República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Educación Cultura y Deporte
U.E Nuestra Sra. de la Esperanza
II Cs
La Regionalización en
Venezuela
Introducción.
Como bien sabemos hace aproximadamente ya 10 años que se creó
un plan para descentralizar el poder económico y de ésta manera
lograr un mejor desarrollo en cada uno de los niveles de la
economía.
A continuación explicaremos por qué se descentraliza, qué
parámetros se toman y qué es lo que realmente se ha hecho con
respecto a la regionalización.
La Regionalización en
Venezuela.
Lo que ha sucedido hasta ahora con el proceso de
regionalización constituye un importante problema del país. El
gobierno en cuyas cúpulas hay claras reservas respecto a la
descentralización, el cual no se opone frontalmente a ésta pero
expresa ideas altamente restrictivas y asume comportamientos en
trabadores.
Hay tres aspectos que debemos tomar en cuenta acerca de la
regionalización: La necesidad de descentralizar el poder, hacer una
comparación acerca de la teoría y la práctica de la misma y de lo
que debe hacerse de aquí en adelante.
Para estos momentos es imprescindible que se cumpla un exitoso
proceso de descentralización para de esta forma hacer eficiente la
acción del estado como agente del crecimiento económico sostenido y
con progresivo mejoramiento de la situación social de la mayoría,
para lograr eficiencia técnica y justicia distributiva en la
prestación de servicios educativos, de salud y de seguridad para las
personas, así como en la difusión social de la cultura y para
impulsar una amplia distribución geográfica de todas las actividades
que concurren a la determinación del desarrollo integral, en
condiciones de equidad social creciente entre otras.
No podemos decir que con la descentralización se puede lograr
todo lo antes mencionado, ya que por su naturaleza los problemas
fundamentales que sufre Venezuela son del país en su totalidad y no
como una suma de sus partes. La existencia de los mismos determina
una transformación a escala de la sociedad, y el hecho de la
descentralización no puede ser clave para que ello se
produzca.
Sin embargo, este proceso con una acertada concepción y una
correcta realización sería un aspecto importante del cambio
institucional requerido. Entre los aspectos que debemos de tomar en
cuenta para que esto ocurra, están los siguientes: Debemos definir
una política sólida y de largo plazo hacia donde queremos dirigir
este proceso de desarrollo, Áreas de la reforma a efectuar y
contenidos de ésta, Objetivos, Líneas de Acción; también debemos
definir un programa en donde marquemos las metas a las que queremos
llegar y su distribución en el tiempo, la preparación necesaria, las
acciones del gobierno central y de los gobiernos estadales y
municipales, los cuales deben constituir un conjunto aceptablemente
armónico, y en donde se definan las acciones que deben cumplir las
organizaciones y las instituciones de la sociedad civil; también
debemos establecer una normativa jurídica en donde se introduzcan
reformas indispensables en la constitución vigente, aprobar leyes
nacionales especiales y reforma de leyes existentes, aprobar
reformas en las constituciones estadales especiales y reforma de
leyes estadales existentes.
Estos requerimientos antes mencionados para una acertada
concepción de la descentralización y una efectiva realización de la
misma no han sido satisfechos, ni siquiera en una medida
medianamente aceptable. Que esto sucediera tiene mucha relación con
el hecho de que el inicio de ese proceso no fuera el resultado de un
movimiento nacional de lucha por la reforma democrática y
racionalizadora del estado. Del descontento se generaban
aspiraciones y exigencias de reforma las cuales, desde luego, tenían
grados distintos de claridad conceptual; de esta manera se creo un
clima que facilitaba la adopción de medidas para la
descentralización, pero no se estableció una gran dirección de la
acción que debía efectuarse para llevarla a cabo
eficientemente.
Todo lo anteriormente señalado pertenece al reglón teórico de
lo que es la descentralización o regionalización. Queda por analizar
la otra cara de lo que ha sido el proceso.
Lo que ha ocurrido con el proceso de regionalización dista
mucho de lo que en teoría debe ser sobre todo en el área de los
servicios y principalmente en el de la salud la cual se ha
convertido en uno de los principales campos para la exaltación y
aprovechamiento personal de unos pocos. Esto ha ocurrido ya que la
descentralización ha resultado como un estímulo para la continuación
y diversificación de viejos males de la política.
Existen graves carencias del poder central las cuales
constituyen otro factor importante para que en el proceso no abunden
los buenos resultados, abunden muchas deficiencias y se haya logrado
hacer mucho menos de lo que estaba planteado.
A partir de aquí es cuando debemos decir que la teoría del
proceso debe ser replanteada para impulsarla a un mejor nivel y de
esta manera sacar a relucir todos sus aspectos positivos. Este
replanteamiento se puede basar en descentralizar las instituciones
del estado de manera que contribuyan a que el país tenga un
desarrollo global, cuyos frutos se distribuyan en términos de
igualdad social y de progresiva igualdad en las oportunidades para
el desarrollo de las distintas áreas geográficas.
En general, el plan de desarrollo regional sería cubierto en
dos etapas: y sobre ellas, en el Plan de la Nación se expresa lo que
textualmente se copia a continuación: “Durante la primera etapa la
actividad fundamental sería abocarse a vencer las limitaciones
informativas, culturales e institucionales antes descritas... La
segunda etapa, será asignada por tareas específicas de la técnica de
zonificación, tales como programación de “polos” de desarrollo, de
“empresas motrices”, de desarrollo agro - industrial coordinado, de
financiamiento bajo nuevas normas, de mercadeo, etc.”.
No es necesario explicar en detalle la importancia de la
planificación regional para América Latina. La realidad de las
condiciones económicas y sociales imperantes requiere un desarrollo
rápido y comprensivo; es decir, un desarrollo no sólo de algunos
elementos sino de todos los aspectos de producción, así como un
levantamiento de los niveles de vida de la clase trabajadora, tanto
rural como urbana. En este sentido, casi todos los países ya tienen
grupos trabajando oficialmente en proyectos regionales de
desarrollo.
Hay entonces una necesidad urgente del establecimiento de
criterios para la regionalización de América Latina, en general,
para fines de la planeación económica, y del uso de estos criterios
para la identificación de delimitación de las regiones y sub -
regiones respectivas en cada país.
El desarrollo económico territorial de un país depende de los
recursos y posibilidades naturales que el hombre pone en
rendimiento. La división político - administrativa del territorio no
influye, al menos que no existan intervenciones fiscales en los
límites de las diversas intervenciones internas, en el desarrollo de
la economía. Por su parte, las nacionalidades han de procurar
planificar su economía en concordancia con la de las nacionalidades
que con ellas colindan, pertenezcan o no, al mismo estado.
Se ha de aceptar que la división territorial de Venezuela en
muchos casos, no responde a las realidades geográficas más notorias
y más influentes en el desarrollo económico y en la ubicación de la
población. El argumento es poderoso y se han de tomar en cuenta en
toda discusión que se pueda suscitar sobre la conveniencia de
modificar la división política - territorial vigente.
Si se desea desarrollar la economía en forma extensiva en todo
el territorio nacional, buscando de acercarse lo más posible al
equilibrio humano - económico en todo el país, se impone la
planificación económica partiendo de las zonas económicas.
Cada zona corresponde a un tipo de economía más o menos
compleja, pero propia. Los hombres que habitan cada zona tienen si
más no, un conocimiento empírico de las peculiaridades de la
economía zonal y éstas moldean su tipo de vida.
Si se conocen los aspectos básicos socio - económica de una
zona puede hacerse, con conocimiento de causa, la correspondiente
planificación de su economía y de sus servicios con el objeto de
mejorar a corto plazo, el sistema de vida de sus habitantes. Se
podría añadir que una zona donde una planificación socio - económica
esté en marcha, atraerá juventud de las grandes ciudades del país
donde las posibilidades de prosperar y destacarse se hacen cada día
más difíciles.
Conclusión
Los esfuerzos de todos los encargados de la planeación
regional, tropiezan siempre con el hecho real aunque muy lamentable,
de que todavía no existen criterios reconocidos como válidos para la
definición, identificación y delimitación de las unidades terrestres
ideales para una planeación regional.
Es cierto que existen sistemas de regionalización para toda
clase de estudios temáticos ( riego, explotación, etc.), pero como
los mismos se formulan para tomando en cuenta únicamente una cierta
actividad o recursos, estos sistemas muestran múltiples defectos al
tratar de utilizarlos como base para una planeación regional
general. Además, no hay posibilidad de llegar a una recolección
censal de datos sobre base regional, si existen únicamente múltiples
sistemas de regiones, sin correlación entre sí.
Bibliografía.
MUÑOZ A., Freddy.
“Venezuela: La Economía por construir”.
Monteávila Editores Latinoamericanos. Primera Edición, 1998, Caracas
- Venezuela. Pág. 159-170
Autores Varios.
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VILA A., Marco y PERICCHI J.,
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