ORIGEN E HISTORIA

El perro de pastor del Cáucaso pertenece a las razas pastoras, llamadas ovtcharkas, de la ex-Unión Soviética. Esas razas, poco conocidas en Occidente, y por consiguiente difíciles de diferenciar, son cuatro; ademas del pastor del Cáucaso (procedente de los macizos montañosos de esta región), figuran el pastor de Rusia meridional (corrientemente llamado pastor ruso), el pastor de Asia central y el pastor de las estepas del Cáucaso (este últimos no reconocido oficialmente por la Federación cinológica internacional).
El pastor del Cáucaso es un animal potente, del tipo dogo del Tibet - del que probablemente descienda - , que durante mucho tiempo fue criado exclusivamente por los pastores de las montañas caucásicas. Se le exigía que tuviera dos cualidades esenciales, saber guiar el ganado y ser lo suficientemente valeroso y fuerte como para enfrentarse con lobos y demás predadores naturales. A lo largo de los siglos, los pastores seleccionaron perros muy rústicos y especialmente robustos, capaces de soportar el riguroso clima de esta regiones de glaciares y estepas semiáridas. El aislamiento de este conjunto montañoso que ae extiende desde el mar Negro al mar Caspio, libró a estos animales de cualquier aporte de sangre extraña, lo cual explica que el ovtcharka del Cáucaso se haya mantenido como una raza relativamente pura y homogénea.
Paradójicamente sin embargo las instancias cinológicas oficiales de las antiguas repúblicas socialistas no reconocieron el pastor del Cáucaso ni ninguna otra raza pastora de la ex – Unión Soviética hasta que en 1952 con motivo del congreso de Moscú, se tomaron las decisiones tendentes a promover su difusión y desarrollar su utilización. La apertura por aquel en tonces de una escuela de formación de pastores del Cáucaso en Kajastán fue la prueba de este nuevo enfoque de los cinófilos soviéticos. Dicha escuela, cuya actividad resultó ejemplar en los años siguientes, concedía cada año un diploma oficial a cerca de doscientos perros.

COMPORTAMIENTO

Su inclusión en el grupo segundo de la clasificación de la Federación Cinológica Internacional demuestra que el pastor del Cáucaso es un perro de pastor, aunque por encima de todo es un perro de montaña. Se trata de un animal claramente más potente que la mayoría de sus congéneres cuya función más importante consiste en guardar el ganado, las personas y los bienes de éstas. Por consiguiente, tiene muy poco que ver con cualquier perro de compañía tal como se entiende normalmente que son éstos, y no porque sea inútilmente agresivo con sus dueños sino sencillamente porque tiende a dominar a quienes le rodean. De ahí que su educación requiera mano firme con guante de seda.
Cuando es muy pequeño, el pastor del Cáucaso es una encantadora bola de pelos de andares torpes. El aspecto que tiene entonces es lo que más gracia le hace a la gente.Pero en todo caso conviene llevar cuidado. Quienes quieran tener el animal por su simpático aspecto se expondrían a más de un chasco después; este perro de unos cincuenta kilos no está dispuesto en absoluto a convertirse en un camarada de juegos de los niños – con los que todo lo más podría desempeñar una función de protección - ni a quedarse tranquilamente echado en la alfombra del salón. No tiene nada de perro de interior; por una parte, porque su imponente envergadura se lo impide, y, por otra parte, porque necesita grandes espacios para moverse a sus anchas. En eso resulta menos civilizado que el montaña de los Pirineos o el san bernardo que se reconvirtieron hace ya tiempo.
En cambio, el pastor del Cáucaso le irá como anillo al dedo a las personas que busquen un animal fiel, capaz de protegerlos en cualquier situación. Cancerbero impresionante, guardará de un modo feroz la propiedad de su dueño, mostrándose visceralmente desconfiado con los extraños. El estándar oficial penaliza cualquier ejemplar que muestre signos demasiados evidentes de sociabilidad. De modo que conviene tener cuidado cuando se tiene delante un perro así; un gesto que hay que evitar es el de tenderle la mano maquinalmente salvo que lo haya indicado su dueño. De todos modos, subrayemos el notable equilibrio que muestra este perro de montaña cuando el dueños está en casa y no ocurre nada anormal. Tiene una salud robusta por lo que apenas habrá que prestarle ningún cuidado en especial. No le costará nada dormir fuera y bastará cepillar periódicamente su abundante pelaje para que tenga un buen aspecto.


CUIDADO CON EL PERRO. El aspecto del pastor del Cáucaso es absolutamente impresionante; no es un perro que se pueda dejar en manos de cualquiera. Esto es lo que quiso dar a entender Alexandre Krestianinov director en 1984 del Club Central de Adiestramiento de Perros de Guarda de la Sociedad Benéfica de Ayuda al Ejército, la Aviación y la Marina de la ex – Unión Soviética. Según dijo, << el perro de pastor del Cáucaso fue introducido por los criadores de ovejas del Cáucaso y criado en nuestras repúblicas del Asia central. En la actualidad, estos perros se aclimatan en todas las regiones de la Unión Soviética. Es un perro resistente, fuerte y poco exigente. Se utiliza para guardar rebaños. Su pelo grueso y tupido lo protege de las mordeduras. Sus orejas suelen ser amputadas muy pronto. Su ferocidad y carácter desconfiado lo hacen muy valioso para el servicio de guarda. Por lo demás, casi siempre resulta vencedor en los combates contra los lobos. Pero tiene un único inconveniente: no es fácil adiestrarlo <<.
Su sentido de la tolerancia se ve colmado en seguida con sus congeneres; resulta evidente que se trata de un perro dominante sobre todo el macho. A todo ello hay que añadir su deseo de independencia, lo cual explica que no busque constantemente la presencia de sus dueños ( es afectuoso, pero cuando le viene en gana). Y como conserva un cierto atavismo de cazador, no tiene nada de extraño que haya ejemplares que se escapan en cuanto pueden. Todo el encanto que tiene procede de su gran rusticidad tanto física como psicológica.