CAMINO DE SANTIAGO
EL CAMINO FRANCES DEL 15 AL 26 DE AGOSTO DE 2005
Antes de realizar el camino intenté ilustrarme lo mejor posible sobre el viaje. Me compré libros, visité páginas de internet, pregunté a amigos que ya habían realizado el camino (en este caso era un compañero de la peña que lo había realizado dos veces, pero sin peso y con coche de apoyo, distinto a lo que íbamos a hacer nosotros, lo nuestro era algo mas aventurero).
Uno de los mejores relatos sobre el camino lo encontré en una web de www.amigosdelciclismo.com,( http://www.amigosdelciclismo.com/caminodesantiagobike/) además de ser una página sobre el camino en bici todo terreno muy completa.
También consulté en una págin web que habla sobre el Camino y que tiene un foro donde, en teoría se habla sobre este itinerario, y lo encontré sin utilidad, no saqué nada en claro. No sé para que utilizan el foro esta gente. La última vez que entré, había un tipo que invitaba a los peregrinos andarines a echar clavos en las curvas, para que los peregrinos ciclistas pinchasen. Sin comentarios
CAMINO FRANCES
Había un forero que preguntó que si los pedales automáticos eran lo adecuado, y le contestaron que se los quitase. Una tontería, nosotros hemos llevado el equipo normal del ciclista (del ciclista de montaña), incluso el camel back (imprescindible), y no nos ha molestado nada, aun diría mas, cuanto más específico y de calidad sea el equipo empleado, menos problemas te dará.
PROBANDO EL EQUIPO
Nuestro viaje no comienza el 15 de agosto, sino unos meses antes, con los entrenamientos especiales para el camino.
Al camino hay que ir entrenado, cuanto mejor se vaya, mas se disfrutará de él. Vimos a chicas desfallecer, hombres maduros que no habían hecho deporte nunca y que querían hacer 50 kms diarios a pie, (este hombre sin ir mas lejos llevaba 3 días andando y nos decía que le había entrado una pájara en la pierna). Hay que ser consecuente con lo que se va a realizar y en que estado físico te encuentras, informarse bien en que lío te metes y entrenar con tú equipo, no dejar nada a la suerte, solo la meteorología.
ENTRENAMIENTO EN EL PUERTO DE LA BELLIDA
Nuestro entrenamiento consistió en un kilometraje diario de 35 km, por montaña, sin peso durante el primer mes; para proseguir el segundo mes, realizando el mismo recorrido, pero con todo el equipaje. Para terminar dos semanas antes del viaje sin peso. Los fines de semana incrementábamos el kilometraje, incluso llegamos a subir puertos con todo el equipo (12 kg de media), como el de la Bellida cerca de Alcublas.
Me tocó pelear mucho con Raquel e Iván, para concienciarles de que si tenían claro donde se metían. Mí idea era realizar un grupo compacto, tanto físico como moral, y creo que se consiguió.
Los miedos surgieron, acercándose la fecha; Raquel se resentía de las rodillas (una posible tendidítis), pero pudo recuperarse y realizar el camino sin mayor problema.
Realizamos una media diaria de 70 kms., y los conseguimos acabar sin ningún contratiempo. Físicamente se respondió muy bien; también es cierto que las primera etapas fueron duras, como las últimas. También debo señalar que en todo el camino la gente te lo pone muy negro, tanto en dureza como peligroso e intransitable. Nada mas lejos de la realidad, el camino se puede realizar al 100 % por camino, el mismo que utilizan los andarines. Siempre te dicen lo difícil que es, y os puedo asegurar que he estado en sitios peores. La dureza es media, bien entrenado, es muy fácil, el reto puede estar en levantarse todos los días y pedalear durante 6 u 8 horas seguidas.
DESCANSANDO EN ALCUBLAS
Otra cosa que me llamó mucho la atención, es la cantidad de personas que realizan el camino a Santiago en bici por carretera. No tengo nada que decir sobre tal opción, cada cual es libre, pero lo cierto es que estas personas están realizando un viaje totalmente distinto, aunque la meta sea la misma. Cuando estábamos desmontando la bici en el aeropuerto de Lavacolla, se nos acercó un ciclista que había terminado ese mismo día su peregrinación, y nos preguntó sobre el embalaje, precio, etc. Y cuando todas sus dudas estaban aclaradas empezaron las preguntas del viaje, que cuanto habíamos invertido en el viaje y de donde habíamos salido, le contestamos que once días y que habíamos salido desde de Sant Jean de Pied. Le pareció mucho, ya que él había tardado tan solo ocho días, haciendo un alto kilometraje diario. Mí contestación fue una afirmación, tú seguro que lo has hecho por carretera. Y efectivamente, así era, la limpieza de su bici le delataba. No le quedó más remedio que recapacitar de sus comentarios.
Es cierto que lo podíamos haber realizado en menos tiempo, pero para qué, si lo que consiste esto es en disfrutarlo.
Las etapas se escogieron dé tal forma que pudiésemos dormir en campings privados para no tener problemas de hospedaje, y en los lugares que no habían, no nos quedaba mas remedio que dormir en hostal. La verdad es que no te gastas mucho más dinero y las bicis están mucho mejor protegidas. El único inconveniente es el de llevar peso extra en el portaequipaje, la tienda (especial de una persona y poco peso), saco y esterilla.
Empezamos haciendo pocos kilómetros, para terminar apretando en Galicia, totalmente al revés de la demás gente. Las etapas nos salieron así, no hay mas explicación.
Una de las mejores experiencias es la de conocer gente. Me gustaría saludar a Javier de Barcelona, un peregrino con su Specialized y su BOB TRAILER, que además de ilustrarnos sobre el camino en BTT, (que no es fácil de encontrar, y Javier nos dio un montón de información válida), pudimos disfrutar de su compañía toda una jornada.
También a Rubén de Madrid, que nos equivocamos con él de opción y nos fuimos por la vía Trajana.
Y a Andrés, Julio, Paco y su novia, de Fuen Labrada, que nos encontrábamos y nos despedíamos continuamente.
Y a nuestros amigos del camino del norte, Hector, que es de nuestra ciudad y coincidimos en Santiago, Lola de Madrid, Iker de Barcelona, el Italiano de Nápoles, que cogía el autobús cuando se cansaba, los irlandeses, los franceses. Con ellos cenamos la última noche en Santiago, donde unos se despedían para irse a sus lugares de procedencia y otros como Hector, Lola, Iker y el italiano se marcharon al día siguiente para proseguir su periplo hasta Finisterre. Toda gente estupenda.
Si empiezo ha hablar del equipo utilizado os diré que la mejor opción para realizar cicloturismo de montaña es el BOB TRAILER, que lo llevó Iván. Yo tenía mis dudas, pero en la primera etapa se disiparon. El carrito fue una de las mayores atracciones de todo el camino. Su presencia despertaba la admiración en algunas personas, y en otras desconfianza. Pero todas preguntaban.
Es el mejor invento que hay por el momento para transportar equipaje, llevaría unos 15 kilos, y en ningún momento se quejo de él. Sin embargo las alforjas son diferentes, notas mucho el peso, sobre todo cuando te toca bajarte de la bici y arrastrarla.
De todos modos las alforjas, unas Mas Ferrer económicas, aguantaron todo el camino, y os puedo asegurar que les di guerra, también es cierto que se las vi a mucha gente. (indica que dan resultado). Las recámaras utilizadas fueron unas Slime, no tuvimos ni un solo pinchazo, y las ruedas unas MAXXI MOFO 1.95, excepcionales.
Que no se me olvide que todos llevábamos funda de gel para el sillín.
En el camino te gastas dinero, no es un viaje extremadamente caro, pero los 500 euros o más no te los quita nadie. Lo mas caro es el transporte de personas y mercancías (en este caso la bici). Recuerdo a un biker de Xátiva, que para volverse tenía que pagar un vagón completo de RENFE para transportar su bici, esto le costaba 120 euros, y solo le llevaba hasta Madrid, después tenía pensado alquilar un coche. Un alemán que llevaba ya 2000 km en sus piernas, nos dijo que parecía mentira que en el país de los ciclistas, no se pusiesen las cosas más fáciles, ya que en Alemania no había ningún problema con estas cosas.
Bueno, pues nosotros al ser tres decidimos alquilar una peugeot 806, llegar hasta Pamplona y devolverla, y la vuelta en IBERIA, ya que nos hacía un descuento del 50% sobre la tarifa por ser peregrinos. La bici iba gratis, aunque nosotros pagamos un suplemento para que las tratasen bien; ese suplemento no sirve para nada, las tratan a golpes.

Domingo 14 de agosto de 2005
Roncesvalles - Saint-Jean Pied de Port - Rocesvalles 63 km
Esta etapa la hicimos sin peso, ya que estábamos en un camping de los pirineos, y el coche no lo podíamos devolver hasta el día siguiente. Así que nuestra primera etapa fue de acercamiento al camino. El tiempo fue soleado. Salimos por carretera desde Roncesvalles hasta Saint Jean Pied de Port.
Nada mas pasar el alto de la Ibañeta, empezó la bajada por carretera, unos 22 kms. Muy bonito, y sin apenas cansarnos. En menos de una hora estábamos en el pueblo francés. Pero antes decidimos almorzar en la mitad del recorrido, en Valcarlos, y tomarnos un café, no todo tenía que ser sacrificio, y además, no teníamos ninguna prisa, así que a disfrutar de las vacaciones.
ALTO DE LA IBAÑETA, SALIENDO DE RONCESVALLES A SAINT-JEAN PIED DE PORT
Cuando llegamos a Saint Jean, estaban en fiestas, y parecía mas un pueblo navarro que francés, te dabas cuenta que no estabas en España por los letreros publicitarios.
Así que nuestro primer paso en tierras francesas era el de buscar la oficina del peregrino para sellar y preguntar por el camino de tierra que nos debía devolver a nuestra patria.
BUSCANDO LA OFICINA DEL PEREGRINO EN SAINT-JEAN PIED DE PORT
Después de preguntar en un albergue y entendernos por señas, nos indicaron donde estaba la oficina del peregrino. Una vez en la cola, por que había cola, para sellar, entablamos conversación con una familia de Massanassa, familia compuesta por abuelo, abuela, tres hijos, mujer, marido, cuñada y cuñado, todos para sellar y ocupar un albergue. Yo no sé si esta gente haría el camino, pero un poco sospechoso si que era.
Al fin nos tocó el turno, nos despachó una señora alemana que no hablaba el español, pero era muy ¨ avispada ¨ , y nos entendió a la perfección. Nos selló y nos dio una hoja donde se indicaban todos los mecánicos de bicicletas del camino.
Al ver que no me daban mas cosas, porque yo había visto por ahí un planito muy chulo del pueblo, se lo pedí, ya que queríamos volver por la ruta de Cize. Esta mujer me dijo que no, que en bici por Valcarlos, y yo le contesté que sí, que nos íbamos por Valcarlos, pero que aún así, me lo indicase. Se quedó con cara de perpleja y me lo indicó sin demasiadas ganas.
Había que coger la Rue de Espagne, Rue que habían borrado con spray los franceses, o quizá algún español. Después de probar el chocolat de Bayone, que era muy rico pero también muy caro, nos dispusimos a realizar el camino de vuelta.
ELIGIENDO CHOCOLATE
La ruta tiene mucho desnivel, zonas técnicas, como cualquier ruta de montaña normal, pero en esta vas por lo pirineos. Espectacular y gratificante, majestuosos paisajes pirenaicos y frondosos bosques caducifolios se suceden en el recorrido; esto lo he sacado de la mini guía que llevábamos, ¿a qué queda bien?.
POR LA RUTA DE CIZE
POR LA RUTA DE CIZE
Al final realizamos unos 63 kms, y terminamos en Roncesvalles comiéndonos un bocata. Aquí también sellamos, la chica nos preguntó que de donde éramos y de donde veníamos. Contestándole que de Valencia y que habíamos hecho 63 km, primero por Valcarlos y después por la ruta de los puertos de Cize. Solo le faltó santiguarse. Era llamativo como la gente se sorprendía.
La anécdota del día fue con Iván. El tío iba de rally por los Pirineos, y al finalizar la etapa te bifurcan, diciéndote que es preferible, si vas en bici bajar por camino rural. Pues aquí el chiquet, se bajó la zona técnica a toda leche. El tío se lo baja y acaba en Roncesvalles, y pasa una señora y le pregunta, ¨ buenas tardes, ¿este que pueblo es?.¨(se había desorientado totalmente), contestándole, ¨Roncesvalles¨. Y otra señora al verlo, le pregunta ¨¿vas a hacer el camino?..¨, contestándole Iván, ¨ Sí en once días ¨, y la señora le suelta, ¨ me parece a mí que tú no vas a hacer el camino .¨
En esta etapa vimos a un montón de bikers haciendo rutas por la zona, estuvimos hablando con unos alemanes que ya lo habían realizado y nos dieron ánimos para proseguir. Tan solo nos quedaban 765 kms.

Lunes 15 de agosto de 2005
Pamplona - Estella 61 km
El lunes nos levantamos pronto del camping, para llegar a Pamplona a buena hora y devolver el coche, por lo cual, la etapa de Roncesvalles - Pamplona, no la realizamos.
Devolvimos el coche en el aeropuerto de Noain, montamos las bicis y preparamos el equipaje. Nos íbamos a Santiago
Nada mas salir de Pamplona volvimos a sellar y nos encontramos con la primera gran prueba, el alto del perdón, una de las subidas míticas del camino, incluso había una furgoneta de avituallamiento en lo alto para socorrer al peregrino. Es una subida técnica y con un considerable desnivel, el único problema era el peso, que te tiraba para atrás y te otorgaba una considerable torpeza. Después vino la bajada, Iván la bajó sin ningún contratiempo, y yo al querer seguirlo me saltó una alforja. A partir de ese momento empecé a utilizar bridas para asegurar el equipaje. Raquel también bajó, pero más despacio, y unas señoras que estaban en lo alto no hacían mas que preocuparse por ella. Le decían,¨ cuidado, te vas a caer ¨.
Una vez superada la primera parte, en la que se sudó un poco, venía realmente lo complicado, llegamos a plantearnos en dejar peso, ya que si las siguientes etapas eran como esta no podríamos aguantarlo. La cuestión era que al realizar la autovía del norte, habían hecho un itinerario diferente, camino secundario que atravesaba y seguía a la autovía durante el resto de la etapa. Era una sucesión de subidas y bajadas técnicas, donde tuvimos que bajarnos muchas veces y arrastrar de la bicicleta. Los riñones fueron los que se resintieron. En esta etapa pasamos por una antigua calzada romana.
BAJANDO COMO SE PUEDE UNAS ESCALERAS
Subiendo el alto del perdón vimos a dos andarines, que la casualidad hizo que comiésemos juntos en un restaurante de Uterga. Estos dos chavales eran de Valencia, y se les veía con buena preparación física. Hicimos amistad, y nos contaron que tenían pensado emplear unos 24 días. Estos iban fuertes. También nos dijeron que les parecía duro todo lo que habían hecho hasta ese momento
Una vez comidos y descansados, proseguimos hasta Estella, donde acampamos en el camping. Cenamos espaguetis y a dormir.

Martes 16 de agosto de 2005
Estella-Logroño 54 km
A las 6 de la mañana nos levantamos, teníamos que desayunar, recoger y montar el equipo en las bicicletas. Os puedo asegurar que después de 11 días esto lo hacíamos en 45 minutos
Salimos con ganas del camping, y ya en Estella pasamos por la oficina del peregrino y sellamos. A los pocos kilómetros nos encontramos con la fuente de Irache, unas bodegas donde hay un a fuente que da vino, una gentileza de la bodega. Le metimos un traguillo, para probarlo. Habían un grupo de inglesas que tenían un cacillo preparado, y no hacían mas que reírse. Por lo menos irían contentas ese día.
SELLANDO EN ESTELLA
FUENTE DE VINO
En esta etapa nos encontramos con Javier, un biker experimentado que nos dio un montón de información sobre el camino, ya que esta era su segunda vez. Tenía pensado una vez llegado a Burgos coger el tren hasta León. Este tramo no le gustó nada el año pasado y además tenía poco tiempo.
Javier iba acompañado de otro biker de Xátiva, llevaba 30 kg de peso, entre las alforjas y una super mochila que llevaba en la espalda. Nos iba diciendo que no podría aguantar mas con ese peso, pero lo sabios consejos de Javier le hicieron que en el siguiente pueblo mandase parte de su equipo por SEUR.
CAMPOS DE CEREAL EN NAVARRA
El biker de Xátiva era dueño de un gimnasio, y había que verlo, era un pequeña mole subido en una BH sierra Nevada. A este biciperegrino ya no le volvimos a ver mas, ya que empezó fuerte en las primeras jornadas haciendo muchos kilómetros. Además era de los que cogía carretera.
Poco antes de llegar a Logroño, nos encontramos con Felisa, la de los higos, agua y amor. Esta señora era la que nos sellaba antes de entrar en la población. Al fin Logroño. En esta ciudad teníamos un hostal reservado, La Bilbaína. Totalmente recomendable, con un trato muy familiar.
LOGROÑO
La verdad que el hostal estaba muy bien, era una casa antigua en el mismo centro de Logroño. Aquí nos lo pasamos muy bien, ya que teníamos todos los bares de tapas nada mas bajar del hostal. Comimos en el bar la Redonda, donde nos invitaron a unas cervezas, me imagino que por ser peregrinos. En la terraza del bar nos deilitaba con su música La Sombra Azul, así se autodenominaba el músico de marras, un tipo que dejaba tocar solo su organillo
LOGROÑO
Comiendo volvimos a ver a Javier, donde se sentó con nosotros para entablar una conversación. Había hecho la transpirenaica, y nos decía que eso si que era duro, que no tenía nada que ver con esto, debido a los grandes desniveles y poca humanización de la zona. Terminamos de comer y se despidió, ya que se iba a dormir al albergue.

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