Padrenuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga a nosotros tu reino.  Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.  Dadnos hoy nuestro pan de cada día.  Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.  No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal, Amén.  Dios te salve María, llena eres de gracia.  El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
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ESTADO Y TERRITORIO

A principios de 1995, se hablaba en el congreso sobre el estatuto de ordenamiento territorial.  Había una propuesta de convertir los resguardos en ETIs (entidades territoriales indígenas), mucho más autónomas.  Si la entidad era del tamaño del municipio, entraría el municipio a ser parte de la entidad; si era del tamaño de un departamento, entonces se creaba la provincia indígena.   Esta misma podía ser creada por ETIs que estuvieran en distintos departamentos pero deberían tener una frontera departamental común.

Pasó el tiempo y la propuesta desapareció de los periódicos, en medio de la marea del 8000, de Samper, Botero y todas sus triquiñuelas.  Lo último que oí fue que los grupos indígenas se quejaban de no estar bien representados en el congreso, donde Fals Borda era su vocero.  La discriminación siempre está y suele ser muy sutil, sobre todo en los laberintos del poder.  Todavía se les trata como menores de edad; representados por un tipo conocido, como si los grupos indígenas no pudieran representarse solos.

Eso en el congreso, donde todo el mundo los mira.  En territorios distantes se ven cosas peores, y en mucho.  Un caso de entre un millón: En un corregimiento del río Isana se nombró como corregidor al único mestizo que había en todo el territorio.  El otro 99% de la población, indígena toda, no les pareció muy digna de tener el cargo.  De pronto puede pensar uno que sucedió como en Bogotá, donde la gente escogió al único lituano que conocía, cansada de las trampas y robos de los bogotanos.  Pero normalmente los corregidores no se nombran por consenso popular, son señalados a dedo como un inspector o un juez.  La gente no hizo el más mínimo reclamo.  Algunos funcionarios les recordaron a los representantes legales que eso era digno de algo más que un reclamo.  Ellos sólo escucharon en silencio.

Es común en las regiones que no se sienta el más mínimo avance con respecto a los decenios anteriores.  Una funcionaria, que estuvo en las elecciones, me decía que le repugnaba el sólo recordarlo.  "Aquí cogen a la gente del brazo y les señalan con el dedo por quién tienen que votar".  Una acusación muy seria, pero bastante creíble.  No hay un sólo dato estadístico confiable, ni siquiera de población y su crecimiento, pues los encargados del último censo no llegaron hasta varias comunidades.  Se le encargó la tarea a estudiantes, pero cuando hay intereses políticos y económicos de por medio, las cosas no son fáciles.  De ahí surge la despampanante cifra del 98.8% de población indígena.  ¡Como si los colonos no existieran, no se hubieran tomado casi todas las riberas del Guaviare y los alrededores de Inírida, e Inírida mismo fuera todo indígena!

Los representantes a la cámara están contentos con los datos electorales que los ponen en sus puestos.  Una elección real, hecha a conciencia, muy probablemente pondría en su lugar a un líder evangélico, tal vez indígena, pero me late que no.  La vergüenza étnica, que ataca a los mismísimos bogotanos, es una endemia política en el Guainía.

A dos diputados indígenas, que fueron escogidos en el periodo anterior, se les compraba muy fácilmente.  El gobernador los invitaba a una cena en su casa y cambiaban de opinión; luego otro líder político hacía lo mismo y volvían a cambiar de opinión.  "No querían sino la plata" me dijo una señora tucano de la Zona Indígena.  Era como si no estuvieran y hasta peor.  Uno de los diputados más antiguos me decía que se presentaban a las asambleas, se sentaban y guardaban silencio.  En las votaciones no se les sentía.  Eran una ficha, no representantes.   En el concejo de Inírida hay dos de ellos y parece que los escogieron justamente por no quedarse callados.  Los dos son miembros del CRIGUA (Consejo Regional Indígena del Guainía) y han asistido a reuniones de líderes indígenas de todo el país en el Vaupés.  Luis Troya, un antropólogo que trabaja con ellos, me decía que le asustaba cómo regresaban de esas reuniones, hostiles con los colonos.  Una opinión desde mi punto de vista exagerada, pero por lo menos un síntoma de que esta vez no se sentarán a aprobarlo todo.

 

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Padrenuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga a nosotros tu reino.  Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.  Dadnos hoy nuestro pan de cada día.  Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.  No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal, Amén.  Dios te salve María, llena eres de gracia.  El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.