UNIVERSIDAD DE YACAMBÚ

CATEDRA: PLANIFICACIÓN

 

Mentalidad  y  Doctrina Estratégica

 

Docente: Leonor Dillon

Elaborado por: Freddy Morales

En los negocios como en la guerra, el objetivo de la estrategia es poner a nuestro favor las condiciones más favorables, juzgando el momento preciso para atacar o retirarse y siempre evaluando correctamente los limites del combate.

 

En un tiempo la Mentalidad Estratégica era considerado como área de competencia exclusiva de la alta dirección de una empresa pero hoy en día con la fuerte presión  de la globalización, la estrategia se ha convertido en asunto de todo el mundo, dándose un giro trascendental en cuanto a lo que su concepción se refiere.

 

Durante las últimas tres décadas se ha venido conformando con mayor exactitud el campo de actuación de la Dirección Estratégica precisándose que ésta no constituye algo alejado o diferente a la dirección de empresa, sino que no es otra cosa que aquella parte de la dirección empresarial que tiene como objetivo fundamental, formular una estrategia y ponerla en practica.

 

El concepto de estrategia proviene del campo militar, apareciendo en lo económico y académico en 1944, introduciéndose en el management con las obras pioneras de Chandler, Andrews  y Ansoff (1976). Se plantea que tanto para lo militar como para el management es básica la idea de competición, de actuación frente a las rivales para lograr objetivos determinados.

 

En las primeras obras de los teóricos de la Administración se plantea la estrategia como la determinación conjunta de los objetivos y líneas de acción para alcanzarlas, definiéndose lo que desea la empresa ser en un futuro. Es decir, concretar lo que se quiere definiendo claramente los objetivos. Por lo que se hace necesario la determinación de las metas y objetivos de una empresa a largo plazo, las acciones emprender y la asignación de recursos necesarios para lograr dichas metas. También se debe desarrollar una amplia fórmula de cómo la empresa va a competir, cuáles deben ser sus objetivos, y qué políticas serán necesarias para alcanzar tales objetivos y la adopción de los cursos de acción y asignación de recursos necesario para alcanzarlos.

 

En tal sentido se debe establecer una doctrina estratégica que permita cumplir con los objetivos estratégicos tomando en cuenta a la competencia, la definición de misión y visión que en algunos casos aparece como propósito estratégico, definición de objetivos a largo plazo, adopción de cursos de acción, asignación de recursos necesarios para alcanzar estos propósitos,   Relación empresa-entorno, siendo la estrategia la fuerza mediadora de dicha relación.

 

Pero es de vital importancia entender que la estrategia es algo más, no sólo es algo que se ha ideado, es algo que acontece, emerge continuamente en las empresas, en la medida que las personas respondan y reinterpreten su sentido de identidad y propósito de la organización. Es algo sólidamente argumentado que debe iniciarse con un plan y luego ser lo bastante flexible para cambiarlo a medida que avance y se ponga en práctica, permitiéndose evolucionar en respuesta a los cambios del entorno.

 

En tal sentido, la Mentalidad y la Doctrina Estratégica debe permitir establecer los objetivos de la empresa y los cursos de acción fundamentales de acuerdo a las características del entorno competitivo y de las condiciones concretas actuales y potenciales de la empresa, a fin de lograr que esta última sé inserte en el medio socioeconómico al cual pertenece. Sin estrategia no existe dirección establecida que seguir, ningún mapa que consultar, ningún plan de acción coherente que produzca resultados deseados y la adaptación de la empresa al entorno cambiante, de hecho, se convierte en la dirección intencionada del cambio hacia la consecución de la ventaja competitiva en el negocio, donde el medio ambiente impone las reglas de juego y la estrategias potencialmente disponibles para la empresa, encontrándose la clave de las distintas habilidades de la organización para enfrentarse a ellas.

 

 

El proceso de la Mentalidad Estratégica  debe permitir llegar a un consenso claro acerca de dónde se encuentra la empresa, a dónde quiere llegar, y cómo va a lograrlo. Es el entendimiento común de su empresa en el presente y en el futuro, es por tanto el entendimiento común y consenso acerca de:

 

·        El potencial de su industria respecto a rentabilidad y crecimiento.

·        Los factores que determinan el éxito competitivo en esa industria, en este momento y en el futuro.

·        Sus objetivos y orientación estratégica actuales y futuras.

·        Las declaraciones sobre los valores, la misión y visión que describe dicha organización estratégicamente y, cómo las actividades se guiarán en esa dirección.

·        Cómo varias ramas de negocios o funciones se apoyarán mutuamente y contribuirán a alcanzar los objetivos estratégicos.

 

 

El proceso descrito hasta aquí se orienta hacia el desarrollo de una estrategia deliberada y es necesario destacar que las estrategias evolucionan continuamente en respuesta a los cambios en el ambiente, siendo vitales las estrategias emergentes para el proceso estratégico. Las estrategias evolutivas representan signos de cambios en el negocio y deben dar lugar a una revisión del plan.

 

Es por ellos que la planeación estratégica un proceso dinámico y flexible, que nos permita modificaciones en los planes, a fin de responder a las cambiantes circunstancias del entorno y que como proceso continuo de reflexión y de búsqueda de opciones para el futuro de la empresa, la plantación estratégica toma muy en cuenta el entorno caracterizado por el cambio y la incertidumbre y cómo la empresa con sus recursos actuales y potenciales puede

insertarse de la mejor forma en él, para dar respuesta al problema estratégico

 

Pensamiento Estratégico y Competitivo.

 

La estrategia competitiva de una empresa esta conformada por el conjunto de acciones que se estiman factibles, dadas las limitaciones de recursos o de cualquier índole, que tiene la empresa. Puede considerarse como un proceso que tiene cuatro fases: análisis de la estructura del mercado, evaluación de las ventajas competitivas, definición de la estrategia genérica y análisis de acciones estratégicas específicas.


             En su libro, El pensamiento del Estratega, Ken Ohmae hace valiosos comentarios sobre la evolución de las perspectivas empresariales. En particular, define el potencial competitivo de una empresa en términos de su Capacidad Estratégica. El significado de la capacidad estratégica es lo que determina el marco fundamental para el desarrollar la estrategia corporativa. La capacidad estratégica de cualquier empresa es el resultado de su portafolio empresarial: Mercado atractivo y solidez de la empresa. El mercado atractivo se refiere a qué tanto o qué tan poco crecimiento hay dentro de sus mercados; mientras que la solidez de la empresa hace alusión a cómo está funcionando la empresa en particular.


              Ohmae identifica un cambio en perspectiva, sobre la importancia relativa de los componentes del portafolio empresarial. Así las diferentes percepciones de lo que constituye la correcta composición del portafolio empresarial han cambiado la visión de lo que es una estrategia empresarial apropiada.


               Estrategia Competitiva según Porter, es, un análisis de la Estructura del Mercado. Del resultado de este análisis se consiguen los elementos que permiten evaluar las amenazas y oportunidades que tiene la empresa, comenzando por definir la estructura de dicho mercado, pues esta impone limitaciones a la acción de distintos competidores, así como también los tipos de mercado según el producto, bien sea homogéneos o heterogéneos.

 

Las oportunidades y amenazas, que son las cinco fuerzas de Porter, es un esquema de análisis que condensa los conceptos más importantes de la economía industrial como lo son: la posibilidad de entrada de nuevos competidores, rivalidad entre las empresas existentes, aparición de productos substitutos, el poder negociador de los proveedores y el poder negociador de los compradores.

 

Es por ello que una empresa siempre debe estar revisando y haciéndose las siguientes preguntas para definir su estrategia:

 

1.-  Horizonte : ¿dónde necesita estar la empresa en un momento específico del futuro para desempeñar su misión, visión y estrategias identificadas?

 

2.- - Cambio : La única constante que existe es el cambio. Ellos son inevitables, mientras que otros son resultados de nuestros propios esfuerzos creativos. Es por ello que un proceso de planeación eficaz debe abarcar con eficacia ambos tipos de cambios. El directivo debe ser capaz de interpretar y monitorear el entorno de forma sistémica, siendo fundamental conocerlo todo, desde las necesidades del cliente hasta conocer el comportamiento de los competidores y apreciar quienes pueden ser sus mejores aliados. Para el logro de estos objetivos se hace necesario otro planteamiento del management: pensamiento flexible y creativo que posibilite la rápida adaptación de la empresa al cambio. Todo aquel que busque un éxito constante debe cambiar su conducta de acuerdo con los tiempos.

 

3.-  Actitud : Una actitud adaptativa al entono constituye la base de la actitud estratégica. Adaptarse al entorno consiste en protegerse de las amenazas que suponen los cambios ocurridos y supone también aprovechar ciertas oportunidades que el entorno ofrece. La actitud estratégica es una actitud abierta al cambio, una actitud crítica de las propias concepciones y práctica administrativa, la cual supone la capacidad de cuestionarlo todo, salir de lo rutinario para poner en practica soluciones nuevas, constituyendo este aspecto uno de los más difíciles en cumplirse en la actitud estratégica. Detengámonos en este aspecto un poco más. El asumir una actitud estratégica ante el negocio implica tener una base sólida que incluye la aplicación del juicio basado en la experiencia para determinar las direcciones futuras, la coordinación de mentes creativas dentro de una perspectiva común que le permita a un negocio avanzar hacia el futuro de una manera satisfactoria para todos, y justamente a esto es a los que se denomina por algunos autores: Pensamiento estratégico.

 

            El pensamiento estratégico es el cimiento para la toma de decisiones estratégicas, ya que garantiza la salud a largo plazo de la empresa, un pensador estratégico eficaz, tiene la capacidad de conectar sus acciones diarias con los objetivos a largo plazo del negocio. Esto en el sentido tradicional significa tomar decisiones congruentes con las estrategias de la organización y comprender cuándo las propias estrategias necesitan evolucionar en respuesta a los cambios y virajes potenciales del mercado El pensamiento estratégico proporciona las bases para la planeación estratégica y es en gran medida de naturaleza intuitiva: lleva a la perspectiva, mientras que la planeación a largo alcance lleva a la posición y la planeación táctica al rendimiento; trata los valores, las convicciones filosóficas de los ejecutivos encargados de guiar a su empresa en un viraje exitoso, la misión visión como conceptos actuales y futuros y la estrategia como la dirección en que debe avanzar la empresa.

 

            El desarrollo del pensamiento estratégico en una organización lleva a la creación de un equipo directivo con una visión compartida de futuro y de un compromiso personal, una identificación con el proyecto y sus estrategias y un sentimiento profundo de autoridad y paternidad por parte de todas las personas claves de la organización. Cualquier cambio que se quiera introducir se pondrá en práctica mucho más fácil si se tiene el apoyo de todo el personal directivo de la empresa. De aquí que, un punto importante de todo el proceso ha de ser el de generar un sentimiento de que la dirección pertenece al equipo completo.

 

Es propio del proceso de pensamiento estratégico dividirlo en cinco fases:

 

1.-  Reflexión: Reflexionar sobre los conceptos claves es vital, de forma tal que seamos conscientes de cómo estamos al inicio de este proceso.

2. - Análisis : Constituye la fase más extensa del proceso, en ella ha de estudiarse todas las partes esenciales de la empresa y su entorno, procurando relacionarlas entre sí. Este análisis deberá efectuarse en presente y futuro y tendrán que tenerse en cuenta qué decisiones se deberán tomar hoy con perspectivas de futuro.

3. - Decisión : Resultado de las anteriores y objetivo final del modelo, intentando plantear la práctica total de las cuestiones claves para una empresa, procurando hacer visible todas sus interrelaciones.

4. - Evaluación : Consiste simplemente en intentar detectar posibles incoherencias o fallos en las decisiones tomadas.

5. - Implantación : La puesta en practica corresponde a la ejecución del resultado final de este proceso de pensamiento estratégico.

 

            Las teorías y escuelas que abordan el pensamiento estratégico van desde un análisis conceptual hasta un análisis ideológico, con diferentes enfoques y planos de análisis acorde a los cambios que se operan en el entorno. Uno de los teóricos que desarrolla una conceptualización más completa sobre el tema es Henry Mintzberg quien hace una identificación de las escuelas y las agrupa en dos grandes ramas que son las dos escuelas del pensamiento estratégico. Estas dos escuelas han tenido un crecimiento distinto y coherente, pero frecuentemente también se han producido interrelaciones.

 

            A modo de conclusión debemos recalcar que la planeación estratégica implica tanto la intuición como el análisis para determinar las posiciones futuras que la empresa necesita alcanzar, pero además en su esfuerzo por encontrar una solución al problema estratégico quedaría en gran parte estéril sin la adecuada preocupación por proporcionar a la empresa las condiciones estructurales e instrumentales necesarias para realizar correctamente la estrategia formulaba. Constituyendo éste uno de los motivos por lo que alguno de los teóricos como Ansoff y Hayes consideren la planeación como un proceso que no da respuesta completa al problema estratégico, ya que ésta solo hace énfasis en la formulación y no en la implementación

 

La formulación e implantación de las estrategias para el negocio constituyen las funciones directivas fundamentales del management. Poco importa que directivos de alta calificación diseñen estrategias inteligentes, si no son capaces de implementarlas. La ejecución intensa de una estrategia es la guía para lograr el éxito de una empresa y será la oportunidad que tenga la organización de convertirse en líder en su sector industrial. De aquí depende la necesidad de concebir la estrategia dentro de un proceso más amplio

 

Infografia

http://www.monografias.com/trabajos14/menteestratega/menteestratega.shtml

http://www.gestiopolis.com/canales/gerencial/articulos/37/diagnos1.htm

http://www.monografias.com/trabajos13/tacope/tacope.shtml

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http://www.gestiopolis.com/canales2/gerencia/1/estrate.htm

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