PUNTO DE VISTA Y ESCALA
La composición de una imagen implica la toma de decisiones estéticas. La primera elección que debe hacerse es el punto de vista, que determina lo que contendrá la fotografía y, por selección, otorga su significado al tema. El punto de vista tiene también un profundo efecto en la relación entre el observador y el objeto.
La mayoría de las cámaras tienen visores a nivel del ojo, de modo que lo normal es tomar las fotografías desde ese punto de vista. Esto funciona con algunos temas, pero la adopción de un punto de vista más original mejorará muchas veces la imagen.
Las tomas desde abajo son las más dramáticas. Mirar al sujeto desde abajo aumenta su estatura y su fuerza y puede acentuar el contraste, lo que constituye una excelente manera de dramatizar una composición simétrica. El uso de una toma desde abajo, unida a un encuadre vertical, enfatiza el efecto.
Al adoptar un punto de vista desde arriba, el observador puede mirar la escena desde una posición de superioridad. La altura de los objetos disminuye y los elementos de la imagen quedan desligados, de tal manera que la trama y la línea predominan sobre la profundidad y el contraste. A menudo, el efecto general resulta en un incremento de la sensación de serenidad.
El contraste entre los pálidos elementos que están a distancia y los tonos más oscuros del primer plano se suman para dar a este paisaje una sensación de profundidad. La modificación de la distancia del visionado es también un recurso útil. Si deseamos conseguir una visión más íntima, tendremos que acercarnos al objeto. El efecto es una simplificación de la imagen, ya que se aparta el tema de un entorno que puede distraer.
Las imágenes normales, desde un punto de vista cercano, se leen con facilidad y colocan al observador en una relación íntima con el tema. En cambio, una visión distante pondrá al tema en contexto con su entorno o lo relacionará con otros puntos de interés de menor importancia. La distancia puede también dar un significado agregado, al incluir elementos que enfaticen la distancia y la perspectiva.
Sin la figura humana no habría sentido de escala en esta fotografía de unas ruinas egipcias. La profundidad aumenta al tener una columna cerca de la cámara y las otras en la distancia. Una imagen adquiere su sentido de profundidad, de acuerdo a la forma en que los objetos parecen disminuir de tamaño cuanto más lejos se encuentran. Una figura grande en un paisaje parece más próxima que una figura pequeña. Por ejemplo, un poste de teléfonos bajo parece más distante que uno alto. Sin embargo, estas pistas para leer la escala convergen con otros indicadores de profundidad, tales como la perspectiva lineal y la aérea.
La perspectiva lineal es la aparente convergencia de líneas paralelas en la distancia. Es una de las formas más fuertes para indicar profundidad y funciona bien cuando el tema tiene contornos netos. Pero hay que recordar que la perspectiva puede deformarse según la lente que se use: con un gran angular de 28 mm o menos, los objetos que están en primer plano parecen mucho más cercanos y los del fondo mucho más lejanos. Si se sitúa el primer término muy cercano, mediante el uso de un gran angular, es posible agregar profundidad a la composición.
Con una lente convencional (arriba), la luz converge gradualmente en la abertura. Usando una lente gran angular (abajo), la convergencia se acentúa, de manera que los objetos distantes parecen más pequeños y la perspectiva se distorsiona.
La perspectiva lineal se ve aumentada por contornos muy definidos por la perspectiva aérea y por el efecto de reducción que se consigue con el uso de una lente gran angular. La perspectiva aérea da por resultado una suavización de los valores tonales, producida por la difusión atmosférica y por un aumento de distancia.
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