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POEMA DEDICADO A LA VIRGEN DE GUADALUPE, PATRONA DE ÚBEDA ****** María Sánchez Fernádez Abril - 2001
entre la blanda tierra que la acuna surge como una espiga quebrada de su tallo. ¡Es tan pequeña y grácil! ¡Tan oscuro su rostro campesino! ¡Tan honda la expresión de su mirada que dice amores, como amores pide! El cielo se derrama en mil destellos. La tierra se desborda de rocíos y ella espera al amor, y el amor llega en forma de unas manos agrietadas por perfumes de surcos y terrones. Y esas manos, con mimo la levantan, con mimo la acarician hasta hacerse tan suaves como rosas. ¡El campesino Juan! ¡Bendito entre benditos!, la lleva entre temblores de alborozo al regazo sagrado de su hogar. Y su hogar se hace grande como un pueblo. Y ese pueblo la aclama, la recibe y en dulzuras de frutos y de mieles le dice: ¡Madre nuestra!, le dice: ¡Reina nuestra! Y una sonrisa dulce, de espiga coronada, se desborda con olas de ternura hacia los campos de soles incendiados. Y allí flinda su Reino, entre amapolas y cantos de chicharras. Entre gavillas y ramos de aceitunas. Y el pueblo la idolatra, la visita. Y ella visita al pueblo, que es su pueblo, derramando mil gracias y dulzuras, mientras el Gavellar se queda solo anhelando el regreso de su espiga. Apartado de Correos 197 23400 Ubeda (Jaén) Tlf.: 953 75 31 90 |
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