ; y los "trabajadores del
conocimiento" . De acuerdo a las connotaciones de
estos términos, las empresas con categoría mundial están
funcionando como un lugar de superaprendizaje y de producción.
Esto ha traído como consecuencia que la fuerza laboral hoy día
sea tanto "aprendices-estudiantes" como productores. En este
tipo de organización el propósito de formarse es tan
importante como garantizar el sustento lícito de vivir. Las
actividades de formación es por tal motivo un proceso de
creación y autodescubrimiento constante, el cual dura toda la
vida.
La Dra. S. M. Campell (1997) frente a esta
realidad organizacional se hace la siguiente pregunta:
Tal vez como parte de la respuesta a la
interrogante anterior, puede ser que por medio de un programa
de reingeniería se reformulen las organizaciones en
comunidades de aprendizaje continuo, en donde los trabajadores
se perfeccionen y se ayuden entre sí, para ponerse al tanto de
la realidad actual.
En toda la historia de la humanidad, nunca antes había
existido una época tan estelar como esta. Los humanos hemos
desarrollado la capacidad tecnológica para crear vida y
también para destruirnos. Los conocimientos y competencias de
la sociedad actual para hacer cosas, es muy superior a ninguna
otra civilización en la historia. Sin embargo de acuerdo a la
experiencia de Consultor Organizacional, que tiene el autor de
este espacio y de acuerdo a los resultados obtenidos en
trabajos realizados en diferentes empresas, se ha podido
comprobar que los trabajadores no tienen contacto con su
propio cuerpo, que el trabajo -indistintamente de la
naturaleza del mismo- produce frustración o estrés y que
normalmente están aislados de la comunidad y de la familia.
Evidentemente existe algo que no está funcionando como es
debido. Los modos habituales de concebir, percibir y conducir
las empresas ya no sirven, pero muchos líderes se resisten a
reconocer que los estilos antiguos de actuación no funcionan.
En consecuencia el entorno laboral actual exige que se
desprendan del paradigma conocido y se incursione en lo
desconocido, por medio de procesos de creatividad e
innovación.