Escribió Iamblichus:
" Los Teúrgos imitan la naturaleza del Universo y de la energía
creadora de los Dioses; por eso exhiben ciertas imágenes por medio de
símbolos de ideas místicas, ocultas o invisibles; lo mismo que la
naturaleza... expresa razones invisibles. Por lo tanto, los egipcios
(que percibieron que todas las naturalezas superiores se regocijan con
las similitudes que tienen con ellos los seres inferiores y que, en
consecuencia, quieren colmar a estos últimos de bondad) tienen una
forma muy apropiada de teologizar que está adaptada a la doctrina mística
encubierta por los símbolos..."
El Mago, equipado
con sus "armas" tales como la espada, túnica, campana, círculos,
sellos, fumigaciones y sus nombres poderosos y fuertes es una imagen
que nos incita a considerar todo el proceso mágico como una vil
charlatanería rodeada de un aparato folklórico para engañar a los
creyentes incautos. Esto es así en la mayoría de los casos, de
falsos magos y hechiceros que persiguen algún lucro económico o,
simplemente, lunáticos desequilibrados.
Sin embargo, también
existen excepciones. Por desgracia, la imaginación popular, suele
cortar por el mismo patrón a todos. En el despacho de un científico
podemos encontrar microscopios, frascos, esquemas, un batín blanco y
extrañas fórmulas... ¿es acaso un hechicero?, no... son sus
"armas " de trabajo. Lo mismo ocurre en el caso del auténtico
Mago. Eliphas Levi nos aclara al respecto: "Las ceremonias, los
ropajes, los perfumes, los caracteres y cifras son tan necesarios como
hemos afirmado para poner en marcha la imaginación en la educación
de la Voluntad; sin embargo, el éxito de las operaciones mágicas
depende de la observancia de todos y cada uno de los ritos...".
En realidad, cada uno de
estos símbolos, representa un aspecto de cierta Energía inherente al
hombre o bien cierta Fuerza Oculta que mueve al universo. Si ya hablábamos
de que los motores de los procesos teúrgicos son la Imaginación y la
Voluntad, todo ese cúmulo de puntales, producen una exaltación Mágica
que hace que el Mago sea capaz de poner en acción determinada Fuerza
Oculta interior que le hace "saltar" hacia un estado
alterado de conciencia mágica. Así pues, vemos como los
"instrumentos de trabajo" son herramientas para desempeñar
su oficio. Cada invocación, cada circunvolución, cada fumigación
tiene como misión el recordatorio y concentración sobre el fin de la
operación, así como la movilización de la Voluntad como proceso
efectivo y causante. "El entendimiento se debe formular por medio
de signos y resumir por medio de caracteres o pentacles. La Voluntad
debe ser determinada por las palabras y las palabras por actos. La
idea mágica se debe transformar en luz para los ojos, armonía para
los oídos, perfume para el olfato, sabores para el gusto y formas
para el tacto...". Según esta cita de Eliphas Levi, la belleza
que rodea al rito constituye una auténtica puerta para cada uno de
los sentidos por la que podemos elevarnos hacia un estado divinal y
también por la que podríamos descender hacia estados infrahumanos y
ctónicos.
En resumen, la
exaltación de cada uno de los sentidos del operador hace que mediante
el poder de su Voluntad, su alma se libere hacia otros universos de
conciencia u otros planos espirituales donde el propio Mago contemplará
otra faceta de la realidad sintiéndose totalmente lleno de Dios.
En su obra "El
Mago", Francis Barrett (ocultista de principios del siglo XIX)
nos muestra un punto de vista bastante interesante: " Todos los
espíritus y todas las esencias de las cosas permanecen ocultas en
nosotros y nacen y se manifiestan debido solamente al trabajo, al
poder (voluntad) y a la imaginación del microcosmos...". Es
decir, que todas las entidades: dioses, demonios, jerarquías y espíritus,
no son sino facetas de nuestra propia psicología. Mediante el rito,
lo que se produce es un estímulo de alguna parte oculta de nuestra
psique. Ampliando lo que dijimos antes, podemos considerar que todos
los seres tenebrosos: demonios y entidades qliphóticas
(1), así como
los fantásticos seres de luz: Ángeles, arcángeles y espíritus
elevados, se corresponden con manifestaciones de nuestras zonas arquetípicas
o de las zonas más profundas y ancestrales de nuestra psique. Así
pues, todo lo exterior es un reflejo del interior, y esa va a ser una
de las bases generales de nuestras operaciones.
No quisiera cerrar
este capítulo sin comentar un poco el simbolismo de determinados
instrumentos mágicos. Con respecto a ellos voy a hablar de forma un
tanto general y refiriéndome al instrumental más tradicional, sin
entrar en detalles sobre su utilidad o actualidad en las operaciones mágicas.
EL CÍRCULO MÁGICO
Por su propia definición
supone una frontera entre lo que está fuera y lo que está dentro.
Representa la esfera de sensación del Mago y, como consecuencia, su
aura microcósmica. Los Nombres Divinos o Mágicos que lo rodean,
protegen al operador de los "peligrosos demonios" de su
propio interior en estos casos, proyectados como externos. El crear un
Círculo Astral de protección lleva mucho tiempo de trabajo al Teúrgo,
de modo que allá donde va es constantemente protegido y acorazado.
LAS ARMAS ELEMENTALES
La daga, la copa, la vara
y el pentáculo (pentacle), constituyen las "Armas " de la
tradición mágica occidental. Representan las letras del
Tetragrammaton (2) y los cuatro elementos que constituyen la esencia
del universo. La Vara está asociada con el Fuego, la Copa es el Agua,
la Daga representa el Aire y el Pentáculo la esencia de la Tierra. El
Espíritu o Akasha esta representado por diferente simbología.
La Vara de Fuego es la
Voluntad, la sabiduría y la presencia del Yo creativo, símbolo de la
fuerza divina. La afilada y penetrante daga es el Aire que se asocia
con la Ruach o la Mente que, sin instrucción, es volátil y
divagadora. Su función principal es proscribir. El Pentáculo suele
ser redondo, inerte en espera de que la inteligencia del operador lo
cultive, símbolo adecuado de la tierra. Es la señal de una mente. La
Copa es el símbolo de la Neschamah, la intuición y el entendimiento
siempre abierto en espera del Rocío Celestial, adecuado símbolo
femenino y acuático.
LAS ARMAS SUPREMAS
Considero que se
corresponden con el Cáliz y la Espada, además de las Varas Supremas
o Báculos. Ya no se asocian con los elementos, sino con energías
Sephiróticas superiores. El Cáliz indica determinadas operaciones de
carácter Lunar y femenino, generalmente asociado con la Diosa y con
formas muy elevadas de operaciones Teúrgicas de descenso del Espíritu
Divino. La Espada es un Arma de Geburah, la Sephirah del Rigor y
regida por la vibración marciana, como Consecuencia con el principio
masculino del Cosmos. La Vara puede representar nuestras aspiraciones
espirituales más elevadas, así puede estar coronada por una cabeza
de Fénix, la letra hebrea Shin u otro elemento que nos indique el
poder del Espíritu Santo Divino.
EL TRIÁNGULO DEL ARTE
Donde se conjura al espíritu
invocado. Simboliza la manifestación y, sus tres lados, representan
las primeras manifestaciones Sephiróticas de la primera tríada
(Kether, Chokmah, Binah).
LAS FUMIGACIONES
Perfumes e inciensos,
ocasionalmente proveían de una envoltura material al espíritu para
su manifestación entre las nubes perfumadas, aunque su utilización
general era un ofrecimiento o sacrificio de magnífico olor. Los
diferentes tipos de perfumes usados o inciensos dependen de la
inteligencia que se pretenda invocar.
LAS EVOCACIONES SONORAS
El sonido es vibración y
esta vibración es capaz de construir o destruir si se dirige hacia un
determinado punto. Iamblichus dice de la invocación: "Es la
clave divina que le abre al hombre los asuntos secretos de los Dioses,
les acostumbra a los ríos espléndidos de sobrenatural luz y en poco
tiempo les prepara para el abrazo inefable y el contacto con los
dioses, y no cesa hasta que nos ha conducido a la cima del
Todo..."
LAS VESTIDURAS
La túnica del Mago
representa su gloria interior, le aísla del exterior de la misma
manera en que una bata protege al químico de los productos nocivos de
su laboratorio o al anticuario del polvo de piezas y estanterías. En
el fondo, simboliza la capa protectora de la Luz que envuelve los propósitos
del Mago.
EL ALTAR
De forma ideal, debería
ser de piedra, aunque generalmente y por comodidad suele ser de
madera. El Altar es el punto focal del Ritual y una especie de
transmisor para entrar en contacto con la divinidad, todo ello produce
la concentración y exaltación mística del operante que hace que su
espíritu transcienda la materia.
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Existirían una serie de
implementos a los que no haré referencia, sobre todo porque su
importancia no sería tan primordial como los ya citados como son, por
ejemplo: Las Columnas, Anillo, Lámpara, Tocados o Coronas, etc.
Si bien estos suelen ser
los instrumentos utilizados en la Tradición Mágica Occidental, varían
de unos sistemas mágicos a otros, aunque su simbolismo hace
referencia a los mismos principios. Toda esta complicada puesta en
escena, lo que consigue es que sea la Voluntad la que mueva el
proceso, sobre todo en principiantes... aunque como os podréis
imaginar, el auténtico y elevado Mago, puede prescindir casi de todo,
pues él es el reflejo del Cosmos y, en consecuencia, el propio
Templo.
AUR
GONUZ
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NOTAS
(1) La palabra QLIPHOTH
hace referencia a "las conchas", generalmente consideradas
por los cabalistas como demoníacas. Cada una de las Qliphoth se puede
entender como una manifestación contraria a la energía luminosa de
cada Sephirah y, por consiguiente, morada de un poder infernal.
(2) La palabra
Tetragrammaton hace referencia a "Las Cuatro Letras Sagradas del
Nombre de Dios", escritas en hebreo e innombrable para los judíos,
hacen referencia a diversos aspectos muy profundos de Magia. Uno de
los más simples es referido a los cuatro elementos de la creación.