Es
mas, segun los razonamientos gubernamentales, las habilitaciones y aprobaciones
se han realizado hasta ahora de manera impecable.
Y
absolutamente irresponsable, podriamos agregar.
El
Jefe de Gobierno NO podia ignorar la precaria situacion de cientos de
lugares de este tipo potencialmente convertidos en trampas mortales.
El
Gobierno Porteño NO podia ignorar que las vias burocraticas eran
deficientes e ineficaces.
La
"severidad" con que actua despues de este holocausto delata
y revela que estas medidas podian y debian haberse tomado mucho antes.
Ineficiencia,
incapacidad, negligencia, irresponsabilidad, complacencia, imprevision
y, acaso, presuntos hechos de corrupcion, son conceptos insoslayables
en esta tragedia que nada tiene de "accidente" o calidad de
"fortuito".
Si
resultan desconcertantes las actitudes de jovenes que se exponen entusiastamente
a situaciones de violencia, alcohol y drogas.
Si
resulta incomprensible que madres abandonen a sus hijos en sucios baños,
en medio de humo, ruido ensordecedor, insalubridad y mil riesgos mas.
Si
resulta criminal el afan de lucro sobre la vida de los demas de un empresario.
No
es menos aterrador preguntarnos ante quienes estamos y en quienes confiamos
nuestra seguridad y bienes, nuestro presente y futuro.
Sera
la Justicia la que evalue culpas y responsabilidades que oportunamente
graven a la Comuna mas alla de la fria explicacion excusa de este "servidor"
publico que parece mas preocupado por esquivar estos inoportunos 180 cadaveres
en su recorrido hacia sus metas politicas.
Si
las ausencias de estos 180 jovenes se repartiran en cientos de hogares
no es menos cierto que ellas se haran presentes en un clamor unanime en
la conciencia de quien debia preservarlos.
Y
si no fuera asi, puesto que la ambicion desplaza todo tipo de sentimientos,
si se haran presentes -Dios asi lo quiera- en la memoria colectiva de
la sociedad para recordarselo siempre.
Diario
Accion, enero 4 de 2005