"pa reir " ......o mejor dicho "pa sonreir" ,si consigues a traves de aqui arrancar una pequeña sonrisa para "desengrasar " .....!chapo!, ...sobre todo si ta has dado un chapucon pasando antes por .."a mojarse"

 

 

 

! "Tocador de señoras" callejero... y "mirador" !


 

 

"

 

 

 

 

 

 

 

Amor imposible,..ella es de "piedra" !


 

 

 

 

 

 

papi mami y ,,,toni

,, ,, ,, ...y,,,toby


 

 

 

 

 

"Pa soñar"..

! Poder ver de cerca a la gaviota volar, .."prodigioso milagro como seria ver desde dentro, al hombre soñar" !


 

 

El calzado femenino

 

 

 

  • Si observamos desde la posición del ave el camino de la evolución humana, podemos ver que uno de los rasgos más distintivos de ese caminar es el calzado, esto es lo que sirve de unión al hombre con su medio, la tierra.Y es que, al igual que las alas del águila, éste expresa no solo funcionalidad sino también majestuosidad y belleza.

    Ello es más perceptible en el zapato femenino, que parece abandonar en cierta medida su carácter funcional o fisiológico, a medida que se avanza en el camino evolutivo, para adquirir más un rasgo identificativo de su feminidad y sexualidad, al mismo tiempo que una vía de expresión artística.

    Ya en el cuento de la Cenicienta, que como todas las fábulas que calan profundamente en el alma social, son un reflejo de su identidad, se reconoce y distingue a la princesa por su zapato, reflejando con ello el sueño que anida en las capas más hondas del inconsciente femenino, de encontrar a su "príncipe azul".

    Pero es que además en casi todas las culturas, el pie de la mujer adquiere ya, por sí mismo, un carácter distintivo,"beso sus pies " se dice en España respetuosa y admirativamente, dirigido en exclusiva a una dama. O también basta recordar los términos en los que describe Cervantes el pie femenino en La Dorotea. "como dos trozos de nácar"… sumergidos en las cristalinas aguas.

    También de todos es conocido el significado que tiene el pie pequeño, como canon de belleza femenino, dentro de la cultura China, donde, no sin cierta crueldad, se enjaula a éste, como bonsái, para evitar su crecimiento.

    .

    Si miramos en el espejo de la historia, vemos que el calzado femenino ha sido siempre expresión de jerarquía y distinción, desde el zapato "de" (no "que usaba") la Reina, al de la nobleza. En la Corte de los Austrias el signo visible de que una Princesa había llegado a la edad de ser Reina era su calzado.

    En las pinturas de Goya, el detalle con que en ocasiones se plasma el zapato femenino es semejante al del rostro, lo que por sí mismo expresa su trascendencia, que es percibida y expresada por la sensibilidad del artista, como primer notario de la realidad humana.

    Si nos asomamos a la ventana de la actualidad, hoy en España, basta con mirar, en los medios de comunicación, la crónica social de la reciente boda real, para comprobar la importancia que tiene el calzado.

    En algunas publicaciones, aparecen incluso fotografías de zapatos, "siempre femeninos", como único plano.

    Pero este importante papel social del zapato femenino pudiera hacernos olvidar un hecho singular, y es que, en contra de lo que parece, éste no abandona nunca su carácter funcional o fisiológico, ya que el tacón, que en el hombre sería insoportable, cumple tal vez una función, no reconocida, pero sí exclusiva en la mujer, que es equilibrar el punto de gravedad de la columna vertebral, para evitar la lordosis o desviación que genera el embarazo.

    Su función como rasgo puramente sexual es de sobra conocido, su exageración, descrita como fetichismo, puede haberlo desvirtuado un poco, pero quizá sea mucho más trascendente, en todo caso es expresión excelsa de su naturaleza. Su importancia es más que evidente como signo que marca el ritmo de la moda y por tanto para mantener actual la curiosidad sexual de la mujer al margen de la edad u otras circunstancias vitales.

    Las formas que adquiere el calzado femenino son tan variadas como las pinturas que vemos en una galería o la música que escuchamos en un concierto, como los libros que leemos en una biblioteca o las rosas que crecen en un jardín. Hay un lenguaje en cada creación que es expresión "mitad de quien lo diseña, mitad de quien lo realiza" y por entero de quien lo porta y hace suyo.

    Pero además decíamos que es una forma de expresión artística, y es que el ser humano, la mujer en concreto, al estar más cercana a la madre naturaleza, necesita para lograr su equilibrio estar en armonía con ella, por ello y para ello se vale del arte con el que trata de envolver su vida.

    Tal vez sea esta cualidad, como todos los verdaderos tesoros, poco conocido, una de las herencias más valiosas que nos dejó la cultura árabe en España. No por casualidad el foco principal de la creación artística del calzado reside en Levante, donde su huella es más notable y visible, unido todo ello a la laboriosidad intrínseca de las gentes del litoral mediterráneo español.

    Así pues el calzado femenino representa una forma excelsa de realzar la naturaleza y de envolver la vida en arte, y como tal una manifestación que deja de ser solo humana para adquirir también dimension divina.dime…nsión

  • Juan Francisco Jimenez Borreguero
  •  

    volver a pag. principal