TRABAJO 1
PARTE I
LA EMPRESA Y EL ENTORNO
GLOBALIZACION, REGIONALIZACION E INTERNACIONALIZACION
1. Introducción
A pesar de los innumerables trabajos dirigidos al estudio y análisis del fenómeno de la globalización no es fácil encontrar un intento de definición que vaya más allá del nivel descriptivo. En términos generales en el ámbito económico - empresarial, por globalización se entiende el movimiento acelerado de bienes económicos a través de las barreras regionales y nacionales. Este intercambio incluye personas, productos y por sobre todo, las formas tangibles e intangibles de capital. El efecto inmediato de la globalización es la reducción de la "distancia económica" entre países y regiones, así como entre los actores económicos mismos, incrementando, de este modo, las dimensiones de los mercados y la interdependencia económica.
Este tipo de definiciones de análisis teórico, queda de alguna manera relegado bajo la idea que la globalización se genera a partir de un proceso espontáneo del mercado, de por suyo evidente, derivado de los esfuerzos de los agentes económicos individuales (especialmente las empresas transnacionales) en búsqueda de mayores ganancias que les permitan disponer de los ingentes recursos financieros requeridos para asegurar la reproducción de un patrón de acumulación cada vez más dependiente de la innovación científico-tecnológica para la generación de bienes servicios ( esto es de relevancia para nuestro ulterior análisis de las empresa de e-servicies como parte de los efectos de esta globalización ).
Esta peculiar situación que impera en el estudio de esta temática de la globalización genera una serie de dificultades en el campo de la interpretación teórica, particularmente cuando se trata de analizar las tendencias que originan y posibilitan el desarrollo de éste proceso; así mismo, cuando se procura distinguir las interrelaciones de las variables relevantes que determinan su dinámica. Por otra parte las dificultades no se agotan en el campo teórico, también aparecen cuando se busca conocer el alcance y las probables configuraciones en las cuales se sedimentarán estos procesos globalizadores, especialmente en relación a las profundas y radicales transformaciones que están provocando en el seno de las organizaciones económicas.
De igual modo, cuando se procura distinguir las posibilidades que los miembros de dichas organizaciones tienen para dirigir estos procesos de cambio encontramos problemas. Aquí, prevalece la idea de una transformación impuesta a los productores a través de una férrea coacción económica, en donde los conocimientos y capacidades que los distintos agentes económicos necesitan poseer para modificar radicalmente sus estructuras, normas y procedimientos, surgirían de la noche a la mañana, en un proceso inmediato, casi espontáneo, de manera tal que les permita reinsertarse competitivamente en el mercado global. Aquellos productores que no saben, que no pueden realizar este "milagro" quedarán excluidos del sistema, y estarán irremediablemente condenados a desaparecer ( venta que se hace en todas las conferencias de globalización hacia los productores y comercializadores en nuestro país y que suponemos es igual en todos lados ).
En el ámbito de la gestión de las organizaciones económicas de e-servicios, que es el espacio en donde deseamos desarrollar nuestro trabajo de investigación, consideramos necesaria una más precisa conceptualización teórica de este fenómeno de la globalización económica, intento que podría contribuir a una mayor y más profunda comprensión de los factores o variables relevantes (así como de sus interrelaciones) que originan y determinan las transformaciones en las estructuras y procesos productivos y organizacionales a escala planetaria y; al mismo tiempo, (y de igual importancia) procurar un método analítico que permita un cierto control de estos procesos de cambio, mediante la elaboración de un marco conceptual que permita dirigir la acción a nivel operativo, a través del diseño de modelos que posibiliten tanto el estudio de casos, como la resolución de problemas prácticos de las organizaciones, en búsqueda de aquella eficiencia que les permita reinsertarse en la competencia global. En otras palabras, intentamos saber de que manera y en que medida las organizaciones deberían modificar sus estructuras, conocimientos y prácticas productivas con el fin de apropiarse de un nuevo paradigma de eficiencia, impuesto por la globalización económica.
El esfuerzo de conceptualización que buscaremos se basa en dos categorías económicas:
1.- El patrón de acumulación
2.- El paradigma de eficiencia
Estas categorías serán utilizadas hacia un conjunto específico de problemas: las formas de gestión y sus estructuras organizacionales que es lo que atañe a nuestra clase.
2. El proceso de globalización: introducción al tema
Como si fuese en alguna forma el desarrollo de una premonición, las teorías económicas de Marx relativas la globalización de las economías y sus concentraciones se están desarrollando actualmente. En los últimos dos decenios del siglo veinte se han desencadenado una serie de procesos de gran trascendencia, tanto por la magnitud de los efectos generados como por la complejidad que estos asumen en su expresión fenoménica, en donde se advierte la inmediata y recíproca dependencia con la cual están concatenados. De estos procesos destacan dos: las formas en las cuales se desarrolla competencia en el mercado global y; la acelerada dinámica del desarrollo científico tecnológico, ambos, responsables de las transformaciones que de manera dramática alteran la configuración tecno-económica, modificando el conjunto de premisas organizativas y científico-tecnológicas así como de las formas de comprensión que durante largo tiempo posibilitaron el despliegue de un cierto modelo de desarrollo (centro-periferia) y de una particular estructura bipolar del poder mundial ( por cierto ahora inexistente, aunque desde el punto económico 3 grandes bloques se están formando ( como una parodia al libro 1,984 de Orson Welles )).
Por otra parte, estos proceso también han provocado el derrumbe de muchas de las certezas que guiaron gran parte de la actividad en la época moderna; certezas derivadas a partir de marcos teóricos de interpretación hoy bajo serios cuestionamientos, pues ellos no facilitaron una compresión ni mucho menos la previsión de la dinámica y magnitud que asumen las actuales transformaciones. Junto con ello, se desdibujan valores, ideologías y doctrinas políticas, sociales y económicas que impregnaron de sentido a los proyectos individuales y colectivos de una parte importante de la humanidad. Por ello, han sido abandonadas, o por lo menos no tienen el poder de convocatoria que antes tuvieron. Sin embargo, se advierte que, aunque en forma precaria, a finales del siglo se han impuesto una serie de consideraciones en torno a las determinaciones centrales de la política económica contemporánea.
Como concepto de globalización desde el punto de vista capitalista neoliberal, en el plano económico, por ejemplo, parece evidente que al mercado le fue otorgado un rol preponderante: se impone como el instrumento más apropiado para manejar los intereses competitivos. En el plano político, por su parte, la democracia representativa es considerada como el medio de mayor eficacia para elegir entre orientaciones políticas diferentes. En el plano social, las cosas no están muy claras. Sin embargo, una tendencia parece imponerse; los gobiernos abandonan la pretensión de una sociedad más equitativa que asegura el bienestar social para el conjunto de los ciudadanos, propiciando en cambio, el surgimiento entre los individuos, de atomizadas formas de autoayuda ( ONGs, etc ), mediadas por el mercado y no por formas colectivas de solidaridad.
Estas consideraciones que dominan en la política económica contemporánea, de algún modo, configuran un sistema político, económico y social ligado en forma indisoluble a dos procesos estrechamente relacionados, mismos que emergen como distintivos en este último cuarto de siglo: la competencia derivada de la economía global y; la dinámica del desarrollo tecnológico, que además de generar las condiciones para la consolidación de un cierto sistema, imponen a escala planetaria un nuevo paradigma del quehacer eficiente, entendiendo por ello la sustitución de un modelo rector del progreso tecnológico-comercial que las empresas utilizaban para identificar y desarrollar los procesos, productos y sistemas de gestión mas rentables a partir de las alternativas tecnológicas que estaban disponibles en el mercado.
Las nuevas formas e
intensidades que la competencia adquiere en el marco de una economía
globalizada, manifiestan su significado e importancia por una parte, en las
colosales dimensiones que adquieren las entidades económicas líderes del mercado
global y; por otra, en las modificaciones que está experimentando la conducta
empresarial.
Las dimensiones y las complejas articulaciones y características que adoptan las
estructuras tecnoeconómicas de los conglomerados productivos, financieros y
comerciales contemporáneos, simbolizados por las empresas transnacionales, que
aunque poseen elementos comunes son extremadamente diferenciadas. Se derivan de
una misma lógica de acumulación, esto es corresponden a un mismo proceso de
concentración y centralización del capital, pero se cristalizan en distintas
formas y por ello, no existen modelos únicos susceptibles de ser aplicados en
forma universal. Más aún, ni siquiera para un mismo sector de la actividad
económica existen "recetas".
Un ejemplo de lo anterior se
visualiza en la industria de las telecomunicaciones. Por una parte se puede
observar la constitución de la más grande compañía global en los negocios de las
comunicaciones que se origina con la fusión de las empresas Time- Warner y
Turner con ventas combinadas que superan los veinte mil millones de dólares
anuales que busca en la centralización de las decisiones ubicar la forma más
eficaz para incrementar la rentabilidad de sus negocios. Por el contrario, en el
mismo sector la AT&T anuncia la división del conglomerado en tres estructuras
separadas y autónomas de manera tal que las nuevas compañías sean más
responsables frente a sus clientes, al mismo tiempo que permite aminorar los
crecientes costos de gestión que generalmente acompañan a los procesos
decisorios hipercentralizados.
En lo que se refiere a la conducta empresarial
-en el contexto de una competencia globaliizada- se observa la adopción de una
estrategia muy singular en la cual se combinan simultáneamente tácticas de
competencia y colaboración inter y entre-empresas. Para ejemplificar
lo anterior seguiremos con el ejemplo del sector de las telecomunicaciones que
para muchos observadores se ha constituido en el núcleo del desarrollo
industrial para finales de este siglo.
La magnitud del mercado
global de las comunicaciones puede ser visualizada conociendo la cifra de sus
ventas anuales, mismas que giran en torno a los cuatrocientos mil millones de
dólares anuales. Estas cifras tenderán a crecer en un futuro inmediato debido a
dos factores:
a
) la liberalización de los mercados y la privatización de los servicios,
procesos que se están llevando a cabo a escala mundial están modificando
dramáticamente la configuración de los mercados exigiendo a las empresas del
sector un cambio radical en sus estrategias antes basadas en la manutención de
posiciones monopólicas derivadas de su naturaleza tecnológica. Estas mismas
empresas por una parte ven multiplicadas sus oportunidades de negocios, pero al
mismo tiempo deben afrontar una aguda competencia en el abastecimiento de
equipos de telecomunicación como en el equipamiento y operación de las redes de
servicios y;
b) la incesante multiplicación de opciones tecnológicas que ofrecen a los
usuarios las nuevas tecnologías de "multimedia" que hacen posible la combinación
de imágenes virtuales, películas en movimiento, sonido, textos y datos que
permiten la transmisión casi instantánea y un procesamiento oportuno y eficaz de
enormes, variados y complejos volúmenes de información.
Sin embargo, en relación a los efectos generados por la innovación en éste
sector quizás de mayor importancia sean las asociaciones que están siendo
forjadas entre las empresas de telecomunicación tales como aquellas dedicadas a
la información de sistemas tecnológicos, las que proveen información, las
compañías de publicidad, editoriales medios escritos y electrónicos, etc.
La computación, las telecomunicaciones, la
publicidad, la educación y el esparcimiento están generando no sólo productos y
servicios complementarios sino más bien, mercancías de muy difícil
diferenciación.
Se crean alianzas basadas en lazos de cooperación de distintos tipos y objetivos, ya sean de carácter permanente o temporal. La primera forma de alianza estratégica se establece a través de fusiones, proyectos conjuntos de inversión y/o la integración de redes y estructuras productivas para la generación de un insumo, producto o línea de productos. Por su parte, en las temporales las empresas buscan asociaciones delimitadas en el tiempo, diseñadas a partir de objetivos específicos, sean estos contribuir en la investigación y desarrollo de un producto o insumo principal o, con el fin de controlar importantes segmentos de los mercados nacionales, regionales y globales. Aquí cabe destacar la singularidad de estas formas de cooperación. Ellas a pesar de establecer una estructura oligopólica en los mercados globales más dinámicos sin embargo, no pueden eliminar la competencia, inclusive, ésta se estimula entre asociaciones en las que participa una misma empresa, ya que las alianzas cristalizan en unidades económicas autónomas que están obligadas a lograr un uso eficiente de los recursos y lograr la mayor rentabilidad posible.
Existen otros aspectos de la
competencia global que es preciso destacar. Decíamos anteriormente que la
competencia es reforzada, intensificada y canalizada a través de mecanismos
diseñados para incrementar aquella eficiencia empresarial que le permita la
sobrevivencia y expansión a través de las alianzas estratégicas. Sin embargo, la
competencia se desplaza también a otros ámbitos y se le agregan, por tanto,
otros objetivos.
Uno de ellos es reducir los conflictos sociales -al interior de la empresa-
reemplazando las formas tradicionales de mediación y negociación de los sujetos
colectivos (sindicatos) por formas competitivas, es decir, ubicando a los
trabajadores en férreas formas de competencia en las cuales los individuos
luchan entre sí para asegurarse una privilegiada inserción laboral ubicándose en
los nichos productivos más dinámicos (aquellos de mayor expansión y
rentabilidad) y con ello, reducir la incertidumbre del desempleo y/o la
expulsión hacia ramas estancadas de la actividad económica. En este marco, la
conducta estratégica de los trabajadores se dirige, entonces, hacia el drástico
incremento de sus conocimientos, habilidades y destrezas, capacitándose para
mostrar eficiencia ante un mercado laboral (especialmente el de las empresas
transnacionales) cada vez más reducido y competitivo.
Con el fin de profundizar
esta línea de argumentación y el análisis de estos procesos tomando como hilo
conductor la competencia que emerge de la economía globalizada se hace
imprescindible, destacar un fenómeno de suma importancia que se ha hecho por si
mismo evidente hacia el final del siglo veinte: la
corporación transnacional y el rol central que ella asume en relación a los
cambios que están ocurriendo.
A través de esta peculiar forma de organización económica -la cual comúnmente ha
sido comprendida y conceptualizada como proceso de transnacionalización de la
economía mundial, se busca comprender el creciente rol de las empresas
transnacionales globales y con ello, conocer la evolución de una parte
significativa de las determinaciones más importantes de la política económica
internacional contemporánea.
Una cifra da cuenta de la
importancia de la empresa transnacional global. Seiscientas de ella, ya en 1985,
eran responsable de la generación de más del 20% del valor agregado total en la
industria y la agricultura. Las líneas de negocios principales de estas empresas
globales se concentran en la industria petrolera, en la producción de máquinas y
equipos, en la industria petroquímica fina, la automotriz, aeroespacial,
telemática, cibernética, microelectrónica, etc.
Para efecto de nuestro trabajo en relación a las empresas transnacionales globales y la competencia queremos destacar un aspecto específico de su actividad. Nos referimos no sólo al hecho por demás conocido de que las transnacionales están incesantemente incrementando los flujos del comercio y de la inversión sino más bien, nos interesa resaltar la estructura de este intercambio. Esto es, la importancia creciente que en estos flujos están adquiriendo las denominadas operaciones internas de una red global en expansión: el intercambio de insumos y de bienes tecnológicos (resultados de la investigación y desarrollo) al interior de la empresa transnacional global -entendiendo por ello no sólo una empresa o un conjunto de empresas ligadas por un centro de control financiero común- sino que más bien, con este concepto queremos enunciar una compleja y extendida red de relaciones de competencia y colaboración (alianzas estratégicas) y que progresivamente se van integrando en vastos conglomerados o sistemas complejos de interdependencia en donde las tareas de investigación y desarrollo, las de producción, mercadeo y financiamiento se van compartiendo y configurando entidades económicas y organizacionales de vastas proporciones y de singulares atributos.
Con estas consideraciones que esbozan las líneas generales de nuestra investigación damos término a esta introducción de carácter general al problema de la competencia global y el paradigma de eficiencia. A continuación profundizaremos sobre algunos tópicos de la globalización en relación a la competencia, las transnacionales, la globalización, especialización y regionalización y la adquisición de las ventajas competitivas.
3. La empresa transnacional y los procesos de globalización, especialización y regionalización
El rol preponderante de las
corporaciones transnacionales, en el campo de la reestructuración industrial, se
visualiza especialmente en relación a las dos áreas principales, en las cuales
se ha incrementado la competencia internacional, el comercio y la inversión
directa. Justamente aquí, es donde se expresan las tendencias que impulsan la
competencia internacional cuestión que desarrollaremos a continuación.
Antes, con el objeto de una mejor comprensión del fenómeno del incremento de la
competencia internacional parece pertinente referirse primero a la naturaleza de
la evolución del capitalismo y la descripción de los más importantes rasgos que
caracterizan a la empresa industrial moderna.
La primera fase del
capitalismo se caracteriza por la empresa familiar. A finales del siglo XIX una
nueva forma de capitalismo aparece en Europa y Estados Unidos: el capitalismo
gerencial. El capitalismo gerencial estaba basado en el reclutamiento de
ejecutivos profesionales los cuales emprendieron proyecto de inversión a largo
plazo e implementaron prácticas organizacionales para asegurar cuotas del
mercado. Sin embargo, en este capitalismo gerencial al menos se pueden observar
dos formas distintas a saber; el gerencial competitivo y el gerencial
cooperativo. El primero en EEUU y el segundo en Alemania.
El gerencialismo competitivo que reguló la expansión de las actividades
manufactureras en los Estados Unidos se constituyó en una de la más despiadadas
formas de competencia entre las principales núcleos industriales. El nudo de las
ventajas competitivas se manifestó en la innovación y en un proceso productivo
basado en la explotación de economías de escala, a través de fuertes inversiones
de capital que diseñaron inmensas líneas de producción de productos
estandarizados, todo esto complementado con fuertes inversiones en marketing y
en el desarrollo de estrategias de expansión en los mercados nacionales. El
éxito de estas estrategias se puede simbolizar en el fordismo que posibilitó la
producción masiva de automóviles, considerado como la realización del sueño
americano.
En Alemania, el capitalismo gerencial fue en grandes términos similar al
desarrollo en los Estados Unidos sin embargo, es posible advertir tres
diferencias:
a) las empresas alemanas se concentraron más bien en bienes intermedios y de
capital, logrando un significativo desarrollo en la industria
química-farmacéutica, la producción de aceros y la industria de maquinaria
pesada.
b) las ventajas competitivas de las empresas alemanas se basaban tanto en las
economías de escala como en las economías dirigidas.
c) la relación interempresas (con abastecedores y competidores) y la
intraempresa (con el trabajo) tienden a ser más bien cooperativas que
competitivas. Empero, el estímulo principal para esta cooperación fue el
fenómeno de la concentración del capital industrial que posibilita la
coordinación de las operaciones de negocios a través de la constitución de
grupos financieros. En efecto, actualmente los diez bancos más importantes
poseen un control accionario decisivo sobre las 100 empresas más importantes del
país. Esta forma de dirección de las empresas le permite a Alemania convertirse
en una de las más fuertes economías industriales de Europa y en una de las
economías más competitivas a nivel mundial.
Sin embargo el ejemplo más pleno del capitalismo gerencial cooperativo es Japón. Este sistema le ha permitido colocarse en posiciones de control de importantes mercados globales en la mayor parte de las actividades industriales de mayor dinamismo. De entre las características más importantes de este modelo de capitalismo, destaca el compromiso estratégico de largo plazo para con la innovación y el continuo mejoramiento de los productos. Por otra parte, en lo que se refiere a la cooperación esta toma nuevas características que la refuerzan. En lo referente a las relaciones laborales introduce en los salarios el principio de que los trabajadores no son pagados tanto por la tarea productiva sino más bien por aquellas tareas que el trabajador es capaz de realizar. Por otra parte, y de mayor importancia aún, en término de las relaciones con otras empresas destaca la formación de los Keiretsu o alianza estratégica de negocios, configurando asociaciones permanentes entre diferentes empresas, de tal modo que el conjunto de compañías japonesas más competitivas internacionalmente están organizadas en sólo seis grupos de negocios, centralización que les posibilita además, operar bajo una estrecha colaboración con organismos gubernamentales, particularmente en la investigación y desarrollo de productos de tecnología de punta y para la detección y captura de nuevos mercados.
De lo anterior, se podrían
deducir algunas conclusiones preliminares. Parece indudable que la fuerza
rectora de la competitividad internacional es el modo capitalista de producción
que aunque se manifieste en alguna formas específicas o variantes nacionales -e
incluso que estas variantes sean importantes, no impiden incluir a todas estas
experiencias en un mismo modelo de economía de mercado. Las diferencias entre el
capitalismo gerencial competitivo y el capitalismo gerencial cooperativo se
encuentran entonces en tres puntos: en el rol del gobierno en la actividad
económica; en los horizontes temporales considerados en los procesos de toma de
decisiones y; en la naturaleza de las relaciones inter-empresas e intra empresas
(las relaciones laborales).
La teoría acerca de las etapas del desarrollo competitivo (Porter,M. 1990),
reelaboradas más tarde por Ozawa (Ozawa,T.1992) es muy ilustrativa al respecto.
Porter describe el desarrollo competitivo de las economías nacionales en términos de cuatro etapas, las cuales son sintetizadas a través de ciertas características competitivas secuénciales. Para la primera etapa, las actividades basadas en los recursos naturales y el las manufactura intensivas en uso de trabajo son centrales para la obtención de las ventajas competitivas. En la segunda etapa, en cambio, la actividad económica estaría basada en la fabricación de bienes intermedios y de capital (industria química y pesada), la tercera en la generación de la infraestructura (vivienda, transportes, comunicaciones). En la cuarta etapa, la actividad económica estaría impulsada por las inversiones; el éxito empresarial descansa en el investigación y desarrollo derivados de un pleno uso del capital humano.
Por su parte, Ozawa ha
mejorado el esquema demostrando como la experiencia japonesa configura un modelo
en el cual resaltan las relaciones de interdependencia entre el mejoramiento
estructural, las ventajas comparativas dinámicas y la inversión extranjera
directa, conjuntamente con la unión de las estrategias de uso intensivo de
capital y uso intensivo de recurso humano calificado para la generación de un
constante progreso tecnológico. De esta manera, se puede comprender como un
estadio particular del desarrollo competitivo es asociado con un patrón
específico de exportación, basado en la adquisición y consolidación de niveles
de competitividad. Así, el primer estadio estaría caracterizado por ventajas
comerciales basadas en factores, produciendo mercancías primarias y bienes de
uso intensivo de trabajo. Por su parte, el estadio guiado por la inversión
basaría en cambio sus ventajas competitivas en la producción a escala de bienes
intensivos en capital. Por último, el estadio de la innovación -que basa sus
ventajas en la investigación y el desarrollo- se caracteriza por la exportación
de productos cada vez más sofisticados tecnológicamente.
En este sentido, el crecimiento económico y la transformación sería acompañada
por un cambio en los patrones de las ventajas comparativas dinámicas. Debe ser
mencionado además, que estos cambios no suceden a partir de transformaciones
instantáneas, más bien son el resultado de progresivas transiciones
caracterizadas por el surgimiento y caída de actividades económicas específicas
y puede ser conceptualizado como un cambio en el centro de gravedad de la
economía como una totalidad.
Pero quizás el aporte más importante de Ozawa es destacar la relación tan
importante que tiene la inversión extranjera directa en los cambios
estructurales de la economía.
Continuaremos el análisis de este problema a través de la presentación de las
principales tendencias del comercio internacional: globalización y
especialización.
4. Internacionalización del Comercio: globalización y especialización
La principal alteración del
sistema de comercio internacional ha sido su notable expansión; el surgimiento
de nuevos exportadores (Japón y los países asiáticos) la apertura de los
mercados de Norte América mediante el Tratado de Libre Comercio y en una menor
medida la apertura de los mercados europeos responsables y en general la
liberalización de mercados propuesta e impuesta a los países en vías de
desarrollo son responsables de este incremento en los flujos del comercio
mundial.
Sobre estos aspectos es posible contar con numerosos trabajos desarrollados para
comprender la magnitud y naturaleza de los cambios, a partir de las
modificaciones que se observan en los patrones de exportación de los países.
En Japón y Estados Unidos
durante el período 1970-89 se puede observar una significativa especialización
en su comercio internacional a diferencia de los países de la Comunidad
Económica Europea. De los países más importantes Japón -en las dos últimas
décadas- ha duplicado sus exportaciones en los sectores basados en la generación
de conocimientos (química fina, componentes microelectrónicos y
telecomunicaciones) que son áreas caracterizadas por actividades innovativas
directamente ligadas a ingentes gastos en investigación y desarrollo, lo que
produce efectos para el conjunto del sistema económico, en tanto que sirven como
insumos intermedios y de capital para un gran número de otros sectores
industriales y de servicios.
Por otra parte, es posible observar el crecimiento de la industria de bienes de
capital especializada (instrumentos y máquinas de ingeniería tales como máquinas
herramientas) actividades caracterizadas por una muy alta diversificación de la
oferta, destinadas principalmente a ser insumos para actividades industriales
que preferentemente utilizan economías de escala y procuran dominar la oferta
mediante la captura de nichos de mercados. Este tipo de especialización
comercial característico para Japón es particularmente evidente en los esfuerzos
de investigación y desarrollo en los sectores industriales basados en la
microelectrónica, tales como los sistemas de procesamiento de datos y el de
componentes electrónicos y telecomunicaciones, retirándose paulatinamente de los
sectores tradicionales. Sobre estos mismo fenómenos encontramos una visión
adicional de este fenómeno donde se postula que el crecimiento económico ha
llegado a ser cada vez más independiente de la intensidad de los flujos del
comercio internacional y que los elementos dinámicos estarían centrados en
grandes empresas que producen manufacturas tecnológicamente complejas para
mercados globales imperfectamente competitivos. Allí, es donde los nuevos
actores estarían rápidamente mejorando sus resultados en el comercio
internacional.
Los países ganadores no solo son aquellos que han incrementado su cuota de mercado, sino que también analiza estas ganancias de acuerdo a los principales productos involucrados. En este sentido se distinguen productos que están gozando de un incremento en la cuota de mercado de aquellos que la están perdiendo.
Para ello acuña la figura de los productos "dinámicos" y los "descendentes". Los países ganadores incrementan sus cuotas de mercado a través de productos "dinámicos". Los países perdedores pueden perder sus cuotas de mercado con productos dinámicos (una situación definida como "pérdida de oportunidades") o con productos "descendentes" en una situación denominada "retirada". Naturalmente, la mezcla de productos para virtualmente todos los países contiene ejemplos de ambas clases.
Entre los principales países
de la OECD, Japón claramente es el que ha obtenido las mayores ganancias en
cuotas de mercados y más importante aún, cerca del 80% de sus exportaciones
están ubicado en una óptima situación y casi todas ellas son manufacturas que no
están basadas en recursos naturales. Con pocas excepciones, los países de la
Unidad Económica Europea, aunque es posible observar ganancias en sus cuotas de
mercado, éstas son significativamente menores a las alcanzadas por los países
asiáticos y, enfrentan muchas oportunidades perdidas en sus resultados de
exportación. No obstante, se hace necesario destacar el hecho que a pesar de las
pérdidas sus exportaciones (en gran parte) no son manufacturas basadas en la
explotación de recursos naturales. La situación es crítica para países como
Autralia y Nueva Zelandia que basan sus exportaciones en recursos naturales y
manufacturas directamente relacionadas con actividades primarias. Bajo este
mismo esquema propuesto por Fajinzyber los Estados Unidos estarían perdiendo
importantes cuotas de mercado debido a que un número menor de sus productos se
encuentran en la situación óptima y peor aún, muchos de sus productos se ubican
en la zona de "las pérdidas de oportunidades". Una proporción similar de
productos de exportación se encontrarían en la fase de retirada.
Este esquema demuestra un dramático cambio en las relaciones comerciales de los
países de la OECD generando diversos efectos el más importante es el
apresuramiento de las iniciativas de integración de los bloques regionales,
especialmente de aquellos países que están perdiendo cuotas en el mercado
mundial, Estados Unidos con el TLC y los países europeos con la Unión Económica
Europea.
5. La globalización y la inversión directa
Otro aspecto de suma
importancia para la compresión de los procesos que originan la globalización es
indudablemente la inversión directa. Desde los años 80s la dinámica que se
observa en los flujos de la inversión directa internacional es notoriamente
superior a la dinámica que se presenta en el comercio internacional y se
convierte en un componente principal del crecimiento económico. Una de las
medidas más eficaces tomadas por las empresas transnacionales para eliminar las
restricciones al comercio internacional fueron indudablemente las inversiones
condicionadas. Se negociaban inversiones en los distintos países a condición del
levantamiento selectivo de barreras arancelarias. Por lo mismo, quizás es que el
proceso de transnacionalización propicia, simultáneamente, el fortalecimiento de
tendencias hacia la globalización y la regionalización.
La regionalización podría ser explicada advirtiendo el significado e importancia
del hecho de que cerca de la mitad de flujos comerciales de Japón y de los
Estados Unidos están directamente relacionados con la inversión externa directa,
esto es se trata de de operaciones entre compañías transnacionales. Es
interesante observar, por otra parte, que alrededor del ochenta por ciento de
los flujos de inversión externa directa se concentran en una triada conformada
por Estados Unidos, los países de la Comunidad Económica Europea y Japón. Que
los países donde se originan los flujos de inversión (fuentes) son los miembros
de la Comunidad Económica (con un promedio anual de 39 mil millones de dólares
en el período que transcurre entre 1985, y 1989 y Japón que para el mismo
período incrementa seis veces sus inversiones alcanzando la suma de 111 mil
millones. Lo anterior también podría explicar la concentración de los flujos
comerciales en esta tríada pues el 67% del comercio mundial se efectúa entre
estos tres grupos de países. (UNCTC, World Invstment Report, 1991).
La importancia de las tendencias hacia la regionalización que acompañan al proceso de globalización se puede advertir en múltiples aspectos. En primer lugar las empresas transnacionales que actúan en el mercado global deben concebir e implementar estrategias específicas para cada uno de los tres más importantes mercados que componen la tríada, específicamente en relación al diseño de los productos, el mercadeo y distribución, la red de abastecimiento, finanzas, comercio e inversión externa. En este sentido se ha puesto en evidencia la importancia que tiene para los flujos del comercio internacional las diferencias existentes entre las distintas prácticas institucionales de los países que componen la Tríada pues afectan directamente a las ventajas competitivas.
En segundo lugar, las industrias de alta tecnología que se convierten en las empresas líderes de la competencia global no están igualmente distribuidas entre los países. Esto implica, muchas veces, que ante un incremento de la competencia los gobiernos se sienta impulsados a generar políticas diseñadas para alcanzar o mantener sectores económicos competitivos, al mismo tiempo que generan medidas que dificultan el desarrollo de los negocios de las empresas "extranjeras". Un ejemplo notorio de lo anterior lo constituye el MIT (el ministerio japonés para el comercio internacional y la industria) que toma medidas que incluyen desde la asignación dirigida del gasto público (compras gubernamentales hacia determinadas empresas) hasta la subvención de investigación y desarrollo para áreas específicas del desarrollo científico-tecnológico.
En tercer lugar los países
miembros de la Tríada influyen decididamente en la definición de las reglas del
juego con respecto al sistema multilateral. Entre las parte más importantes del
sistema cabe mencionar a la Organización Mundial de Comercio, la Organización
para la cooperación económica y el desarrollo (OECD), el sistema que regula las
finanzas internacionales (FMI, Banco Mundial, el Banco Internacional de Pagos
(BIS) y el sistema de Naciones Unidas. A través de estos organismos los países
desarrollados agrupados en el "grupo de los siete" (Estados Unidos, Canadá,
Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón) negocian las políticas globales
en relación a las tasas de intercambio, las tasas de interés, al financiamiento
externo, y de manera importante influyen sobre las tendencias hacia la
globalización y regionalización.
Para finalizar estos tópicos de la competencia global y la regionalización en
seguida nos permitimos realizar algunas consideraciones en torno a la naturaleza
de estos fenómenos.
Parece que para una cabal comprensión de los fenómenos que nos preocupan los esfuerzos teóricos basados en la conceptualización de las ventajas comparativas de las naciones no son suficientes. Por ello, habría que acudir hacia aquellas investigaciones basadas en las ventajas competitivas de las empresas, mismas que colocan el énfasis en la decisiva importancia que adquiere la investigación y desarrollo, la innovación y la tecnología para la obtención de roles y jerarquías de privilegio en la nueva división internacional del trabajo y del comercio.
Esta nueva situación se
manifiesta claramente en dos áreas separadas que dependen tanto de la naturaleza
de las actividades productivas como de su grado de "madurez" tecnológica. En las
industrias estratégicas tecnológicamente sofisticadas tales como la
microelectrónica, la biotecnología, el desarrollo de nuevos materiales, la
robótica, el desarrollo de la computación, telecomunicaciones en donde las
ventajas competitivas- en su mayor parte. son producto de costosas
investigaciones y el establecimiento de alianzas estratégicas entre empresas
transnacionales de alta tecnología.
En lo que se refiere a aquellas industrias "maduras" basadas en economías de
escala y producción masiva y estandarizada tales como la industria del
automóvil, los artículos de consumo electrónico, las textiles, etc, el proceso
de reestructuración para alcanzar niveles competitivos reside en una mezcla de
avances tecnológicos e innovaciones organizacionales. Así surgen nuevas
prácticas en los sistemas industriales, se impone un nuevo "sentido común" de la
eficiencia que a lo menos posee tres importantes dimensiones.
La primera está relacionada a los avances tecnológicos aplicados a los sistemas
productivos que permiten la implantación de tecnologías automáticamente
integradas en todos las fases de la actividad de las empresas. La segunda
dimensión es la incorporación de una nueva forma de gestión y de organización de
las tareas productivas que permiten la apropiación de estándares de calidad y
eficiencia demandados por los mercados globales. La tercera dimensión subraya la
importancia decisiva que tiene para la obtención de ventajas competitivas el
establecimiento de una nueva forma de relación entre las empresas y sus
proveedores, basadas en la cooperación y la confianza, así como en el
reconocimiento de un recíproco interés para posibilitar el desarrollo de ambas
partes de una asociación considerada como permanente.
El fenómeno que necesita
explicación es la naturaleza de las determinaciones centrales que originan y
consolidan los procesos de globalización y el surgimiento de un nuevo paradigma
del quehacer eficiente. El aporte del trabajo descansa sobre un recurso
explicativo fundado en el análisis de las formas que adopta, en el presente, la
acumulación de capital. A partir de esta hipótesis ubicamos una hebra teórica,
que permitiría desenredar la madeja de una serie de problemas, tanto de índole
conceptual como práctica, que pensamos no han sido resueltos, y que se pueden
enunciar en las siguientes preguntas:
¿Por qué la globalización impone a los países en desarrollo un mismo patrón de
eficiencia que el utilizado por las economías post-industriales?
¿Por qué se modifica radicalmente aquella lógica de acumulación que
anteriormente no sólo permitía la persistencia de formas heterogéneas de
producción (y de distintos paradigmas de eficiencia) sino que, incluso la
reproducción misma del patrón de acumulación exigía la coexistencia de
estructuras productivas con distintas lógicas de acumulación?
¿Por qué hoy día no se le permite la sobrevivencia a aquellos productores
incapaces de innovar y se les expulsa del mercado mundial en tanto no saben o no
pueden reinsertarse competitivamente?
Pensamos que estas preguntas no tienen aún respuestas suficientes y por lo mismo, nos dirigen nuevamente sobre la temática de la globalización y la eficiencia. Necesitamos una mejor comprensión de estos problemas ya que en la resolución de los problemas más concretos de una organización económica (en el ámbito de las finanzas, mercadeo, diseño de la estructura organizacional, selección de los recursos humanos, etc.) siempre chocamos con una muralla donde se estrellan, una y otra vez, nuestras iniciativas. Debemos ser eficientes, intuimos lo perentorio de esta exigencia más no nos es claro todavía porque debemos ser eficiente y que formas esta eficiencia debe adoptar.
La respuesta a nuestras
interrogantes residiría en una encadenación de dos expresiones del proceso de
acumulación de capital: la lógica de acumulación y sus posibles cambios y; las
modificaciones ocurridas en las formas de valorización del trabajo social (la
teoría valor-conocimiento).
En cuanto a los problemas de índole práctica relacionados con la articulación
temática propuesta - que aunque no es un propósito inmediato en el ámbito de
este trabajo- pensamos que el esclarecimiento de estos problemas podría ayudar
en la tarea de definir conceptualmente, con rasgos más precisos, los problemas
involucrados, de tal manera de permitir una operativización del nuevo "paradigma
del quehacer eficiente" y de este modo configurar una visión más general,
interdisciplinaria, para ubicar aquellos conocimientos, destrezas y habilidades
que en los niveles ejecutivos de las organizaciones se requerirían para asegurar
las condiciones de competitividad y eficiencia exigidas por los mercados
globales.
Un esfuerzo de comprensión teórico en torno a la problemática de la
globalización y la modificación del paradigma de eficiencia debería por lo
menos, iniciar una investigación que contemple los siguientes apartados
temáticos:
a) El incremento de la competencia internacional en el mundo de las
transnacionales globales.
- Las tendencias generales del incremento de la competencia, globalización,
especialización y regionalización.
- Tendencias de la inversión externa direccta:
globalización y
regionalización.
- La empresa transnacional global: competeencia y colaboración estratégica
b) La globalización y la nueva lógica de acumulación
- El planteamiento del problema.
- globalización y las nuevas formas de vallorización del trabajo social
- globalización y patrón de acumulación
c) La globalización, la competencia y el quehacer eficiente
- La globalización y el cambio tecnológicoo
- La globalización y el nuevo paradigma orrganizacional
- La globalización y la empresas conocimieento
En relación a las categorías analíticas principales que a nuestro juicio
permitirían avanzar en la comprensión teórica de la globalización y el cambio de
paradigma de eficiencia señalamos lo siguiente.
La categoría de análisis principal para nuestra investigación la constituye el
patrón de acumulación, que aunque originada como concepto teórico en el análisis
marxista, su uso sin embargo no es exclusivo de esta doctrina económica. Por el
contrario ha tenido un amplia difusión en otras doctrinas , especialmente la
corriente estructuralista. A través de patrón de acumulación (en esta
investigación) designaremos a una específica modalidad -históricamente
determinada- de la acumulación capitalista. Aquí cabe destacar dos advertencias.
Primero, no se refiere al fenómeno de la acumulación capitalista en general,
sino más bien, se trata de destacar las formas que esta acumulación adquiere en
un determinado período histórico y; segundo, cuando se habla de un modo
específico no queremos limitarnos a la exposición de ciertos rasgos particulares
sino que la identificación de un modo de acumulación implica una caracterización
que permita la integración de una serie de atributos en un conjunto que posea
una relativa coherencia interna.
Para lo anterior, se hace preciso distinguir al capital como una singular
manifestación de una relación de valor (destacando la dimensión social de esta
relación) ubicándola en su proceso de incesante expansión y metamorfosis, donde
es necesario distinguir tres momentos centrales: a) la generación del excedente;
b) el de su realización; c) el de su acumulación.
En nuestro caso se trata entonces de identificar los rasgos específicos que la
fuerzas productivas asumen en tal modo que procuramos especificar. La
especificación de un modo particular de acumulación se podría lograr si se puede
determinar con certeza: el nivel y tipo del patrimonio productivo; la tecnología
y los niveles de actividad; el nivel y composición del producto; las modalidades
de la reproducción; el grado y tipo de cooperación. (Valenzuela, J. 1990).
Otra categoría analítica principal en nuestra investigación es la heterogeneidad
productiva. Es preciso recordar que debemos explicar las causas y factores que
posibilitan el despliegue de una nueva lógica de acumulación que se impone (¿
desplaza o
se superpone?) sobre aquel modelo de acumulación denominado centro-periferia,
que aseguraba su reproducción en mantener estructuras productivas sustentadas
por lógicas de acumulación distintas, donde coexistían distintos criterios de
rentabilidad y eficiencia, que posibilitaban extra-ganancias
a las empresas líderes de los países centrales y que en última instancia
determinaban el acceso privilegiado a las jerarquías y roles productivos en el
sistema capitalista mundial y por tanto a la distribución del excedente.
La heterogeneidad puede abordarse desde dos ángulos (Valenzuela, J) primero como
coexistencia articulada de formar precapitalista y capitalistas de producción y;
segundo como coexistencia articulada de diversas sub-modalidades
de acumulación capitalista. Para efectos de la investigación esto es de suma
importancia pues la emergencia y consolidación de un nuevo tipo de articulación
de dicha heterogeneidad estructural, o en el otro extremo la exclusión de dicha
heterogeneidad intercambiada por una cierta homogeneidad en los procesos y
estructuras productivas impuesta por un nuevo patrón de acumulación capitalista
desplegado en los procesos de la globalización económica y que se manifiesta en
un nuevo paradigma de eficiencia.
La instauración de un nuevo paradigma tecnoeconómico es otra categoría analítica principal. En este caso se trata de analizar la "revolución" científico-tecnológica en relación a las nuevas formas y estructuras organizacionales, así como con los nuevos modelos de gestión que están imponiendo las empresas transnacionales que se desenvuelven en los mercados globales. Pareciera que nos encontramos frente a una modificación radical de la frontera de la práctica óptima y con ello, presenciamos radicales transformaciones en los modelos de gestión y estructuras organizacionales, modificando, al mismo tiempo, las reglas del "sentido común" usadas normalmente para el logro de la eficiencia máxima. Debemos averiguar con exactitud si nos encontramos en una etapa de transición , en la cual se estaría imponiendo un cambio de paradigma, esto es, un período donde se superponen paradigmas tecnoeconómicos uno en su fase de madurez (el predominante) y otro en su fase de gestación y desarrollo (el emergente). Si lo anterior es correcto, nos encontraríamos en una etapa de redefinición de las condiciones de la competitividad pues, por una parte, el desarrollo científico-tecnológico proporciona los medios para lograr una mayor productividad y por otra parte, otorgando un nuevo conjunto de criterios de eficiencia que configurarían, a su vez, un nuevo modelo de organización y de gestión, lo que implica una radical modificación de los conocimientos, habilidades y capacidades hasta ahora designadas para los niveles gerenciales.
PARTE II
REINGENIERÍA Y PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
A lo largo del presente siglo
se han producido modificaciones en la forma de visión, trabajo y organización de
las empresas, lo que ha dado lugar a una modificación en la aplicación de los
sistemas de management. En los últimos tiempos se está oyendo hablar de un nuevo
proceso: la Reingeniería de empresas., que está aportando las claves para
la nueva forma de planificar estratégicamente a través del management.
A lo largo de la historia reciente pueden definirse cinco fases en los procesos del management:
Las tres primeras fases del proceso del management se
basaban en los procesos de dirección y control, mientras que las dos últimas
fases se basan en la involucración del personal. En la cuarta y quinta fase se
apunta el nacimiento de la Reingeniería.
Gran número de organizaciones actuales se encuentran
todavía entre la fase tercera y cuarta, siendo pequeño el número de empresas que
están aplicando los procesos de management en su quinta fase, es decir, que
están aplicando los sistemas de Reingeniería de procesos.
La fase del denominado Management de Reingeniería Integral, y no sólo de
procesos, se basa en la total involucración de los recursos humanos de la
empresa en la toma de decisiones y desarrollo de equipos. Los mandos medios y
resto de personal han de formar equipos uniformes, comprometiéndose e
involucrándose en el proceso sistémico de la organización. Han de tener un peso
fundamental en la toma de decisiones, lo que nos lleva a plantearla Reingeniería
de los procesos de dirección. Si la estructura de la organización no se ve
modificada desde su base, implicando a todos los estamentos en el cambio, no se
logrará ninguno de los objetivos que se planteen.
Para que una organización pueda proceder al cambio y
anticiparse a las nuevas situaciones o al menos, adaptarse rápidamente, debe
tener en cuenta los valores, estilos, actitudes y comportamientos que
constituyen la componente humana del sistema de dirección. Si no se logra el
compromiso de los integrantes de la empresa los procesos de planificación se
verán irremediablemente abocados al fracaso.
La base de todo sistema de planificación debe ser la de proveer de orientación a los esfuerzos de los Recursos Humanos. Los principales motivos del fracaso de los sistemas de planificación empresarial se pueden definir de la siguiente manera:
Si bien se puede considerar que estas son las causas más
frecuentes por las que la planificación fracasa, no es menos cierto, que existen
otro sinfín de variables que pueden desviar de sus objetivos los sistemas de
planificación empresarial.
Las claves para llevar a cabo una buena Reingeniería de
planificación se basan en el análisis y comprensión del entorno y fuerzas que
afectan a la organización tanto de manera externa como interna, basándose
en:
Visiones compartidas en todos los niveles de la
organización, que sirvan de aprendizaje compartido al equipo y asignen
responsabilidades concretas a los directivos y no al staff de planificación. Por
lo tanto, hay que abandonar la idea de que el staff de alta Dirección es el que
debe encargarse de la planificación estratégica.
Recientemente, dentro de la colección Aula Virtual de
ESEUNE (una colección de CD Roms que trasladan los contenidos desarrollados en
el MBA a las propias empresas o al hogar del directivo, gracias a esta
tecnología multimedia), se ha editado el título "Reingeniería de Gestión,
Equipos de Alto Rendimiento". El trabajo basado en estos equipos es la
metodología más avanzada y moderna de trabajo, avalada con magníficos resultados
empresariales, profesionales y humanos. Es la mejor manera de organizar las
capacidades individuales en una colaboración convergente. Ningún gestor,
ejecutivo, jefe de sección o trabajador de base debería desconocer esta
metodología de trabajo en equipo. Metodología profundamente científica y humana
de potenciación de las capacidades en colectivos reducidos liderados en la base
y desde la base.
La Reingeniería tiene un mensaje preciso:
la adecuación justa de la estructura y del funcionamiento del negocio a las exigencias de la competitividad.
Como resumen, podemos decir que la planificación
estratégica debe basarse en:
Las organizaciones son tan eficaces y eficientes como lo son sus procesos. La mayoría han tomado conciencia de esto –además animadas por la nueva ISO 9001:2000 y EFQM- y se plantean cómo mejorar los procesos y evitar algunos males habituales como: poco enfoque al cliente, bajo rendimiento de los procesos, barreras departamentales, subprocesos inútiles debido a la falta de visión global del proceso, excesivas inspecciones, reprocesos, etc.
De hecho, en un proyecto de reingeniería y gestión de procesos no es extraño que algunos de los nuevos procesos mejoren su rendimiento en un 100% consiguiendo medias de incremento de rendimiento en torno a un 30%. Como ejemplo y puede ser un caso típico, hace unos meses, en un proyecto de este perfil en una industria del sector de la automoción, el equipo de Improven Consultores consiguió un incremento de productividad de los procesos de planta del 52% sin apenas inversión consiguiendo disparar la rentabilidad del cliente.
Un proceso puede ser definido como un conjunto de actividades interrelacionadas entre sí que, a partir de una o varias entradas de materiales o información, dan lugar a una o varias salidas también de materiales o información con valor añadido. En otras palabras, es la manera en la que se hacen las cosas en la organización.Ejemplos de procesos son el de producción y entrega de bienes y/o servicios, el de gestión de relaciones con los clientes, el de desarrollo de la estrategia, el de desarrollo de nuevos productos/servicios,... Estos procesos deben estar correctamente gestionados empleando distintas herramientas de la gestión de procesos.
En este artículo no se tratará la gestión por procesos debido a que por la profundidad e interés de este concepto, será tratado en artículos posteriores.
Los objetivos generales que persigue una reingeniería y gestión de procesos son:
1. Mayores beneficios económicos debido tanto a la reducción de costes asociados al proceso como al incremento de rendimiento de los procesos.
2. Mayor satisfacción del cliente debido a la reducción del plazo de servicio y mejora de la calidad del producto/servicio.
3. Mayor satisfacción del personal debido a una mejor definición de procesos y tareas
4. Mayor conocimiento y control de los procesos
5. Conseguir un mejor flujo de información y materiales
6. Disminución de los tiempos de proceso del producto o servicio.
7. Mayor flexibilidad frente a las necesidades de los clientes
Así, la situación ideal es afrontar una reingeniería inicial de procesos para a partir de ahí, trabajar con los conceptos de mejora continua. Para ello proponemos la siguiente metodología:
De esta manera la metodología esquemáticamente sería:
0.- Creación del equipo global del proyecto.
Este será el equipo que liderará la transformación de la organización y en el que debe estar implicada la alta dirección.
Una de las funciones importantes de este comité es definir la visión del proyecto, es decir qué resultados esperan del proyecto para así definir indicadores claros para analizar el progreso del proyecto.
1.- Definir el mapa de procesos de la compañía analizando los procesos clave (es decir los que más impacto tienen sobre los resultados de la organización)
El mapa de procesos nos sirve para identificar e interrelacionar los procesos ya que este es el primer paso para poder comprenderlos y mejorarlos.
Debido a que los recursos son esencialmente limitados, en un proyecto como este, priorizar en los procesos más importantes es definitivo para el éxito del proyecto, para ello en primer lugar es necesario identificar cuales son los Factores Críticos de Exito (FCEs) de la organización, es decir, los elementos que definen el éxito de la organización.
2.- Relacionar la estrategia de la compañía y los objetivos estratégicos con los indicadores de los procesos empleando herramientas como el mapa estratégico del Cuadro de Mando Integral (Balanced Scorecard).
En un proyecto como este, es clave unir la estrategia a los procesos y eso lo conseguimos uniendo los indicadores de los procesos a los objetivos estratégicos de la compañía.
Esta relación causa efecto que se puede desarrollar con herramientas como el mapa estratégico del Cuadro de Mando Integral (Balanced Scorecard) es clave para conseguir el éxito de la organización. También es muy importante para definir los indicadores objetivo, es decir, los objetivos y la visión que definimos para cada uno de los procesos y que nos servirán para focalizar los esfuerzos tanto en la reingeniería como en la mejora continua.
Definir objetivos para los indicadores es indispensable para el proceso de mejora continua y reingenieria ya que si no sabemos donde queremos llegar dificilmente escojamos bien el camino.
3.- Creación de equipos para cada uno de los procesos definiendo el líder del proceso así como los indicadores para cada uno de ellos.
Se deben crear equipos para trabajar en cada uno de los procesos buscando la involucración máxima de todas las personas con la formación y comunicación interna.
Además, la definición de líder del proceso –de una manera colaborativa así como los indicadores de los procesos serán muy importantes.
4.- Reingeniería de procesos
Para afrontar la reingeniería de procesos existen metodologías que se escapan de los contenidos del presente artículo pero básicamente se basan en cinco conceptos:
- Metodología sólida y contrastada para el desarrollo e implantación de la reingeniería
- El conocimiento de los procesos de los integrantes de la organización
- Las mejores prácticas (best practices) habitualmente aportadas por consultores externos a la organización.
- Los sistemas de información que soporten los nuevos procesos.
- Una visión global de los procesos que consigue no sólo optimizar los procesos de una manera local sino de manera global.
5.- Mejora continua de los procesos empleando las técnicas específicas.
Tras haber hecho la reingeniería, se está en disposición de empezar con el proceso de mejora contínua aunque nunca se ha de descartar enfrentarse a nuevas reingenierías.
Dentro de los conceptos de mejora continua básicamente se emplea el ciclo PDCA (Planificar, Hacer, Controlar, Corregir) empleando distintas herramientas como Seis Sigma, TPM (Total Productive Maintenance), gestión de costes por actividad (ABM), diagramas de flujo, gráficos de control - control estadístico de procesos (SPC), diagramas causa efecto, despliegue de la función de calidad (QFD)…
6.- Seguimiento y control.
Aunque está implícito dentro de los conceptos de mejora continua, es importante destacar que un proyecto de este perfil llevará a un continuo trabajo de seguimiento y control de los procesos para conseguir su optimización y control.
Es importante destacar la diferencia entre la reingeniería y la gestión de
procesos. Un proyecto de reingeniería aporta un beneficio radical a los procesos
y por tanto a los resultados empresariales.
Frente a los proyectos de mejora continua que logran mejoras incrementales, la reingeniería consigue mejoras radicales tal y como se muestra en el siguiente gráfico:
Dentro del concepto de reingeniería, la incorporación de las nuevas tecnologías permite redefinir los procesos alcanzando grados de eficacia y eficiencia inimaginables hace unos años. Las organizaciones que sean capaces de descubrir estas posibilidades e implantarlas correctamente, conseguirán ventajas competitivas consiguiendo:
1. Optimización de los procesos empresariales.
2. Acceso a información confiable, precisa y oportuna.
3. La posibilidad de compartir información entre todos los componentes de la organización.
4. Eliminación de datos y operaciones innecesarias.
5. Reducción de tiempos y de los costes de los procesos.
En cuanto a los procesos que tienen oportunidades de mejora, en cualquier proceso en el que existan intercambios de información, el impacto de las Nuevas Tecnologías será muy importante. Una de las posibilidades más importantes en la mejora de sus procesos empleando Internet es la posibilidad de enviar información rápidamente a través de la cadena de valor.
Como conclusión, creo que debemos prestarle más atención a los procesos de nuestras organizaciones y tratarlos de la manera correcta para conseguir aumentar la rentabilidad de la organización en su conjunto.
INFOGRAFIA
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh/lablobylosrrhh.htm
www.oocities.org/tomaustin_cl/soc/desloc.htm
http://www.globalprogress.org/castella/Dakar/Kasse.html
http://www.aaep.org.ar/espa/anales/pdf_98/burkun.pdf
Última actualización: 24-Oct-2003
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