GRAU  El peruano del milenio

Reynaldo Moya Espinosa

Carátula

Contenido

Prólogo

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capítulo VIII

Capítulo IX

Capítulo X

Capítulo XI

Capítulo XII

Capítulo XIII

Capítulo XIV

Capítulo XV

Bibliografía

Biografía de R. Moya E.

 

CAPÍTULO XI:

HONOR Y GLORIA

12.- El «Huáscar» en poder de Chile 

El «Huáscar» fue llevado a Valparaíso donde los chilenos, pusieron mucho ahínco en reconstruirlo de tal manera que a los pocos meses pudo entrar en servicio, dotado de poderosos cañones.

Después vino la invasión del departamento de Tarapacá y la batalla de San Francisco. 

En febrero de 1880, era Arica una plaza fuerte artillada y allí estaba la sede del comando de las fuerzas peruanas al mando del contralmirante  y general  ayabaquino Lizardo Montero. Contribuía a la defensa por mar del puerto de Arica el monitor “Manco Capac” que era como una batería flotante pues era lentísimo en el navegar y no desarrollaba más de una milla por hora, pero tenía un potente cañón de 500 libras. El barco estaba al mando del comandante José Sánchez  Logomarsino. También se encontraba en Arica el capitán de navío Juan More (o Moore) esperando la terminación del juicio que se le había instaurado por la pérdida de la Independencia  en mayo de 1879 en Iquique. 

El 25 de  febrero, hizo su aparición en la rada de Arica el «Huáscar» enarbolando el pabellón chileno y la «Magallanes». Al mando de esta flota estaba  el capitán de fragata Manuel Thompson, que estaba a bordo del «Huáscar». Como comandante de la «Magallanes» estaba Carlos Condell, el mismo que atacó a la “Independencia”, cuando ésta, encalló en Iquique, bajo el mando de Moore.

Thompson notificó el 27 de febrero   que iniciaba el bloqueo de Arica y empezó a cañonear el tren que en esos momentos salía  para Tacna, el que tuvo que guarecerse tras una loma. Los dos barcos chilenos se pusieron a  una distancia hasta donde no podían llegar los disparos del «Manco Capac» y de las baterías de tierra. En esa situación, Moore solicita al contralmirante Montero que le confíe momentáneamente el mando del «Manco Capac», para atacar a los chilenos,  para lo cual el monitor tenía que salir mar afuera. Ante la incredulidad de todos, Moore logró que el monitor desarrollara 7 millas por hora, y pudo así salir al encuentro de los chilenos y se trabó en  combate El «Huáscar» recibió un tiro que le removió una plancha de su blindaje y se retiró del combate.  A las 11 a.m. los dos barcos chilenos volvieron a la lucha y el “Huáscar» recibió otro certero cañonazo que  le causó la muerte del aspirante  Eulogio  Goicochea y otros dos tripulantes y nueve heridos, entre los que se encontraban el 2do. comandante  Emilio Valverde y el teniente 2do. Tomás Pérez.  En esta situación Thompson ordenó atacar con el espolón al «Manco Capac» y se dirigió a toda máquina sobre dicho barco y cuando estaba a 200 metros de distancia, otro tiro del «Manco Capac», se llevó el palo de mesana donde estaba el pabellón chileno y mató a Thompson. En su investida, el «Huáscar» pasó a  50 yardas del «Manco Capac» Eran las 2.30 p-m. Otros tiros del «Manco Capac» cayeron  sobre la «Magallanes» de los que tres fueron al casco y le causó un muerto y varios heridos, así como daños apreciables. El combate siguió hasta las 3.30 en que las naves chilenas se retiraron. El barco peruano llegó hacer once disparos y los chilenos más de cincuenta. 

El Jefe de la escuadra chilena ordenó después que Carlos Condel asumiera el mando del «Huáscar». Chile ha considerado a Thompson como uno de sus héroes de la Guerra del Pacífico, pero era un oficial inepto y borracho. 

El Jefe de la flota chilena, dispuso que en represalia, Arica fuera bombardeada por los blindados «Cochrane», el «Blanco Encalada» y crucero “Angamos” a partir del 29 de febrero hasta el 4 de marzo inclusive y tres veces por día. Los barcos chilenos se ubicaron a 6.000 metros de distancia, fuera del alcance de las baterías de tierra. 

Posteriormente el «Huáscar» se sumó al resto de la escuadra chilena para poner bloqueo al Callao, pero nunca más fue el barco audaz y valeroso de antes. Era como un ente sin alma y es que esa alma fue Grau.