HABILIDADES PARA LIDERAZGO E INTELIGENCIA EMOCIONAL

Existe una creciente evidencia que nos dice que el rango de actividades que constituye lo que hoy se conoce como "Inteligencia Emocional", juega un papel clave para determinar el éxito tanto en la vida como en el lugar de trabajo. Recientemente las investigaciones de CCL han dado a conocer los vínculos entre elementos específicos de inteligencia emocional y conductas específicas asociadas con la efectividad e ineficacia del liderazgo.

"Stuart" es un gerente en una bien conocida compañía farmacéutica. Es una persona brillante, y todo quien lo conoce piensa que él tiene el potencial para lograr grandes cosas. Una de sus cualidades principales es su pensamiento estratégico, y sus colegas piensan que tiene una gran habilidad para planear el futuro. El ha ido escalando dentro de su organización, sin embargo ha dado ha conocer su "lado oscuro", constantemente deja a un lado a las personas, y es incapaz de construir relaciones basadas en la confianza. Stuart sabe que es inteligente, pero tiende a usar dicho conocimiento para demeritar o empequeñecer el trabajo de sus compañeros. Tomando en cuenta que tiene grandes habilidades y mucho que ofrecer a su compañía en términos de visión y estrategia, algunos de sus colegas han tratado de ayudarlo a enmendar los errores que ha tenido en el pasado. Pero han comenzado a pensar que es una causa perdida, Stuart tercamente se niega a cambiar su estilo y en su arrogante "modus operandi", ha ofendido a tantas personas que su carrera es difícilmente rescatable.

Cada empresa tiene probablemente a u a o más personas como Stuart, trabajando para ellos, cuyo IQ en ocasiones se aproxima al de un genio, pero no tienen idea de cómo tratar al resto de las personas con las que trabajan, generalmente este tipo de directivos se enojan fácilmente, no tienen control sobre sus emociones, atacan verbalmente a sus compañeros de trabajo a todos los niveles, carecen de compasión y empatía, y usualmente les cuesta trabajo que otros cooperen con ellos para hacer el trabajo, a menos que se sientan amenazados. Los Stuarts del mundo seguramente hacen que usted se pregunte como personas que son tan inteligentes son incapaces de entender a otros e incluso a ellos mismos. Lo que les hace falta a estas personas es "Inteligencia Emocional". Queda muy poca esperanza de salvar la carrera de Stuart, pero hay buenas noticias para los directivos que se encuentren en una situación similar y deseen cambiar su forma de ser, la inteligencia emocional puede desarrollarse y engrandecerse.

LIDIANDO CON LAS EMOCIONES  
   
 
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QUE ES LO QUE PUEDE HACER

La inteligencia emocional puede desarrollarse e incrementarse, aunque puede tomar un gran esfuerzo. Los ejecutivos que están en peligro de echar a perder su carrera a causa de sus muy pobres relaciones interpersonales, son muy buenos candidatos para trabajar su inteligencia emocional. En general, los métodos como el Benchmark pueden ser un buen comienzo para desarrollar la inteligencia emocional, seguidos por un plan que tenga metas concisas, tener sesiones con expertos, asignaciones de trabajo, simulaciones, entrenamiento o aprender de alguna persona que sea un modelo a seguir.

Los directivos pueden identificar cuales son sus puntos débiles y obstáculos, y entonces intentar tener nuevas conductas en un ambiente en el cual se sientan apoyados y cómodos, y siempre recordar cuales han sido sus errores para no volver a cometerlos. Más específicamente las organizaciones de hoy que puedan colocar las necesidades del grupo antes que las necesidades personales - en otras palabras, quienes tienen inteligencia emocional y capacidad de responsabilidad.

 

Una manera de desarrollar esta habilidad puede ser que las personas se involucren dentro de su comunidad por ejemplo como voluntarios de alguna organización civil.Dedicar tiempo y energía a dichas causas puede ayudar a las personas a ver más allá de sus propios problemas y mejorar sus habilidades como parte de un grupo. Otra manera de desarrollar la responsabilidad social es revisar cuales son las metas individuales, y entonces considerarlas desde una perspectiva de equipo y dentro de una organización. Pregúntese si sus metas son compatibles con las de su organización y equipo de trabajo y como puede contribuir positivamente a tener metas mayores.

La habilidad para manejar el estrés es una de las más importantes en cuestiones de liderazgo, quienes no pueden controlar el estrés van a tender sin duda a tener grandes conflictos, que no les permitan avanzar, podrían estancarse e incluso ser despedidos de la organización, este tipo de personas deben buscar programas que les ayuden a controlar su ira, y a manejar mejor situaciones con altos grados de tensión, los programas que pueden ayudarlos incluyen metas claras, retroalimentación, práctica de nuevas habilidades, etc.
Finalmente la inteligencia emocional relacionada con la habilidad de controlar los impulsos, estuvo correlacionada con ocho escalas del Benchmark. Si usted tiene este tipo de problema debe considerar el entrenamiento como una manera de desarrollar la paciencia, el auto control, la compostura y la frialdad frente a situaciones con alto grado de tensión.
Un entrenador puede ayudarle a responder positivamente aún en situaciones de conflicto o adversidad.


Fuente: Leadership in Action Vol 21 Num 5
Traducción: Maira Sabag, AMEDIRH