Cuando hablo de Magia, no me refiero a lo que
la imaginación popular piensa. Por desgracia, ésta la ha
confundido durante siglos con los aspectos más bajos de la brujería
y la demonolatría. No es superstición, prácticas sangrientas
o estúpidas exhibiciones de salón. Magia es Ciencia, la ciencia
de la evolución del espíritu hacia sus causas primeras. En
esto, participa de las mismas bases que el misticismo, el cual es una de
sus fuentes.
A lo largo de la historia, esta Ciencia Oculta
siempre ha tenido mala reputación. Persecuciones, multas, encarcelamiento
y destierro fue el resultado del fanatismo de la Iglesia en contra de estos
que se atrevían a usurpar milagros a espaldas de la estructura formal
de ésta. - "Si no es cosa de Dios, y no lo es por que nosotros somos
sus ministros, es cosa del Diablo..." . En el fondo era una objeción
política, ya que la posición independiente de la Magia hacía
que la autoridad eclesiástica quedase al margen. Algo parecido le
ocurrió a la ciencia durante la Edad Media.
Cuando la Ciencia comienza a desarrollarse,
aparece el lento declive de la religión. Sin embargo, la Magia continuaba
siendo una proscrita. Los tormentos fueron desplazados por el ridículo
y el ostracismo, y así continuó durante años. Nada
hacía perder más rápidamente un puesto científico
o social que confesar que se practicaba Magia.
Esta Ciencia Oculta no es religión ni
ciencia material, sino que se sitúa en equilibrio entre una y otra.
Es una herramienta particular para adquirir y poder utilizar el CONOCIMIENTO.
Lo mágico se desarrolla en el corazón del practicante, luego
es una cualidad presente y personal. Dado que no se puede asimilar, los
grupos sociales suelen percibirla como algo hostil.
Una definición objetiva de ella sería:
Es el arte de aplicar causas naturales para conseguir efectos sorprendentes.
No podemos decir que no sea eso aproximadamente, ya que cualquier acto
de la Vida es, en realidad, un acto mágico de la Voluntad, y aquí
entramos en una de las bases fundamentales de la Ciencia Mágica.
La Magia facilita un camino a aquel1os que
necesitan encontrarse a sí mismos. No ofrece un dogma, sino el medio
para despertar el centro espiritual del Interior del ser humano y facilitar
la utilización del potencial ilimitado del Espíritu.
Quizás podríamos verlo
más claro por sus resultados, la reconstrucción espiritual
del propio universo consciente y, posteriormente, el de toda la humanidad.
Qué mayor efecto sorprendente que ese, un salto evolutivo hacia
la conciencia total del individuo. Por otro lado Magia es un sistema de
psicología, en el que toda su simbología se puede comprender
mediante las técnicas de auto-psicoanálisis. En sus ceremonias,
la mente se exalta, transcendiendo completamente el plano normal del pensamiento,
y la conciencia se impele, como el agua de un surtidor, hacia planos superiores,
poniendo al Mago en contacto con lo trascendente.
Toda persona puede aspirar a ella a condición
de una gran madurez mental. La Ciencia Mágica es la ciencia del
equilibrio, no debemos acercarnos a las estructuras mágicas sin
ese preciado tesoro que es el equilibrio psíquico, ya que el Mago
va a operar en dos (o más) mundos: el físico y el espiritual,
tiene que saber trazar convenientemente las barreras que impedirán
la inclusión de uno en otro. Nada de esto se puede realizar sin
estabilidad psicológica.