INSTRUCCIONES ORALES DE YANG CHENGFU,
RECOGIDAS POR CHEN WEIMING.
(Traducción de Luis Soldevilla)
1. La energía de la parte superior de la cabeza debe ser ligera y
sensible. Esto quiere decir que la cabeza debe estar erguida para
que el espíritu (shen) llegue hasta lo más alto. Para ello no se
debe emplear fuerza alguna. Si se emplea la fuerza, la nuca estará
rígida y la sangre y el Qi no podrán circular. Debe percibirse una
sensación de ligera sensibilidad y naturalidad. Si no existe esta
energía ligera y sensible en la parte superior de la cabeza, el
espíritu no puede elevarse.
2. Hundir el pecho y erguir la espalda. "Hundir el pecho" significa
que el pecho se retrae ligeramente, lo que permite al Qi hundirse en
el Dantian. No expandir nunca el pecho, ya que ello hace que el Qi
se acumule en el pecho desplazando el peso a la parte superior del
tronco. Esto produce ingravidez en las plantas de los pies. "Erguir
la espalda" significa que el Qi se adhiere a la columna. Si uno es
capaz de erguir la espalda, la fuerza se proyectará desde la espalda
y podremos vencer a cualquier adversario.
3. Relajar la cintura. La cintura gobierna el cuerpo. Si la cintura
está relajada los pies tendrán potencia y nuestra base será estable.
Todos los cambios entre lleno y vacío proceden de la rotación de la
cintura. Por ello se dice que la cintura es la zona más vital. Si
carecemos de potencia, debemos buscar la causa en la cintura.
4. Distinguir entre lleno y vacío. Distinguir entre lleno y vacío es
el primer principio del Taiji Quan. Cuando todo el peso del cuerpo
descansa sobre la pierna derecha, esta está llena y la izquierda
está vacía. Es imprescindible distinguir entre lleno y vacío para
que nuestros giros sean suaves, ágiles y fluidos. Si no somos
capaces de hacer esta distinción, nuestros pasos serán pesados y
rígidos. Nuestra posición será inestable y será fácil hacernos
perder el equilibrio.
5. Hundir los hombros y colgar los codos. "Hundir los hombros"
significa que los hombros están relajados y cuelgan a los lados del
tronco. Si por el contrario los hombros están elevados, el Qi subirá
con ellos y todo el cuerpo carecerá de fuerza. "Colgar los codos"
significa que los codos deben estar relajados y colgando. Si se
elevan los codos, los hombros no pueden hundirse. Entonces no
podremos lanzar a nuestros adversarios a gran distancia y estaremos
cometiendo el error de bloquear la energía, como en los sistemas
externos.
6. Usar la mente y no la fuerza. Esto dice el "Tratado del Taiji
Quan," y significa que debemos confiar exclusivamente en la mente, y
no en la fuerza. Al practicar Taiji Quan, todo el cuerpo está
relajado. Si somos capaces de eliminar todas las tensiones, que
provocan bloqueos en los tendones, huesos y vasos sanguíneos y
limitan nuestra movilidad, nuestros movimientos serán ligeros,
ágiles, circulares y espontáneos. Algunos se preguntan cómo podemos
ser fuertes sin emplear la fuerza. Los meridianos del cuerpo son
como los ríos de la tierra. Si los ríos están abiertos el agua fluye
libremente; cuando los meridianos están abiertos, el Qi puede
circular a través de ellos. Si la rigidez bloquea los meridianos,
habrá obstrucciones del Qi y la sangre y nuestros movimientos no
serán ágiles. Entonces, aunque nos tiren de un solo pelo, todo
nuestro cuerpo se tambaleará. Sin embargo, si utilizamos la mente y
no la fuerza, dondequiera que vaya la mente, el Qi la seguirá. De
esta forma, si el Qi fluye sin obstrucciones atravesando día a día
todos los conductos del cuerpo sin interrupción, tras practicar
durante un largo período de tiempo habremos conseguido la verdadera
fuerza interna. A esto hace referencia el "Tratado del Taiji Quan"
al afirmar que "sólo de la máxima suavidad viene la máxima dureza."
Los brazos de los maestros de Taiji Quan son como acero recubierto
de algodón, y son muy pesados. Cuando los practicantes de sistemas
externos emplean la fuerza resulta evidente. Pero aunque tengan
fuerza, cuando no la aplican son inestables y livianos. Es obvio que
su fuerza es externa y su energía superficial. La fuerza de los
practicantes de sistemas externos se puede controlar fácilmente y no
es digna de alabanza.
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7. Unidad de las partes superior e inferior del cuerpo. A esto
se refiere el "Tratado del Taiji Quan" al decir: "La raíz está
en los pies, se transmite a través de las piernas, la controla
la cintura y se expresa en las manos." De los pies a las
piernas y a la cintura debe haber un circuito constante de Qi.
Cuando las manos, la cintura y los pies se mueven al unísono,
el espíritu (shen) se mueve con ellos y se manifiesta en los
ojos. Entonces se puede decir que hay unidad entre las partes
superior e inferior del cuerpo. Si una sola parte no está
sincronizada con las demás se produce la confusión.
8. Unidad de lo interno y lo externo. Lo que entrena el Taiji
Quan es el espíritu. Por eso se dice, "El espíritu manda, y el
cuerpo está a sus órdenes." Si elevamos el espíritu, nuestros
movimientos se volverán naturalmente suaves y ágiles. Entonces
las posiciones no son más que lleno y vacío, abrir y cerrar.
Abrir y cerrar no se refiere sólo a las manos o los pies, sino
que debemos tener la idea de abrir y de cerrar en la mente.
Cuando lo interior y lo exterior están unificados como un
mismo Qi, no hay interrupción en parte alguna.
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9. Continuidad sin interrupción. La fuerza de los practicantes
de sistemas externos es extrínseca y torpe. Por eso la vemos
comenzar y terminar, continuar e interrumpirse. La fuerza
aplicada se agota antes de que nazca la nueva. A este nivel es
muy fácil sufrir una derrota. En el Taiji Quan utilizamos la
mente, y no la fuerza. Desde el principio al fin no hay
interrupción. Todo es completo y continuo, circular e
interminable. A esto se refieren los clásicos cuando dicen que
es "como un gran río que fluye sin fin," o que se debe "mover
la energía como se devana un capullo de seda." Estas imágenes
expresan la idea de la unidad como un solo Qi.
10. Buscar la quietud en el movimiento. Los practicantes de
sistemas externos piensan que la habilidad consiste en
agazaparse y dar saltos. Agotan su Qi y al acabar la práctica
siempre están sin aliento. El Taiji usa la quietud para
responder al movimiento. Incluso al movernos estamos en calma.
Por ello al practicar las posiciones, cuanto más lento, mejor.
Cuando uno se mueve más despacio, la respiración se vuelve más
lenta y se alarga, el Qi puede hundirse en el tan tien y se
evita de forma natural los efectos perjudiciales de un pulso
acelerado. Los alumnos que mediten cuidadosamente sobre todo
esto conseguirán comprender su significado.
(Taiji Quan = Sinónimo de Tai Chi Chuan)
(Qi = Sinónimo de Chi)
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